1. LA CIRROSIS
1. DEFINICIÓN:
Es la inflamación intersticial del hígado. Se trata de una enfermedad crónica e
irreversible que provoca fibrosis y nódulos entre las células del hígado, lo que
provoca cambios en la estructura del hígado y en sus funciones, ya que la
circulación de la sangre está bloqueada. Si la cirrosis es muy avanzada, puede
llegar a provocar insuficiencia hepática o cáncer de hígado. Según la American
Medical Association, las causas más comunes de la cirrosis son:
Infección por el virus de la hepatitis B o de la hepatitis C.
Enfermedades autoinmunitarias del hígado como la hepatitis
autoinmunitaria, la cirrosis biliar primaria o la colangitis esclerosante
primaria.
Enfermedades del hígado graso no alcohólico, que puede darse en
personas con obesidad.
Enfermedades hereditarias metabólicas del hígado como la
hemocromatosis, la enfermedad de Wilson o la deficiencia de
antitripsina.
Exposición prolongada al alcohol que provoca la inflamación del hígado.
2. SIGNO Y SINTOMAS:
En los primeros estados de la patología muchos de los pacientes no presentan
síntomas. Según avanza la enfermedad, pueden empezar a detectarse los
siguientes:
Debilidad y fatiga.
Pérdida de apetito y de peso.
Náuseas y vómitos.
Dolor e hinchazón abdominal.
Los vasos sanguíneos adquieren forma de araña en la superficie de la
piel.
En estados avanzados de la enfermedad, también se pueden empezar a
presentar síntomas más graves, como lista el Instituto Nacional de Diabetes y
Enfermedades Digestivas y del Hígado (Niddk):
Edemas y ascitis.
Moretones y hemorragias frecuentes.
Hipertensión portal: es un aumento de presión sanguínea en la vena
porta, la cual conecta los intestinos y el bazo con el hígado.
Aparición de varices esofágicas y gastropatía.
Esplenomegalia.
2. Ictericia: ocurre cuando un hígado enfermo no elimina suficiente
bilirrubina de la sangre, lo que hace que la piel y el blanco de los
ojos adopten un tono amarillento, así como un oscurecimiento de la
orina.
Cálculos biliares.
Mayor sensibilidad a los medicamentos.
Encefalopatía hepática.
Diabetes tipo 2: la cirrosis provoca resistencia a la insulina, lo que
acaba provocando un exceso de glucosa en el torrente sanguíneo.
Cáncer de hígado.
3. FISIOPATOLOGIA:
4. FACTORES DE RIESGO:
Las más comunes son el consumo excesivo de alcohol y la hepatitis C. La
obesidad también es un factor causante común, ya sea por sí misma o en
combinación con los factores anteriormente mencionados. Muchas personas
con cirrosis tienen varios factores causantes. Es una enfermedad a largo plazo:
son necesarios años de lesión crónica para que se produzca la cirrosis.
Consumo de alcohol. El consumo abundante de alcohol durante años puede
causar una lesión crónica en el hígado. No existe una relación causa efecto
directa (es decir, existen personas que consumen grandes cantidades de alcohol
sin padecer cirrosis ni otras patologías del hígado), pero se han establecido
pautas de consumo de riesgo: 2-3 consumiciones de alcohol por día para
mujeres y 3-4/día para hombres se asocian a un mayor riesgo de daño hepático
y cirrosis. Hasta hace poco, la principal causa de mortalidad provocada por
3. cirrosis era el consumo excesivo de alcohol, aunque esta tendencia está
cambiando: en la actualidad, la obesidad es la principal causa asociada a la
cirrosis.
Hepatitis crónica. La Hepatitis C es provocada por un virus que se transmite
por vía parenteral (por la sangre) y provoca inflamación crónica. La
inflamación crónica puede acabar provocando cirrosis. La hepatitis B se
transmite por contacto con los fluidos corporales de una persona infectada y
también provoca inflamación y lesiones en el hígado que pueden causar
cirrosis. La hepatitis D también puede provocar cirrosis, pero sólo en personas
que ya padecen hepatitis B.
Hígado graso no alcohólico. El aumento de grasa en el hígado puede acabar
provocando lesiones y cirrosis en el hígado. Es una enfermedad hepática cada
vez más común y se asocia a obesidad, diabetes y al consumo de ciertos
fármacos. Más información sobre el hígado graso no alcohólico aquí.
Hepatitis autoinmune. Inflamación del hígado provocado por un ataque del
sistema inmunitario a las células hepáticas. Se cree que puede deberse a
factores genéticos. Es una variante de hepatitis mucho más común en mujeres
(70% de los casos).
Otros factores. Enfermedades que dañan o destruyen las vías biliares, como la
cirrosis biliar primaria o la colangitis esclerosante primaria: el reflujo de la bilis
al hígado puede destruir tejido y causar cirrosis. Enfermedades hereditarias
como la fibrosis quística o la galactosemia interfieren en la producción,
procesado y almacenamiento de enzimas, proteínas, metales y otras
substancias. Otras causas de cirrosis también pueden ser las reacciones a
medicamentos, exposición prolongada a compuestos tóxicos, infecciones
parasitarias e insuficiencia cardíaca reiterada con congestión del hígado.
5. RECOMEDACIONES:
Es importante evitar los posibles desencadenantes de las enfermedades del
hígado. Las siguientes medidas ayudan a evitar la cirrosis hepática:
Evitar el consumo de alcohol o consumirlo con moderación.
Vacunación frente a la hepatitis B.
Evitar el contacto con disolventes.
Puede evitar el contagio del virus de la hepatitis C (también el de la hepatitis B)
que pueda desencadenar cirrosis tomando medidas de higiene generales (como
por ejemplo, utilizando preservativos durante las relaciones sexuales o cuidando
las heridas mediante la utilización de guantes). Si existen enfermedades
hereditarias que pudieran ir a acompañadas de daños en el hígado, se
recomienda que busque orientación genética y que haga exploraciones para una
potencial detección precoz.