1. RECOMPENSAS Y RECONOCIMIENTOS
Si algo he aprendido en mi vida, es que toda persona desea
ser apreciada. Esto vale para gerentes y empleados, padres
e hijos, entrenadores y jugadores. Nunca dejamos de
experimentar esta necesidad e, incluso cuando parecemos
independientes y autosuficientes, lo cierto es que
necesitamos que los demás nos ayuden a sentirnos
valorados. Estamos casi siempre demasiado ocupados o
estresados para recordar que el reconocimiento que
ambicionamos también lo ambicionan los demás.
2. RECOMPENSAS Y RECONOCIMIENTOS
Efectivamente, en el ambiente empresarial de hoy día, las
recompensas y los reconocimientos han llegado a ser más
importantes que nunca, por varias razones:
Los gerentes disponen de menos maneras de influir en sus
empleados o de moldear su comportamiento.
La coerción dejó de ser una opción; deben funcionar cada vez más
como capacitadores para influir indirectamente sobre sus
empleados, en vez de exigir determinado comportamiento.
A los empleados se les pide, de manera creciente, que hagan más y de
un modo más autónomo. Al haber menos control, los gerentes
necesitan crear ambientes de trabajo positivos y estimulantes.
En tiempos de estrechez económica, las recompensas y el
reconocimiento proporcionan una manera eficaz y poco costosa de
estimular a los empleados para que logren más altos niveles de
desempeño.
3. RECOMPENSAS Y RECONOCIMIENTOS
Las pautas para reconocer y recompensar eficazmente la labor de
los empleados son sencillas:
Adecuar la recompensa a las personas.
Adecuar el premio a lo logrado
Ser oportuno y específico
He aquí una buena regla básica: por cada cuatro recompensas
informales (por ejemplo, un “muchas gracias”), debe entregarse un
reconocimiento un poco más formal (por ejemplo, un día libre
remunerado); y por cada cuatro recompensas formales, debe darse
una todavía más formal (por ejemplo, una placa o un elogio en
público durante alguna reunión de la empresa); y así sucesivamente
hasta llegar a aumentos de sueldo, ascensos y asignaciones
especiales.
4. RECOMPENSAS Y RECONOCIMIENTOS
Las siguientes pautas deben seguirse para que los programas de
recompensas sean eficaces:
Estos programas deben reflejar los valores y la estrategia de la
compañía.
Los empleados deben participar en la elaboración y ejecución de los
programas.
Los programas deben ser variados, pues lo que es significativo para
algunos puede no serlo para otros.
Los programas pueden comprender premios en dinero,
reconocimiento de tipo personal que no tenga ningún costo, o
ambos.
Los programas deben hacerse conocer ampliamente.
Los programas deben durar poco y cambiarse con frecuencia.
5. RECOMPENSAS Y RECONOCIMIENTOS
RECONOCIMIENTOS SIN COSTO
Algunas de las formas más eficaces de reconocimiento no cuestan
nada. Unas palabras de agradecimiento dichas sinceramente por
la persona apropiada en el momento oportuno pueden significar
más para un empleado que un aumento de sueldo, una
recompensa formal o una pared de certificados o placas. Parte
del poder de tales reconocimientos proviene de saber que alguien
dedicó el tiempo necesario para darse cuenta del logro, buscar al
empleado que lo obtuvo y felicitarlo personalmente en forma
oportuna.
6. RECOMPENSAS Y RECONOCIMIENTOS
RECOMPENSAS DE BAJO COSTO
Muchas de las maneras más eficaces de expresar reconocimiento
no cuestan nada. Con una modesta inversión de tiempo, energía y
dedicación, cualquier gerente puede recompensar a su personal de
una manera única y verdaderamente memorable. La mayoría de
estas recompensas cuestan menos de 100 pesos cada una:
Cartas del jefe inmediato, del jefe de departamento, del subdirector
o del director de la empresa.
Llamadas telefónicas personales del jefe de departamento, del
subdirector o del director de la empresa.
Día libre, medio día libre, viernes libre.
Suscripción a una revista.
Comida con el personal directivo, el vicepresidente o el presidente.
Reconocimiento vía correo electrónico
7. RECOMPENSAS Y RECONOCIMIENTOS
RECOMPENSAS DE BAJO COSTO
Regalo promocional, recuerdo especial.
Tarjeta de cumpleaños, torta, regalo.
Entradas para espectáculos.
Botella de vino o de champaña.
Premio de capacitación o de asistencia a un curso.
Viajes de fin de semana.
Cartas de felicitación.
Almuerzo de agradecimiento.
Flores.
Comida o celebración con el cónyuge.
Regalos para los hijos de los empleados recién nacidos.
Un CD de música de su agrado.