Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
Sandra liliana salazar
1. Las Ciencias Naturales y la Educación ambiental, más que un área aislado, un
fenómeno y práctica educativa social
La educación, tal y como se ha venido impartiendo, ha estado dirigida a la simple
transmisión de conocimientos científicos sobre el ambiente, esto es, ciclos de la materia,
principios y reacciones físicos, químicos y biológicos, a las relaciones de causa-efecto
entre ellos y a la aplicación de técnicas diseñadas y validadas empíricamente para lograr,
individual y socialmente, cambios de actitud y hábitos de las personas con respecto a su
entorno. Además, se enfatiza en aspectos pedagógicos sin relación transdisciplinaria ni
transversal. Esto hace que los objetivos de la educación ambiental no estén dirigidos a la
verdadera raíz del problema; es decir, a cuestionar el modelo civilizatorio actual, con sus
patrones productivistas, consumistas y derrochadores impuestos por la ideología
neoliberal del mercado global desregularizado, sin critica.
La educación debe cuestionar la lógica del sistema de organización social excluyente,
anti-democrático, insustentable y depredador; no evitarlo supone incurrir en severas
contradicciones entre los valores ambientales que se pretenden insertar en la población y
aquellos que se practican en la sociedad moderna.
Lo deseable es que induzca a repensar el ambiente como una integración de elementos,
como recursos, medios de vida, biosfera, cultura, idiosincrasia, valores humanos, visión y
folclor, y que sus sinergias se incluyan en la percepción ambiental.
El mejoramiento de la calidad ambiental es la meta más importante de la educación
ambiental. La educación ambiental se plantea como objetivo lograr una población
ambientalmente informada, preparada para desarrollar actitudes y habilidades prácticas
que mejoren la calidad de vida.
Según Ausubel (1983:37) el aprendizaje significativo o aprendizaje de calidad, no
puramente memorístico o mecánico, se caracteriza por implicar que el educando
comprenda conceptos, procedimientos, actitudes y valores; hay aprendizaje significativo si
el aprendizaje puede relacionarse, de modo no arbitrario y sustancial, con lo que el
alumno ya sabe y si éste adopta la actitud de aprendizaje correspondiente para hacerlo
así.
2. Las estrategias de aprendizaje han de generar curiosidad epistémica, control de la tarea,
confianza y desafío, generando estilos de vida saludables hacia el cuidado del ambiente y
consigo mismo. Cuestionando por ejemplo las formas de generación de energía, los
hábitos de consumo y transporte, identificando la distribución de responsabilidades
diferenciadas en el problema de la contaminación del aire y de la policrisis ambiental.
La participación, en su sentido más profundo y completo, puede ser concebida como un
proceso en el que un individuo o grupo indaga y analiza una situación concreta, busca
alternativas y posibles aportaciones positivas para contribuir a la resolución del problema;
prepara un plan de acción y valora sus posibles efectos; pasa a la acción, poniendo en
práctica lo acordado y valora los resultados obtenidos de manera grupal.
El aprendizaje- APRENDIENDO HACIENDO, como una metodología educativa eficaz
para promover el cambio social, que incluye al desarrollo sustentable como uno de los
conceptos centrales de ese cambio social (paradigma de la educación ambiental), como
promotor de las transformaciones políticas. La educación ambiental implica, como el
aprendizaje-servicio, una didáctica de tipo activa que incluye distintas modalidades de
experiencias.
La educación ambiental debe aportar los conocimientos, aptitudes, actitudes, motivación y
deseo necesarios para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones
a los problemas actuales y para prevenir los que pudieran aparecer en lo sucesivo,
debería interesar al ser humano en un proceso activo para resolver los problemas
ambientales; La educación ambiental debe generar en las personas conciencia de su
capacidad para intervenir en la resolución de los problemas, superando la impresión de
impotencia que provoca la información teñida de catastrofismo o fatalismo. En este
sentido, ha de mostrar y ayudar a construir alternativas de acción positiva.
La población escolar sigue siendo el sector de la población al que van dirigidas la mayoría
de las iniciativas en educación ambiental, limitando con ello la capacidad de acción y la
eficacia no solo por excluir al resto de la sociedad, sino por las escasa incidencia de los
niños y niñas en edad escolar sobre las decisiones y comportamientos que, finalmente,
son responsables de los problemas ambientales más importantes. Este hecho oculta de
algún modo aspectos ideológicos subyacentes de la verdadera dimensión que se le quiere
dar a la educación ambiental: los escolares deben tomar conciencia de los problemas
ambientales para que en un futuro mejoren la situación, que no es sino una manera de
3. descargar responsabilidades a los adultos que en el presente deben evitar y solucionar
tales problemas. Los propios niños ejercen cambios en las conductas de los adultos
(padres) haciéndoles tener una serie de comportamientos de consumo que por ellos
mismos quizás no tendrían, la publicidad, el mercado controla los comportamientos de
unos y otros. En resumen la acción educativa sobre los problemas ambientales dirigida a
los escolares está plenamente justificada en todos los niveles y más allá del centro, en las
asociaciones de padres, de vecinos, etc.
El trabajo con problemas ambientales es un buen recurso atractivo y motivante que
permite conectar con el entorno ambiental próximo de los alumnos y mantener su interés
durante todo el proceso. Permite dar un sentido lógico a todo el proceso de investigación,
integrando de forma natural el conjunto de las actividades realizadas y los contenidos de
todo tipo puestos en juego. Los problemas ambientales permiten aproximarnos a un
conocimiento escolar que integra valores, procedimientos y conceptos de un grado cada
vez mayor de generalidad.
Trabajar con problemas promueve el espíritu crítico, la autonomía, el respeto a la
diversidad, la cooperación, la solidaridad y la acción trasformadora. No son procesos
ideológicamente neutros al aparecer naturalmente las relaciones entre ideologías y poder
y entre estas y los procesos de utilización de los recursos.
Es obvio que la educación ambiental en la escuela tiene un alcance limitado en cuanto
que no podrá ejercer en la misma medida su acción sobre todos los problemas, de ahí
que debamos estructurar el tratamiento de los problemas ambientales según la
complejidad de su naturaleza, su cercanía y nivel de afección, y posibilidad real de
intervenir, considerando igualmente los recursos e instrumentos de trabajo más idóneos
en cada caso. Desde una percepción limitadora, quizás no podamos solucionar ni siquiera
un pequeño problema de nuestra clase por intervenir en él varias variables, no obstante
entre las múltiples opciones positivas ante un problema podremos plantearnos siempre
algún objetivo realista: conocerlo, valorarlo, evitar que se produzca, solucionarlo, mitigar
sus consecuencias, etc. Es pertinente de todos modos, seguir emprendiendo acciones
concretas, claras y sencillas desde las aulas de clase que promuevan una cultura
4. ciudadana ambiental de conservación así no le logren atacar todos los problemas que de
este tipo se encuentran en la cotidianidad.
Las Ciencias naturales y la Educación Ambiental deben propiciar un cambio de actitudes
y una participación responsable en la gestión del medio y crear actuaciones adecuadas
con el entorno. La conceptualización del medio y las actitudes con respecto a la
educación ambiental guardan estrechas relaciones, desarrollar la sensibilización ante
problemas socio-ambientales, mediante la reflexión crítica de plantearse problemas,
debatirlos, construir opiniones propias, difundir esas problemáticas y sus propuestas de
solución, generar conciencia de las actitudes y comportamientos, sobre el equilibrio del
entorno, valorando las repercusiones de impactos importantes, desarrollar actitudes de
solidaridad, a partir de la comprensión de las interrelaciones entre los diversos medios y la
interdependencia socioeconómica, política y cultural, superando la separación rígida:
medio natural y medio social.
Desde la básica primaria es necesario emprender acciones sencillas que permitan
comprender a los niños y a las niñas la necesidad de cuidar, proteger y preservar el medio
ambiente como la gran casa de todos y a comprender la naturaleza como un fenómeno
que permea la cotidianidad y los entornos donde nos desenvolvemos.
SANDRA LILIANA SALAZAR
DOCENTE