El documento resume las ideas de Nietzsche y Heidegger sobre la noción del ser humano. Nietzsche desafía la visión cristiana del ser inmutable y propone que la vida es una obra de arte en constante creación. Heidegger también cuestiona la primacía de la razón cartesiana y ve al ser y al mundo como mutuamente constitutivos a través de la práctica e interpretación cotidianas. Ambos filósofos promueven concepciones del ser humano como dinámico y en permanente construcción.