en este documento se habla de los suplementos alimenticios y su verdadero funcionamiento, ya que no todo lo que se anuncia en la tv es 100% verídico y poniendo en evidencia que ¡no todo lo que brilla es oro!
2. ¿Qué son?
Son productos a base de
hierbas, extractos vegetales,
alimentos
tradicionales,
deshidratados
o
concentrados de frutas,
adicionados o no, de
vitaminas o minerales. [Artículo
215, fracción V, de la Ley General de Salud]
3. No pueden estar compuestos
únicamente de vitaminas,
minerales, y tampoco pueden
contener
sustancias
con
acción farmacológica.
Saw
palmetto
efedrina
6. Incrementar la ingesta dietética
total, complementarla o suplir
alguno de sus componentes.
Sus Beneficios
Activar la
termogénesis
Se puede
favorecer una
acción
drenante
7. A quien van
dirigidos:
A los hombres y mujeres de cualquier
edad, con buena salud, que son responsables
de su bienestar.
Su acción depende de los
ingredientes seleccionados y
orientará su ámbito de eficacia.
8. Estos a su vez responden a
situaciones fisiológicas
definidas:
10. Los anuncios publicitarios
¿dicen la verdad?
Cuatro de cada cinco
personas creen que «al
estar permitida su venta, los
beneficios publicitados por el
producto están supervisados
y aceptados por las
autoridades sanitarias»…
11. Sin embargo esto no es
del todo cierto; ya que el
81% de los anuncios que
los publicitan son ilegales.
…
12. ¿Que tan confiables
son?
El fin de todo lo que se comunica
en la publicidad, es generar una
sensación de confianza en el
consumidor
Abundan actores y personas que
reciben una remuneración por
seguir un guión creado
13. ¿Cuál es el marco regulatorio de los
suplementos alimenticios?
Los productores
de suplementos
alimenticios
presentan un
trámite llamado
“aviso de
funcionamiento”.
15. CONCLUSIÓN:
No cabe duda de que no todo es malo, lo recomendable es que cuando
se quiera hacer la ingesta de alguno de estos complementos se acuda
con un profesional de la salud para que este sea el que dictamine cual
es el mas apropiado para cada persona, ser mas cauteloso antes de
adquirir alguno, hacer caso omiso de las recomendaciones
establecidas y sobre todo hay que tener claro que ninguno cura
enfermedades y en base a eso no dejarnos guiar por los anuncios
publicitarios que como vimos no son confiables del todo, por lo que se
puede constatar una vez mas que ¡ No todo lo que brilla es Oro!.