La úlcera duodenal se produce cuando el ácido estomacal y la pepsina dañan la mucosa del duodeno, provocando una lesión. Es la segunda causa más común de úlcera péptica después de la úlcera gástrica. Los síntomas incluyen dolor abdominal, náuseas y sangrado gastrointestinal. El diagnóstico se realiza mediante endoscopia, que permite visualizar directamente la lesión, o pruebas que detectan la presencia de H. pylori, bacteria implicada en la mayoría de los casos