1. 1
TECNICA N°93 CONSIDERA ILIMITADO EL CUERPO.
Segundo sutra: Considera cualquier área de tu forma presente ilimitadamente extensa.
Es lo mismo, a través de una puerta diferente. La esencia básica es la misma, es decir, eliminar los límites. La
mente crea límites. Si no piensas, entras en lo ilimitado. O, por una puerta diferente, puedes probar con lo ilimitado
y saldrás de la mente. La mente no puede coexistir con lo ilimitado, con lo indefinido, inconmensurable,
infinito. La mente no puede existir con lo inconmensurable, de modo que si pruebas algo ilimitado. la
mente desaparecerá.
Esta técnica dice: Considera cualquier área de tu forma presente ilimitadamente extensa. Cualquier área. Puedes
simplemente cerrar los ojos e imaginar que tu cabeza se ha vuelto infinita. Ya no tiene límites. Continúa y continúa
y no tiene límite. Tu cabeza se ha vuelto todo el cosmos, sin ningún límite. Si puedes imaginar esto, de pronto los
pensamientos cesarán. Si puedes imaginar que tu cabeza es infinita, no habrá pensamiento. El pensamiento sólo
puede existir en una mente muy estrecha. Cuanto más estrecha sea, mejor para el pensamiento. Cuanto
mayor es la mente, menor es el pensamiento, y cuando la mente se vuelve espacio total, no hay
pensamiento en absoluto.
Buda está sentado bajo su árbol bodhi. ¿Puedes imaginar qué está pensando? No está pensando en absoluto. Su
cabeza es todo el cosmos. Se ha vuelto extenso, infinitamente extenso. Esta técnica es buena para los que
pueden imaginar; no será buena para todos. Para los que pueden imaginar, y para los que la imaginación se
vuelve tan real que no pueden decir realmente si es imaginación o real, funcionará. De otra forma no será muy útil.
Pero no te asustes, porque al menos el treinta por ciento de la gente es capaz de semejante imaginación.
Esas personas son muy poderosas.
Si tu mente no está muy educada, te resultará fácil imaginar. Si está educada, entonces la creatividad se ha
perdido, entonces tu mente es tan sólo un espacio de almacenamiento, un banco. Y todo el sistema educativo es
un sistema bancario. Van depositando y echando cosas en ti. Todo lo que consideran que hay que echar en ti, lo
echan. Usan tu mente para el almacenaje; entonces no puedes imaginar. Entonces, todo lo que haces es
simplemente repetir lo que te ha sido enseñado.
De modo que los que tienen poca cultura pueden usar esta técnica muy fácilmente. Y los que han pasado por la
universidad sin ser distorsionados por ella, también pueden usarla. Los que aún están realmente vivos, incluso
después de tanta educación, pueden hacerla. Las mujeres pueden hacerla más fácilmente que los hombres.
Todos los que son imaginativos, soñadores, pueden hacerla muy fácilmente.
Pero ¿cómo saber si puedes hacerla o no? Puedes hacer un pequeño experimento antes de entrar en ella.
Entrelaza las dos manos y cierra los ojos. Durante cinco minutos, en cualquier momento, relájate en un sillón,
entrelaza las manos, e imagina que las manos están tan trabadas que, incluso si lo intentas, no puedes abrirlas.
Te parecerá absurdo, porque no están trabadas, pero sigue imaginando que lo están.
Durante cinco minutos, sigue pensando, y luego di tres veces en tu mente, “Ahora intenta reabrir las manos,
pero se que es imposible. Están trabadas y no se pueden abrir.»
Entonces trata de abrirlas. El treinta por ciento de vosotros no podrá abrir las manos. Estarán realmente trabadas,
y cuanto más lo intentes, más sentirás que es imposible. Empezarás a sudar; no puedes abrir tus propias manos.
Entonces este método es para ti. Entonces puedes probar este método.
Si puedes abrir las manos fácilmente y no ha sucedido nada, este método no es para ti. No podrás hacerla. Pero
no te asustes si tus manos no se abren, y no lo intentes demasiado, porque cuanto más lo intentes, más difícil
será. Simplemente vuelve a cerrar los ojos e imagina ahora que tus manos están destrabadas. Volverás a
necesitar cinco minutos para seguir imaginando que cuando intentes abrirlas, las abrirás inmediatamente.
Destrábalas de la misma manera que las trabaste, con la imaginación. Y si esto es posible, que tus manos se
traben con sólo la imaginación y que tú mismo no puedas abrirlas, entonces esta técnica tendrá un efecto
milagroso para ti. Y entre estas ciento doce técnicas hay muchas que funcionan con la imaginación. Para todas
esas técnicas, será bueno este experimento de trabar las manos. Recuerda, haz pruebas para ver si esta técnica
es para ti o no.
Considera cualquier área de tu forma presente ilimitadamente extensa. Cualquier área... Puedes considerar todo
el cuerpo. Cierra los ojos y considera que todo el cuerpo está expandiéndose, expandiéndose, expandiéndose, y
2. 2
luego desaparecen los límites. Se ha vuelto infinito. ¿Qué sucederá? Ni siquiera puedes concebir lo que sucederá.
Si puedes concebir que te has vuelto el cosmos -ese es el propósito, el infinito-, todo lo que está ligado a tu ego ya
no estará ahí. Tu nombre, tu identidad, todo se perderá. Tu pobreza o riqueza, tu salud o tu enfermedad, tus
desdichas..., todo se perderá, porque forman parte del cuerpo finito. No pueden existir con un cuerpo infinito. Y
una vez que sepas esto, vuelve a tu cuerpo finito. Pero ahora te puedes reír. E incluso en lo finito puedes
tener la sensación, la percepción de lo infinito. Entonces puedes llevarlo contigo.
Prueba. Y será bueno si lo intentas con la cabeza, porque es la base de toda enfermedad. Cierra los ojos, túmbate
en el suelo o siéntate en una silla y relájate. Mira dentro de la cabeza. Siente que los muros de la cabeza se
extienden, se expanden. Si sientes que será demasiado asombroso, entonces inténtalo lentamente. Primero
piensa que tu cabeza ha llegado a ocupar toda la habitación. Sentirás realmente que tu piel está tocando las
paredes. Si has podido trabar tus manos, sucederá esto. Sentirás el frescor de las paredes que está tocando tu
piel. Sentirás la presión.
Sigue avanzando. Tu cabeza ha ido más allá; ahora la casa está dentro de tu cabeza, luego toda la ciudad está
dentro de tu cabeza. Sigue expandiendo. En tres meses, lentamente, puedes llegar al punto en que el Sol salga en
tu cabeza, empiece a moverse en tu cabeza. Tu cabeza se ha vuelto infinita. Esto te dará una profunda libertad
que nunca has conocido, y toda la desdicha que pertenece a esta mente estrecha desaparecerá. En un estado tal,
los iluminados de los Upanishads podían decir: «Aham Brahmasmi: soy lo divino, soy lo absoluto.» En semejante
éxtasis, se profería: «Ana'l haq».
Mansoor gritó en éxtasis: «Ana'l haq, ana'l haq... -soy Dios-.» Los musulmanes no pudieron entenderle. En
realidad, ningún sectario podrá comprender semejantes cosas. Pensaron que se había vuelto loco, pero no estaba
loco; era la persona más cuerda posible. Pensaron que se había vuelto un egotista. Decía: «Soy Dios.» De modo
que le mataron. Mientras le estaban matando, con las manos cortadas, él se reía y decía: «Ana'l haq, aham
Brahmasmi... –soy Dios-.»
Alguien le preguntó: «Mansoor, ¿por qué te estás riendo? Te están asesinando.»
Él dijo: «No podéis asesinarme. Soy la totalidad. Sólo podéis asesinar una parte. ¿Cómo vais a asesinar la
totalidad? Hagáis lo que hagáis, dará igual.»
Se cuenta que Mansoor dijo: «Si realmente queríais matarme, deberíais haber venido hace al menos diez
años atrás. Entonces yo existía. Entonces podríais haberme matado, pero ahora no podéis matarme,
porque ya no existo. Yo mismo he matado el ego que podríais haber matado y asesinado.»
Mansoor practicaba ciertos métodos sufíes de este tipo, el tipo en que uno sigue expandiéndose hasta que la
expansión se vuelve tan infinita que uno ya no existe. Entonces existe la totalidad y no existe el individuo. En las
últimas décadas, estas dos o tres décadas pasadas, en Occidente se han vuelto muy importantes las drogas
psicodélicas. Y lo que atrae realmente es la expansión, porque bajo la influencia de la droga, se pierde tu estre-
chez, tus limitaciones. Pero es un cambio químico; no sucede nada espiritual con ello. Es sólo violencia forzada
sobre el sistema, fuerzas al sistema a romperse.
Puedes tener un vislumbre de que ya no estás confinado en nada, de que te has vuelto infinito, liberado. Pero esto
se debe a la imposición química. Una vez que vuelvas, volverás a estar en el cuerpo estrecho, y ahora este cuerpo
te parecerá más estrecho que antes. Volverás a estar confinado en el mismo aprisionamiento, pero ahora el
aprisionamiento será más intolerable, porque has tenido un vislumbre. Y como ese vislumbre se debió a una
substancia química, no tienes control sobre ello, te volverás un esclavo, un adicto. Ahora necesitarás más
y más.
Esta técnica es un psicodélico espiritual. Si la practicas, tendrá lugar un cambio espiritual que no será químico y
del que tendrás control.
Considéralo un criterio, si tienes el control, entonces es espiritual. Si eres esclavo de ello, entonces ten cuidado,
es posible que parezca espiritual, pero no puede serlo. Cualquier cosa que se vuelve adictiva, poderosa,
esclavizante, aprisionante, te está conduciendo a más esclavitud, más falta de libertad...,
independientemente de cuál sea la apariencia.
De modo que adopta el criterio de que, hagas lo que hagas, tu control debe crecer con ello. Debes tener cada vez
3. 3
más control de ello. Se dice, y lo repito una y otra vez, que cuando la meditación te haya sucedido realmente, no
necesitarás hacerla. Si todavía necesitas hacerla, no ha sucedido realmente, porque también eso se ha
vuelto una esclavitud.
Incluso la meditación debe desaparecer. Debe llegar un momento en que no necesites hacer nada.
Entonces, tal como eres, eres divino; tal como eres, eres la dicha, el éxtasis.
Pero esta técnica es buena para la expansión, para expandir la consciencia. Antes de intentarla, prueba el
experimento de trabar las manos, para que puedas sentir. Si tus manos se traban, tienes una imaginación muy
creativa; no es impotente. Entonces puedes hacer maravillas con ella.