El síndrome del ovario poliquístico (SOPQ) es la alteración endocrina más común en mujeres en edad reproductiva, caracterizada por hiperandrogenismo, oligo-amenorrea y alteraciones metabólicas asociadas con esterilidad por anovulación. Los factores clave para el diagnóstico incluyen niveles elevados de andrógenos, concentraciones altas de LH, ecografía que muestra aumento del volumen ovárico con múltiples folículos, y obesidad en alrededor del 50% de los
2. del ovario y aumento de la densidad del estroma ovárico [1]
.
Hay que diferenciarlo del ovario multifolicular (presencia de
múltiples folículos de distinto tamaño, distribuidos irregular-
mente en toda la superficie del ovario, con densidad del estro-
ma normal), observado en la mujer normal en la pubertad y
también frecuentemente en amenorreas por pérdida de peso.
Algunos autores [21]
no consideran que la ecografía sea nece-
saria para el diagnóstico de SOPQ ya que ésta es normal en
el 20 % de los casos; por el contrario, el OPQ se detecta por
ecografía en el 15-20 % de mujeres normales.
Parte de estas discrepancias pueden justificarse por no con-
siderar los criterios estrictos para el diagnóstico del OPQ
mencionados, o por la distinta precisión del estudio ecográ-
fico realizado (sonda vaginal o abdominal y resolución del
aparato empleado).
Aunque la ecografía no es una referencia indiscutible para el
diagnóstico del SOPQ, es una prueba útil y necesaria previa
al tratamiento de inducción de la ovulación.
OBESIDAD
El 50-65 % de las mujeres con SOPQ son obesas; suele ser una
obesidad androide con incremento de la relación cintura-
cadera. La obesidad se asocia frecuentemente a resistencia a la
insulina (RI) e hiperinsulinismo, los cuales actúan de forma
sinérgica junto a la LH en el aumento de andrógenos ováricos,
reducción de la producción hepática de SHBG y de la expre-
sión tisular de insulin-like growth factor binding protein 1 [20]
.
Las complicaciones metabólicas son más comunes en
pacientes con SOPQ y obesidad (intolerancia a la glucosa,
hipertensión, dislipidemias) y además presentan un mayor
riesgo de desarrollar un tumor estrógeno-dependiente.
HIPERSECRECIÓN DE LH
Tanto la concentración sérica de hormona luteinizante (LH)
como el cociente LH/FSH se encuentran aumentados en
aproximadamente el 40-70 % de las mujeres que presentan
SOPQ. Las elevadas concentraciones de LH estimulan la
secreción de andrógenos ováricos.
La comparación entre LH bioactiva y LH inmunoactiva
sugiere que la prevalencia de la hipersecreción de LH podría
ser superior que la encontrada al utilizar métodos conven-
cionales. Además, teniendo en cuenta la secreción pulsátil de
la LH, una sola determinación al día sería poco fiable. Por
último, el incremento de la progesterona debido a una posi-
ble ovulación espontánea o por la administración de trata-
miento sustitutivo previo a la determinación sérica pueden
normalizar los valores de la LH [41]
.
En mujeres con SOPQ, el índice de masa corporal (IMC) se
correlaciona negativamente con la amplitud de los pulsos de
LH y con los niveles de LH, limitando su valor en mujeres
con sobrepeso.
La hipersecreción de LH no es un criterio imprescindible
para el diagnóstico del SOPQ, sin embargo, se considera
importante en la patofisiología del síndrome.
ANOVULACIÓN CRÓNICA
La anovulación crónica del SOPQ se manifiesta por oligo-
amenorrea. Sin embargo, es posible la existencia de ciclos
regulares e incluso en algunos casos la evidencia de función
ovulatoria normal. Puede manifestarse también con la apari-
ción de polimenorreas, menorragias o hemorragias disfun-
cionales.
HIPERANDROGENISMO
El hiperandrogenismo es la principal característica del
SOPQ. Las manifestaciones clínicas más frecuentes son: hir-
sutismo (70 %), acné (25 %), alopecia (8 %). A nivel bioquí-
mico, la testosterona libre, testosterona no ligada a globulina
transportadora de esteroides sexuales (SHBG), es el andró-
geno más comúnmente elevado. Los niveles de SHBG suelen
estar disminuidos, principalmente en las mujeres obesas.
Además, es necesario la determinación del sulfato de DHEA
(niveles muy elevados pueden hacer sospechar una tumora-
ción ovárica o suprarrenal) y de la 17OH progesterona para
descartar un déficit no clásico (tardío) de 21 hidroxilasa [21]
.
El hiperandrogenismo en el SOPQ es de origen principal-
mente ovárico pero no exclusivo del mismo; la glándula
suprarrenal y la conversión periférica (tejido adiposo) de
precursores de andrógenos también pueden contribuir al
hiperandrogenismo.
HIPERINSULINEMIA
La resistencia a la insulina (RI) y la hiperinsulinemia parecen
desempeñar un papel importante en la patogénesis del
SOPQ por hiperproducción androgénica. Se calcula que más
del 50 % de mujeres con SOPQ la presentan, siendo más fre-
cuente en las mujeres obesas (75-80 %) que en las delgadas
(30-40 %) [16, 18, 29]
. La resistencia marcada a la insulina está aso-
ciada frecuentemente a acantosis nigricans; sin embargo, la
mayoría de las mujeres con SOPQ presentan una forma
moderada de RI.
La hiperinsulinemia aumenta los niveles séricos de andróge-
nos por dos mecanismos: disminución de la secreción hepá-
tica de la SHBG, con lo cual aumentan los esteroides libres
en sangre; acción directa sobre el ovario, aumento de la acti-
vidad del sistema enzimático del citocromo P450c-17, que a
su vez controla a las dos enzimas directamente implicadas
en la biogénesis de los andrógenos (17alfa hidroxilasa y la
17-20 liasa).
MANIFESTACIONES TARDÍAS DEL SOPQ
El SOPQ está asociado a un mayor riesgo de hiperplasia de
endometrio y cáncer de endometrio [6]
debido a la anovula-
ción crónica e hiperestronismo no compensado por la pro-
gesterona. La inducción de hemorragia por deprivación
cíclica es una conducta recomendable para disminuir este
riesgo.
Existe un mayor riesgo metabólico (diabetes melitus tipo II)
y de enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio)
en mujeres con SOPQ [45]
. Estos riesgos están directamente
relacionados con la resistencia a la insulina, frecuente en
mujeres obesas pero también en mujeres delgadas.
Tratamiento
DESEO DE GESTACIÓN
La pérdida ponderal constituye la primera opción terapéutica
en pacientes obesas con SOPQ [23]
, reduce los niveles de
andrógenos e insulina y puede restaurar la función ovulato-
ria. Tan sólo una pérdida ponderal de un 5-7 % puede ser
suficiente para restablecer la fertilidad y/o para mejorar la
respuesta a la inducción de la ovulación [28]
.
En los últimos años se han realizado grandes avances en la
inducción de la ovulación [31]
. El citrato de clomifeno sigue sien-
do el tratamiento de primera línea, es de fácil aplicación, no
requiere estricta monitorización, tiene un bajo precio y no
está asociado a un alto riesgo de embarazo múltiple e hiper-
estimulación ovárica [25, 35]
. La inducción de la ovulación con
gonadotropinas es la alternativa cuando fracasa el tratamien-
to con citrato de clomifeno; la aplicación de las pautas lentas
[5, 44]
ha supuesto una mayor simplicidad de monitorización y
una menor incidencia de embarazos múltiples (EM) e hiper-
2
E – 133-A-10 Ovarios poliquísticos: actualización Ginecología
3. estimulación ovárica (HSO) [24]
. Por otro lado, cabe destacar
las ventajas al utilizar gonadotropinas recombinantes [11]
, son
necesarias menos dosis y menos días de tratamiento.
En la actualidad, la clásica resección cuneiforme ha sido sus-
tituida por el tratamiento quirúrgico por vía laparoscópica o
drilling ovárico. Es una alternativa que algunos autores pro-
pugnan previamente al tratamiento de inducción de la ovu-
lación con gonadotropinas [15]
. No hay diferencias en cuanto
a eficacia al comparar drilling ovárico e inducción de la ovu-
lación [19]
; la elección se debe realizar en función de las facili-
dades del centro, la valoración de los efectos secundarios
(embarazos múltiples y cuadro adherencial), el coste y la
aceptabilidad de la paciente. Otros autores [32]
, siguiendo una
técnica similar a la punción folicular en FIV, proponen la
punción multifolicular ovárica bajo control ecográfico, con
buenos resultados.
La fecundación in vitro es una alternativa eficaz cuando fraca-
san los tratamientos médicos o quirúrgicos o bien existen
cofactores de esterilidad. En diversas publicaciones [7, 8]
, en
los resultados obtenidos del ciclo de FIV en mujeres con
SOPQ comparadas a mujeres con otras indicaciones, se
observa un mayor número de ovocitos con una mayor pro-
porción de ovocitos inmaduros. El resultado final es un
número igual de embriones con tasas de embarazo similares
a otras indicaciones de la FIV. Para optimizar los resultados
en este tipo de mujeres, las pautas de tratamiento deben
individualizarse [13, 39]
. En el futuro, la posibilidad de madu-
ración in vitro de ovocitos y su posible aplicación en mujeres
con SOPQ, abre nuevas perspectivas de tratamiento de FIV
en el SOPQ [43]
.
En casos de RI, el tratamiento con fármacos sensibilizantes de
la acción de la insulina (metformina, tiazolidindionas) mejora
no sólo el trastorno metabólico hidrocarbonado y lipídico,
sino también el perfil hormonal androgénico [42]
. Su adminis-
tración única puede restaurar la ovulación [34]
y su adminis-
tración combinada puede mejorar el rendimiento de los tra-
tamientos inductores de la ovulación [14, 36]
, así como los resul-
tados en la FIV [39]
. Sin embargo, la inocuidad y la eficacia de
estas drogas deben ser confirmadas con ensayos clínicos
adecuados a largo plazo con un mayor número de ciclos.
TRATAMIENTO SINTOMÁTICO DEL ACNÉ
Y DEL HIRSUTISMO
Los anticonceptivos orales combinados (AOC) son el tratamien-
to de elección para el hirsutismo moderado [3]
. Se deben uti-
lizar progestágenos con baja actividad androgénica (gestá-
genos de segunda generación: desogestrel y norgestimato) o
progestágenos con actividad antiandrogénica (acetato de
ciproterona). En las mujeres con hirsutismo moderado-grave
y/o alopecia, la combinación con antiandrógenos aumenta
su eficacia.
La espironolactona es un antiandrógeno que compite con la
testosterona y la di-hidro-testosterona a nivel del receptor
androgénico, la dosis recomendable es 100-200 mg/día en
dosis fraccionadas [12]
. El acetato de ciproterona es un pro-
gestágeno con una potente actividad antiandrogénica, habi-
tualmente se administra conjuntamente a un anticonceptivo
[38]
en dosis de 50-100 mg administrados en los primeros 10
días del anticonceptivo. La flutamida actúa bloqueando la
captación de la molécula de andrógeno y su unión al recep-
tor nuclear [33]
, la dosis recomendable es 250-500 mg/día. El
finasteride inhibe la enzima 5-alfa-reductasa que actúa blo-
queando la conversión intracelular de testosterona en di-
hidro-testosterona [9]
, dosis de 5 mg al día son suficientes
para el tratamiento del hirsutismo.
Diversas publicaciones demuestran su mayor eficacia al
asociar la flutamida [10]
, la espirolactona [27]
, el finasteride [40]
o el acetato de ciproterona [38]
a los anticonceptivos orales
combinados.
Los fármacos sensibilizantes a la acción de la insulina, en espe-
cial la metformina, permiten reducir sustancialmente las
manifestaciones del hiperandrogenismo [37]
, la dosis reco-
mendada es 1 500-1 700 mg/día, administrada de forma gra-
dual y fraccionada. La utilización de glitazonas permite
reducir la hiperandrogenemia incluso en mujeres con obesi-
dad extrema [2]
.
Pueden ser también útiles otras medidas complementarias
como la disminución de peso, el tratamiento cosmético, el
tratamiento con antibióticos y terapias tópicas del acné.
Conclusión
El tratamiento adecuado del SOPQ requiere un diagnóstico
preciso y deberá contemplar las necesidades a corto, medio y
largo plazo de la paciente. A corto/medio plazo será el trata-
miento sintomático de acuerdo con las necesidades individuales
de cada mujer: en mujeres obesas, la pérdida ponderal y el ejer-
cicio físico; para regular los ciclos, la inducción de hemorragia
por deprivación con progesterona cíclica; para el tratamiento de
los síntomas androgénicos, los AOC, los antiandrógenos o los
agentes sensibilizantes a la acción de la insulina; en casos de
deseo de embarazo, la inducción de la ovulación, el drilling
ovárico o la FIV. A largo plazo deben considerarse la prevención
de la diabetes tipo II y enfermedades cardiovasculares. En toda
paciente de SOPQ, debe realizarse un perfil lipídico, colesterol,
glucosa e insulina y se aconsejarán las medidas apropiadas
(dieta, ejercicio y tratamiento con agentes sensibilizadores de la
insulina) en los casos de riesgo. También será necesario evaluar,
cotejar y prevenir la aparición de neoplasias estrógeno-depen-
dientes.
Por último, el seguimiento de estas mujeres por parte de un
equipo multidisciplinario (ginecólogo-obstetra-endocrinólogo-
dietista-internista) y la aplicación de técnicas de educación
terapéutica permitirá la reducción de la morbimortalidad en
este grupo de pacientes.
3
Ginecología Ovarios poliquísticos: actualización E – 133-A-10
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Tur R, Parera N, Ybarra J, Barri PN. Ovarios poliquísticos: actualización. Encycl Méd Chir (Editions Scientifiques et
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