1. Tarea Colaborativa:
El Altavoz
El trabajo del auditor
The Big Four
Rotación del auditor
Colaboración con el Sector Público
Yolanda Oliva Alcalá
2. El trabajo del auditor
Un auditor es un profesional independiente y reconocido, con formación solvente y
probada, que examina las cuentas anuales de una empresa y emite un informe sobre
su fiabilidad que puede tener efectos frente a terceros. Es un trabajo importante y de
responsabilidad, ya que hoy en día las grandes empresas suelen separar los titulares
del capital de los responsables de su gestión, por lo que resulta difícil verificar que se
esté realizando la gestión correctamente. El trabajo del auditor es, en resumen,
comprobar que las cuentas anuales de la empresa son reales y plasmarlo en un
informe.
Existen dos tipos de auditorías: la financiera y la operativa.
Auditoría financiera: aquella actividad consistente en el examen y verificación de las
cuentas anuales y otros estados financieros y contables con objeto de poder emitir un
juicio sobre su fiabilidad y razonabilidad.
Auditoría operativa: actividad dirigida al examen y evaluación de los procedimientos y
de los sistemas de gestión internos instalados en una organización con el fin de
incrementar su eficiencia.
Por lo tanto, los auditores pueden realizar dos tipos de auditoría: de forma externa,
realizada por un profesional competente e independiente de la entidad auditada, a la
que le une un contrato de prestación de servicios; o de forma interna, realizada por
este mismo profesional o puede constituir una tarea interna de las organizaciones,
constituyendo, en este último caso, un departamento en staff vinculado a la alta
gerencia denominado 'auditoría interna'. En este último caso, el auditor es un
asalariado de la propia entidad unido a la misma por un vínculo laboral.
4. KPMG, PWC, E&Y y Deloitte son las 4 firmas
más importantes del mundo en el sector de la
consultoría y auditoría. Se les conoce como
“las 4 grandes” y cada una de ellas está
compuesta por otras que se han ido
fusionando.
5. The Big Four
Entre ellas, se hacen el reparto del mercado de las compañías
que cotizan en los mercados españoles. Pero no solo se
reparten las cuentas de las empresas, sino que controlan las
normas contables a nivel mundial, deciden cómo debe opinar el
fisco y pueden afectar a toda una economía, o imponer
tendencias (dada su gran y excelentísima reputación) en el
mercado de valores, por simples anuncios de futuros precios.
Además, las firmas de auditoría no deberían prestar servicios
de consultoría a sus clientes porque eso condiciona su informe:
siempre querrán contentar a la firma auditada para que siga
contratando servicios de consultoría.
Por lo tanto, vemos que se trata de un claro oligopolio y, como
tal, no es deseable, pues no existe verdadera independencia y
competencia en el mundo de las auditoras.
6. Rotación del auditor
Según la ley, se contratará a los auditores por un periodo inicial
que no podrá ser inferior a 3 años ni superior a 9, pudiendo
reelegirse por períodos máximos de 3 años. Es decir, la
legislación permite que el mismo auditor realice su trabajo en
una determinada empresa durante un largo período de tiempo
(debido a las prórrogas) para facilitar la adquisición de
información y aligerar así la carga de trabajo que supone
recoger toda la información inicial. Pero esto es claramente
negativo, pues el auditor, aunque se presume su
independencia, puede verse a la larga “condicionado” por la
empresa que lo contrata y se vería limitada su objetividad.
Por lo tanto, es necesaria la rotación del auditor para asegurar
la fiabilidad de las cuentas anuales de una empresa. Además,
sería necesario el cambio real de empresa, ya que si bien la
rotación es obligatoria del auditor firmante del informe y del
equipo de auditoria, no lo es de la empresa de auditoría; por
ese motivo, podemos ver que los auditores del IBEX 35 se
perpetúan en el tiempo.
7. Colaboración con el Sector Público
Este tipo de actuaciones puede ser tanto positiva como
negativa. Al tratarse de una empresa privada que realiza
auditorías del sector público, se puede garantizar un mayor
grado de independencia, ya que la empresa externa no tendrá
interés en los estados de las cuentas auditadas. Así, las
cuentas públicas serían más claras y fiables, reportando
confianza a los ciudadanos. Además, se ayudaría a la
Administración Central del Estado, que carece de medios para
realizar todas las auditorías que exige la ley a los organismos
públicos.
Sin embargo, la empresa podría tener interés en que le
contraten año tras año, lo cual sería más fácil si la auditoría
realizada es satisfactoria. Esto podría condicionar el resultado
del informe final y comprometer el objetivo final de la auditoría.
Además, si el acceso de la empresa se hace a través de
concurso público, nos podríamos encontrar con problemas de
sobornos y corrupción, tan famosos hoy día en los medios de
comunicación.
8. Conclusiones
El trabajo del auditor es, en resumen, comprobar que
las cuentas anuales de la empresa son reales y
plasmarlo en un informe. Su labor es esencial para el
buen funcionamiento de grandes empresas.
Las 4 grandes empresas de auditoría forman un
claro oligopolio y, como tal, no es deseable, pues no
existe verdadera independencia y competencia en el
mundo de las auditoras.
Es necesaria la rotación del auditor para asegurar la
fiabilidad de las cuentas anuales de una empresa
La colaboración con el Sector Público sería positiva,
por la independencia que aportaría, aunque también
tendría aspectos negativos, como intereses y
sobornos