El documento critica el sistema educativo de Colombia, señalando que es pobre, atrasado, excluyente e ineficiente. Argumenta que los colombianos son desaplicados y no le ponen el interés suficiente a mejorar su educación y el país. Sin embargo, también reconoce que la educación debe desarrollar capacidades de los individuos para mejorar la sociedad. Concluye que aunque Colombia ha tenido malos resultados en pruebas internacionales como PISA, esto se puede mejorar enfocándose más en la lectura y comprensión.