La teoría de la dependencia surgió en la década de 1950 para explicar la pobreza y falta de desarrollo en América Latina. Según esta teoría, los países industrializados y sus corporaciones multinacionales explotaban a los países subdesarrollados a través del comercio internacional. La teoría propone que los países en desarrollo deben incrementar el control sobre su moneda, fomentar la demanda interna y el sector industrial, y promover un papel más activo del gobierno para lograr el desarrollo nacional independiente