2. INTRODUCCIÓN
La cirrosis hepática es una enfermedad crónica caracterizada por una alteración difusa de la
arquitectura hepática con presencia de fibrosis y nódulos de regeneración. Estos cambios conducen al
desarrollo de hipertensión portal e insuficiencia hepática que condicionan las posibles complicaciones
que se pueden presentar. Hay que tener en cuenta que la cirrosis hepática es un factor predisponente
para el desarrollo de carcinoma hepatocelular, con un riesgo del 20% a los 5 años de seguimiento. La
cirrosis hepática se puede clasificar en compensada o descompensada. Se denomina cirrosis
descompensada cuando se asocia a la presencia de alguna de las siguientes complicaciones mayores:
hemorragia digestiva, ascitis, encefalopatía hepática o ictericia. Las causas más frecuentes de cirrosis
hepática en la edad adulta son el etilismo y los virus de hepatitis B y C. Etiologías menos frecuentes
son la hemocromatosis idiopática, la enfermedad de Wilson, la hepatitis autoinmune, la
esteatohepatitis no alcohólica, las colestasis obstructivas crónicas, la obstrucción del drenaje venoso
y la hepatotoxicidad. En la tabla 1 se enumeran las causas de la cirrosis hepática. Es fundamental
recordar la importancia de la valoración del grado de función hepática en los pacientes cirróticos
mediante la Clasificación de Child-Pugh que se expone en la Tabla 2. La mayoría de las
complicaciones de la cirrosis se producen como consecuencia del desarrollo de hipertensión portal.
Este es un síndrome muy frecuente, caracterizado por un aumento patológico de la presión
hidrostática en el territorio venoso portal y la consiguiente formación de colaterales porto-sistémicas,
que derivan gran parte del flujo sanguíneo portal hacia la circulación general, sin pasar por el hígado.
La cirrosis hepática constituye la causa de más del 90% de los casos de hipertensión portal en los
países occidentales. El 10% restante incluyen casos de trombosis del eje esplenoportal, hipertensión
portal idiopática y una amplia serie de enfermedades. La esquistosomiasis es la causa más frecuente
3. SINTOMAS
La cirrosis, por lo general, no da señales ni tiene síntomas hasta que las lesiones hepáticas se hacen grandes.
Cuando sí hay signos y síntomas, estos pueden incluir:
•Fatiga
•Aparición de hemorragias o hematomas con facilidad
•Pérdida de apetito
•Náuseas
•Hinchazón de las piernas, los pies o los tobillos (edema)
•Pérdida de peso
•Picazón en la piel
•Decoloración amarilla en la piel y los ojos (ictericia)
•Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis)
•Vasos sanguíneos en forma de arañas en la piel
•Enrojecimiento en las palmas de las manos
•En las mujeres, ausencia o pérdida de periodos no relacionados con la menopausia
•En los hombres, pérdida del deseo sexual, agrandamiento de los senos (ginecomastia) o atrofia testicular
•Confusión, somnolencia y dificultad en el habla (encefalopatía hepática)
Cuándo consultar con el médico
Pide una consulta con tu médico si presentas alguno de los signos o síntomas mencionados previamente.
4. CAUSAS
Una amplia variedad de enfermedades puede dañar el hígado y provocar la cirrosis.
Entre las causas se incluyen las siguientes:
•Abuso crónico de alcohol
•Hepatitis viral crónica (hepatitis B, C y D)
•Acumulación de grasas en el hígado (enfermedad de hígado graso de causa no alcohólica)
•Acumulación de hierro en el cuerpo (hemocromatosis)
•Fibrosis quística
•Cobre acumulado en el hígado (enfermedad de Wilson)
•Vías biliares mal formadas (atresia biliar)
•Déficit de alfa-1 antitripsina
•Trastornos hereditarios del metabolismo del azúcar (galactosemia o glucogenosis)
•Desorden digestivo genético (síndrome de Alagille)
•Enfermedad del hígado causada por el sistema inmunitario del cuerpo (hepatitis autoinmunitaria)
•Destrucción de las vías biliares (cirrosis biliar primaria)
•Endurecimiento y cicatrización de las vías biliares (colangitis esclerosante primaria
•Infección, como sífilis o brucelosis
•Medicamentos, incluidos el metotrexato o la isoniacida
5. FACTORES DE RISESGO
•Consumir demasiado alcohol. El consumo excesivo de alcohol es un factor de riesgo de
la cirrosis.
•Tener sobrepeso. Ser obeso aumenta el riesgo de padecer enfermedades que pueden
causar cirrosis, como esteatosis hepática no alcohólica y esteatohepatitis no alcohólica.
•Padecer hepatitis viral. No todas las personas con hepatitis crónica desarrollarán cirrosis,
pero es una de las causas principales de enfermedad hepática a nivel mundial.
6. COMPLICACIONES
Las complicaciones de la cirrosis pueden incluir:
•Presión sanguínea alta en las venas que alimentan el hígado (hipertensión portal). La cirrosis reduce la
velocidad del flujo normal de la sangre a través del hígado, aumentando de esta manera la presión en la vena
que trae sangre desde los intestinos y el bazo hasta el hígado.
•Hinchazón en las piernas y el abdomen. El aumento de presión en la vena porta puede hacer que se
acumule líquido en las piernas (edema) y el abdomen (ascitis). El edema y la ascitis también pueden ocurrir
como resultado de la incapacidad del hígado para elaborar suficiente cantidad de determinadas proteínas de la
sangre, como la albúmina.
•Agrandamiento del bazo (esplenomegalia). La hipertensión portal también puede causar cambios e
inflamación en el bazo y el atrapamiento de leucocitos y plaquetas. Una disminución de los leucocitos y las
plaquetas en la sangre puede ser el primer signo de cirrosis.
•Sangrado. La hipertensión portal puede hacer que la sangre se redireccione a venas más pequeñas. Fatigadas
por la presión adicional, estas venas más pequeñas pueden explotar y causar un sangrado grave. La
hipertensión portal puede causar el agrandamiento de las venas (várices) en el esófago (várices esofágicas) o
en el estómago (várices gástricas) y conducir a un sangrado potencialmente fatal. Si el hígado no puede
elaborar suficientes factores de coagulación, esto también puede contribuir al sangrado continuo.
•Infecciones. Si tienes cirrosis, tu cuerpo puede tener dificultad para pelear contra las infecciones. La ascitis
puede llevar a una peritonitis bacteriana, una infección seria.
•Desnutrición. La cirrosis puede hacer que sea más difícil para el cuerpo procesar nutrientes, y esto causar
debilidad y pérdida de peso.
7. COMPLICACIONES
•Acumulación de toxinas en el cerebro (encefalopatía hepática). Un hígado dañado por la cirrosis no
puede eliminar toxinas de la sangre tan bien como un hígado saludable. Estas toxinas luego pueden
acumularse en el cerebro y causar confusión mental y dificultad para concentrarse. Con el tiempo, la
encefalopatía hepática puede avanzar hasta provocar la ausencia de respuesta o un estado de coma.
•Ictericia. La ictericia ocurre cuando el hígado enfermo no elimina de la sangre suficiente bilirrubina, un
producto de desecho sanguíneo. La ictericia causa que la piel se ponga amarilla, los ojos, blancos y la
orina, oscura.
•Enfermedad ósea. Algunas personas con cirrosis pierden fuerza en los huesos y son más propensas a
las fracturas.
•Aumento del riesgo de padecer cáncer de hígado. Una gran proporción de las personas que
padecen cáncer de hígado tienen cirrosis preexistente.
•Cirrosis crónica reagudizada. Algunas personas terminan experimentando insuficiencia multiorgánica.
Actualmente, los investigadores creen que esta es una complicación diferente de algunas personas con
cirrosis pero no entienden por completo sus causas.
8. PREVENCION
Reduce tu riesgo de padecer cirrosis siguiendo estos pasos para cuidar el hígado:
•No bebas alcohol si tienes cirrosis. Si tienes una enfermedad hepática, debes evitar el alcohol.
•Mantén una alimentación sana. Elige una dieta basada en vegetales, con abundantes frutas y verduras.
Selecciona granos integrales y fuentes de proteínas magras. Reduce la cantidad de grasas y comidas fritas.
•Mantén un peso saludable. Una cantidad excesiva de grasas en el cuerpo puede dañar tu estómago. Consulta
con tu médico sobre un plan para perder peso si eres obeso o tienes sobrepeso.
•Reduce el riesgo de hepatitis. Compartir agujas y tener relaciones sexuales sin protección puede aumentar el
riesgo de hepatitis B y C. Pregúntale a tu médico por las vacunas contra la hepatitis.
Si estás preocupado por el riesgo de padecer cirrosis hepática, consulta con tu médico sobre las maneras en las
que puedes reducir ese riesgo.
9. CASO CLINICO
Acude a urgencia paciente varón de 58 años con cirrosis hepática por alcoholismo, diagnosticada hace
3 meses, que requiere paracentesis evacuatorias una vez al mes desde el día anterior por la noche
refiere dolor abdominal intenso y con empeoramiento del estado general, comenta que el dolor es
similar al que tenía hace 3 meses antes de la realización de las paracentesis mensuales en la ultima
sesión con la especialista de digestivo refiere haber decidido programar las sesiones de manera que
intentarían alargar una semana más la realización de dicha prueba. Pero cree que el exceso de líquido
asiático es el que está produciendo el dolor. Nos comenta que meses antes del diagnóstico de la cirrosis
ya estaba intentando dejar de beber y ha acudido a diversos grupos de apoyo pero nunca lo había
conseguido definitivamente cuando fue diagnosticado y le realizaron la primera paracentesis volvió a
reiniciar el tratamiento con clometiazol que le pauto el médico tiempo atrás. ANTECEDETES PERSONALES
Alergias: sin alergia medicamentosas hasta la fecha.
Datos clínicos: enfermedad hepática por alcoholismo.
Ex-alcoholico, cirrosis hipertensión arterial, hipercolesterolemia hiperplasia benigna de próstata.
Medicación: Emconcor 5mg, Atorvastatina 20mg , tamsulosina 0,4mg clometiazol 192mg.
10. Tabla 1: Etiología de la cirrosis hepática.
Alcohol.
Hepatitis virales: B, C y D.
Hepatitis autoinmune
Trastornos metabólicos:
Hemocromatosis
Enfermedad de Wilson
Porfiria cutánea tarda.
Otras: Galactosemia, Tirosinemia, Mucoviscidosis, Abetalipoproteinemia,
Enfermedad de Gaucher.
Tóxicos: Fármacos, Tetracloruro de carbono, Dimetilnitrosamina.
Obstrucción biliar primaria:
Cirrosis biliar primaria.
Colangitis esclerosante primaria.
Atresia biliar.
Obstrucción biliar secundaria: Litiasis, Estenosis benignas y malignas de la vía biliar,
Colangitis secundarias.
Obstrucción del retorno venoso:
Insuficiencia cardiaca congestiva.
Pericarditis constrictiva.
Síndrome de Budd-Chiari.
Enfermedad veno-oclusiva.
Miscelánea: Esteatohepatitis no alcohólica, Enfermedad de Rendu-Osler, By-pass
intesial, Sarcoidosis, Malnutrición, Esquistosomiasis, cirrosis infantil de la India.
Criptogenética 5%.
11. Tabla 2:
Clasificación clínica de CHILD-PUGH:
Parámetro Rango Puntos
1. Encefalopatía No
Grados I y II
Grados III y VI
1
2
3
2. Ascitis No
Ligera
Masiva
1
2
3
3. Bilirrubina Menor de 2 mgr/dl
Entre 2-3 mgr/dl
Mayor de 3 mgr/dl
1
2
3
4. Albúmina Mayor de 3.5 gr/dl
Entre 2.8-3.5 gr/dl
Menor de 2.8 gr/dl
1
2
3
5. Tasa de
protrombina
Mayor de 50%
Entre 30-50%
Menor de 30%
1
2
3
GRADO A DE CHILD
GRADO B DE CHILD
GRADO C DE CHILD
Entre 5-6 puntos.
Entre 7-9 puntos.
Entre 10-15 puntos.