La procrastinación, un fenómeno a nivel mundial causado por las distracciones que existen en nuestro medio, en esta investigación se explican la, definición, causas, consecuencias y opciones para evitar caer y salir de esta conducta contraproducente.
2. Definición
La procrastinación es la postergación o posposición, es la
costumbre o hábito de postergar la realización importante de una o
varias tareas.
A continuación se explicarán las principales causas, consecuencias y
métodos opcionales para dejar esta costumbre contraproducente.
3. La procrastinación es un término utilizado en psicología que indica
el hábito de una persona de postergar para más tarde las tareas o
actividades prioritarias y de reemplazarlas por actividades de
menor importancia (secundarias), irrelevantes y probablemente
agradables.
Puede ser el signo de un trastorno psicológico subyacente, aunque
esta correlación está siempre sujeta a debate.
La procrastinación siempre encuentra en otras tareas entretenidas
su excusa y ladrón de tiempo perfecto.
Una de las características de este tipo de aplazamientos, además,
es el hecho de que tenemos intención de realizar la tarea tarde o
temprano, ya que de algún modo sabemos que su realización es
algo por lo que tenemos que pasar.
4. ¿Qué es procrastinar?
Actualmente uno de los problemas o fenómenos más comunes que
nos encontramos en la organización del trabajo a pesar de ser
fácilmente reconocible, es difícil de explicar.
Procrastinar es postergar tareas difíciles, poco agradables, cosas
que no nos gusta hacer o al hábito de postergar sin justificación
actividades u obligaciones que tienen que ser atendidas, en lugar
de desempeñar esas, nos perdemos en las cosas más nimias y/o
agradables trabajando hasta el detalle tareas que no requerían
tanto tiempo.
5. Sin embargo, no se trata simplemente de la típica conducta que
podamos asociar a una persona pícara o hedonista.
En una encuesta pasada a 1347 adultos de diversas nacionalidades, un
cuarto de estos manifiestan una tendencia fuertemente fijada a
aplazar tareas, independientemente de su sexo o cultura. Otro
estudio señala que cada empleado pasa alrededor de una hora y
veinte minutos diarios aplazando su tarea principal, con el consiguiente
coste de oportunidad para la organización.
Además, alrededor de un 32% de los estudiantes universitarios podrían
tener graves problemas con la procrastinación, según el estudio
de Patterns of Academic Procrastination.
Por otro lado, el psicólogo Piers Steel sostiene en su publicación
The Procrastination Equation que, allí donde está presente, esta
tendencia va en contra del propio bienestar en un sentido amplio:
contribuye a tener una peor salud y unos salarios más bajos.
Además, puede conducir a actitudes compulsivas o muy intensas que
sirven para evadir la responsabilidad principal: comer mucho, jugar a
videojuegos, etc.
6. Causas
Diferentes estudios sugieren una posible relación entre la procrastinación y
los trastornos de los siguientes comportamientos :
Ansiedad.
Baja autoestima.
Perfeccionismo.
Aburrimiento y apatía.
Impulsividad
Otros factores también pueden ser asociados con la procrastinación
como el miedo al fracaso o a la dificultad, el miedo del éxito, la falta de
motivación o dificultades de concentración, trabajo excesivo o
agotamiento profesional.
7. EL PROBLEMA
Sin embargo, siendo que la procrastinación puede llegar a ser tan problemática,
¿por qué seguimos permitiendo que ocurra?
Es difícil justificar el aplazamiento de una tarea necesaria, siempre que la reconozcamos como tal. Experimentamos
la extraña noción de haber entrado en el ciclo constante del “mejor mañana”, justificando esta decisión una vez ya
ha sido tomada por una instancia superior a nuestra consciencia. De esta forma, se racionaliza un mecanismo
profundamente irracional y automático forrándolo con un recubrimiento de palabras y justificaciones a la carta.
¿Cuál es la clave que dispara este mecanismo automático de eternos retrasos?
El investigador Piers Steel podría haberla encontrado.
Según indican sus investigaciones, hay una clara relación entre la tendencia a retrasar tareas y la impulsividad.
En estos estudios, la presencia o no de la capacidad de autorregulación, es decir, la habilidad para controlarse a
uno mismo en favor de recompensas futuras, explicaba el 70% de los casos de procrastinación.
Se evidenciaba una relación directa entre niveles de impulsividad y tendencia a aplazar tareas.
En investigaciones más recientes, Steel ha encontrado fundamentos que favorecen la hipótesis de que entre la
impulsividad y está molesta tendencia existe la misma base genética.
Si impulsividad comporta dificultades para evitar conductas que no convienen, procrastinación supone dificultades
para accionar conductas que convienen: son, prácticamente, parte del mismo fenómeno; un fallo a la hora de
seguir el sistema de conductas que lleva a las metas a largo plazo.
8. Consecuencias
Estrés
Sentimiento de culpabilidad.
Pérdida de productividad.
Juicio social relacionado a la evasión de sus responsabilidades
(por ejemplo: en el trabajo).
Estigmatización: el trastorno puede ser interpretado por su entorno
como pereza o una falta de ambición.
Fortalecimiento de la procrastinación.
9. Luchar contra la procrastinación
Si sufre de procrastinación o de un trastorno emparentado, se
recomienda consultar con un psicólogo.
Ciertas técnicas de gestión del tiempo permiten luchar contra la
procrastinación:
Elaborar listas de tareas que hay que efectuar, con una estimación
del tiempo necesario para terminarlos.
Identificar las prioridades.
Reservar tiempo para los imprevistos.
Optar por un entorno de trabajo sin distracción y planificar horarios
propicios a la productividad.
10. ¿QUÉ HACER PARA
SOLUCIONARLO?
Saber cuál es nuestro “ciclo personal de energía”
Señalar nuestros “ladrones” de tiempo:
Reuniones imprevistas.
Conversaciones que se alargan más de la cuenta.
Visitas imprevistas e inoportunas.
Mala administración de las llamadas telefónicas.
Seguir unas claves de organización para que no nos invada la desidia y nos lleve a la procrastinación:
Mantener la mesa ordenada.
No dejar trabajos sin terminar.
Que no se eternicen los trabajos pendientes.
Saber delegar.
Saber decir no a tareas que pueden colapsarnos, ser conscientes de nuestros límites.
Ordenar por prioridad las tareas a desempeñar: importantes y urgentes, importantes o urgentes, rutinaria, trivial.
11. Conclusiones
En base a esta explicación sobre la mecánica del aplazamiento de
tareas, la solución pasa por crear estrategias de trabajo que
transformen las metas difusas, generales y lejanas en el tiempo en
pequeños objetivos muy concretos que tienen que ser cumplidos
inmediatamente.
En resumen, hay que Cortar las metas poco importantes con
capacidad de atraernos a otros estímulos distractores, frente
actividades muy bien determinadas que reclaman urgentemente
nuestra atención, desde el aquí y ahora hasta la concluir con el
objetivo final.
12. Una buena táctica para autoimponernos dificultades a la hora de
acceder a las distracciones: apagar el televisor que suena de
fondo, guardar el smartphone, cerrar chats, desconectarnos, etc.
Querer hacer muchas cosas a la vez colapsa nuestra mente y nos
lleva a buscar cosas más sencillas y menos estresantes, la mente
tiende a quedarse con lo agradable, con aquello que le hace la
vida más fácil.
13. DEBEMOS PREVENIR
Nos puede asaltar la procrastinación cuando:
Estamos tan motivados que creemos que solos podemos con todo.
Lo que suele pasar es que al final no sabes por donde empezar y te acaba superando.
Estamos desmotivados con el trabajo o con las tareas que nos encomiendan.
Aquí es mucho más fácil darse a la procrastinación, si no te motiva nada el trabajo postergarás las tareas y las harás cuando
sea inevitable y mientras: ¡a procrastinar!
Somos tan creativos que nuestra mente genera una tormenta de ideas.
Al final nuestro consciente está fantaseando con ideas tan maravillosas, entonces no hay tiempo para realizar las tareas, o hacemos
lo justo y necesario para cubrir el expediente, justificándolo con que “tengo tan buenas ideas”.
Estamos tan inundados de trabajo que no sabemos por dónde empezar.
Trabajo solo y me falta autodisciplina. (No es una Excusa)
Soy “Líder” y estoy solo pendiente de lo que hacen bien o mal nuestro equipo
14. La manera más recomendable de atacar la procrastinación es
motivándonos para sentirnos parte de una organización o del trabajo y
reflexionar sobre los beneficios que nos traerá por consiguiente.
Otra más tosca es planificando cada minuto del día para no tener tiempo
de distracciones, no es recomendable porque acabamos
desmotivándonos por completo o finalmente abandonando la
organización, a causa de las ganas de dejarlo un trabajo para después.
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