La Teoría Z propone que las empresas deben entender a los trabajadores como seres integrales y no separar su vida laboral de la personal. Se enfoca en incrementar la apropiación de los empleados por la compañía a través de la confianza, atención a las relaciones humanas y vínculos estrechos entre trabajadores. Sus objetivos incluyen trabajar en equipo, compartir metas y que los empleados encuentren satisfacción en su trabajo.