El documento discute el derecho constitucional de los ciudadanos a un juez tributario para resolver disputas con la administración tributaria. Argumenta que permitir que el juez penal decida estas disputas depende solo de cómo la administración califique el caso y va en contra de la seguridad jurídica. Sugiere que los ciudadanos deben buscar cambiar las leyes para garantizar que las disputas puramente tributarias se resuelvan siempre ante un juez tributario.