El arte paleocristiano se desarrolló en dos etapas: la etapa de clandestinidad entre los siglos I-IV cuando los cristianos se reunían en casas y catacumbas con artistas modestos, y la etapa de la iglesia triunfante a partir del siglo IV cuando el cristianismo se legalizó y los emperadores y el alto clero financiaron obras con artistas más capacitados. En esta segunda etapa, se construyeron basílicas, mausoleos y baptisterios con plantas basilicales, centralizadas o de cruz