Este documento presenta varios casos ilustrativos de variantes morfológicas óseas del tórax encontradas incidentalmente en radiografías de tórax. Describe anomalías congénitas como costillas bífidas y cervicales, y explica que aunque raras, es importante reconocer estas variaciones para evitar confusiones con patologías. El objetivo es enfatizar la evaluación de las estructuras óseas torácicas que a menudo pasan desapercibidas pero pueden proporcionar información diagnóstica valiosa.
1. Dr. Gaspar Alberto Motta Ramírez,
radbody2013@yahoo.com.mx
VARIANTES MORFOLÓGICAS
DEL TÓRAX ÓSEO:
Casos ilustrativos del hallazgo incidental por medio de
la telerradiografía de tórax.
2. Aviso Legal:
Las imágenes contenidas en esta presentación han sido utilizadas para la ejemplificación de
casos clínicos y circunstancias coincidentes con la función de orden social, y su propósito es el
de ilustrar exclusivamente con fines educativos sin afán de comercialización y de lucro,
conforme a lo regulado por la Ley Federal del Derecho de Autor. Cualquier uso distinto puede
implicar violación de derechos en contra de su autor.
Radiología e Imagen.
VARIANTES MORFOLÓGICAS DEL TÓRAX ÓSEO.
3. VARIANTES MORFOLÓGICAS DEL TÓRAX ÓSEO.
El estudio radiológico de la patología
torácica, requiere como primer requisito
conocer la anatomía torácica por imágenes y
la estructura pulmonar básica y así entender
las modificaciones que producen las
distintas patologías en la imagen de las
estructuras anatómicas.
Sabbagh PE, Mordojovich RG y Undurraga MF.
Anatomía radiológica del tórax.
Rev Chil Enf Respir 2012; 28: 109-137.
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4. En la interpretación de la radiología de tórax es
importante adoptar una metodología sistemática y
exhaustiva de lectura para que no se desapercibidos
o se infravaloren hallazgos que influyan en el
diagnóstico del paciente.
Esa correcta interpretación radiológica nos aporta
abundante información y ayuda en la orientación
diagnóstica.
La radiografía de tórax incluye numerosas
ESTRUCTURAS ÓSEAS que aportan información
sobre diversa patología ósea, imprescindible a veces
para el correcto diagnóstico clínico.
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5. La diversa patología que puede aparecer en las
estructuras óseas de una radiografía de tórax puede
clasificarse en:
- Anomalías congénitas.
- Alteraciones en la densidad ósea.
- Lesiones óseas benignas.
- Tumores óseos.
- Infecciones.
- Traumatismos.
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6. Objetivo:
Enfatizar el que las estructuras óseas pasan desapercibidas
con demasiada frecuencia en la telerradiografía de tórax (Ttx), a pesar
de que su evaluación es relativamente fácil de hacer con esta técnica, y
que con frecuencia condiciona cierta dificultad al establecer el origen
esquelético de una lesión torácica. A menudo, las lesiones óseas se
superponen a los pulmones, por lo que pueden simular enfermedades
pulmonares.
7. En esta presentación haremos énfasis en las
variantes morfológicas del tórax óseo, señaladas
como congénitas.
Las principales estructuras óseas que aparecen en la
radiografía de tórax son:
1. Los cuerpos vertebrales,
2. Los arcos costales,
3. Los húmeros.
4. Las escápulas.
5. y las clavículas.
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8. Además en lo referente a las variantes morfológicas del tórax
óseo, congénitas mostraremos sobretodo anormalidades óseas
costales; con recomendación de la presentación electrónica:
http://www.slideshare.net/betomotta/deformidades-congenitas-
de-la-pared-toracica donde se muestran otras anormalidades
congénitas óseas; incluyendo en este trabajo una de ellas, no
incluida en el mencionado trabajo electrónico.
Material y Métodos:
Se revisaron los estudios radiológicos solicitados de
tórax con énfasis en la identificación de variantes
morfológicas del tórax óseo.
Al ser estas sutiles en su identificación en la Ttx, su
definición puede ser problemática como por ejemplo
en regiones en las que los huesos torácicos se
superponen a otras estructuras.
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9. Figura 1b: Índice de severidad de Haller:
378; por arriba de 3.25 se considera una
deformidad severa que amerita corrección
quirúrgica
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11. Las imágenes de la TC
torácica (figuras 2b-d)
muestran que no hay
desarrollo de los músculos
pectorales mayor y menor
izquierdos, negativo para
crecimientos ganglionares
mediastinales, con parénquima
homogéneo. En la RMP
coronal (figuras 2e,f) se
demostró además desarrollo
parcial de los cartílagos
costales superiores izquierdos.
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12. Resultados:
Las anomalías costales no son frecuentes,
pero se ven periódicamente en la práctica diaria, en
aproximadamente el 1-2% de las Ttx. En la mayoría
de los casos se trata de hallazgos aislados que
ocurren de forma esporádica y sólo en contadas
ocasiones tienen significación clínica.
Dentro de las deformidades congénitas costales
la costilla bífida o en tenedor es la más frecuente de
estas anomalías (0.6%) y consiste en que el arco
anterior de una costilla está duplicado. Figuras núms.
4-7.
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13. ANOMALÍAS CONGÉNITAS.
Costilla cervical: costilla/-s supernumerarias, uni o
bilaterales. desarrolladas en el último nivel cervical.
Costilla bífida, fusión costal: malformaciones en el
desarrollo de los arcos costales. La bifidez afecta a la
parte anterior del arco costal y puede asociarse a
otras alteraciones.
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18. Resultados:
La literatura aporta muy poca información acerca de la
significancia de la costilla bífida o en tenedor.
Aquellos pacientes con esta variante deberán ser examinados a
conciencia en el examen físico, con especial atención a la
evaluación de cavidad oral y de piel y faneras, con el fin de
identificar signos de origen en un síndrome genético.
Hallazgos físicos tales como hoyuelos palmares, calcificaciones
subcutáneas o quistes odontogénicos condicionan una
investigación radiológica y genética exhaustiva. Si el examen
físico es normal y el paciente esta asintomático, no es necesario
mas.
Kupeli E, Ulubay G.
The clinical picture. Bony bridge of a bifid rib.
Cleve Clin J Med 2010;77(4):232-233.
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19. Resultados:
La costilla bífida o en tenedor se ha asociado con síndromes
genéticos tales como el de Gorlin-Goltz (ie, síndrome névico
baso-celular,), con afección y extensión sistémica como a
hueso, piel, ojos y sistema nervioso.
Ocasionalmente, la costilla bífida forma parte del síndrome de
Jobs (ie, niveles elevados de inmunoglobulina E e infecciones
recurrentes), y del síndrome de Kindler, una genodermatitis rara.
Kupeli E, Ulubay G.
The clinical picture. Bony bridge of a bifid rib.
Cleve Clin J Med 2010;77(4):232-233.
Radiología e Imagen.
20. Resultados:
La fusión costal y puente óseo ocurre en el 0.3% de la
población. La fusión costal es más común en las dos primeras
costillas, y puede afectar al arco posterior, al anterior o a
ambos. El puente óseo costal implica la unión focal de dos
costillas adyacentes por proliferación o sobrecrecimiento del
hueso. El puente puede ser completo, o bien presentar
seudoartrosis. Figura núm. 8
Estas anomalías morfológicas tienen predominancia en mujeres
y en el lado derecho. Generalmente carecen de significación
clínica.
Sin embargo, el médico debe conocerlas para evitar
exploraciones innecesarias.
22. Resultados:
La costilla cervical es una costilla accesoria o supernumeraria
que se origina en la séptima vértebra cervical, y se da en el
0.5% de la población. Se articula con una apófisis transversa de
tipo cervical (con disposición horizontal, a diferencia de la
apófisis transversa torácica, de curso ascendente). Figuras
núms. 9 y 10.
Se puede confirmar que esta anomalía corresponde a un hueso
supernumerario identificando la verdadera segunda costilla, que
siempre se articula anteriormente a la altura de la unión
manubrio esternal.
23. XLIX Curso anual de Radiología e Imagen, 18 al 21 de Febrero del 2015.
24. Resultados:
La costilla cervical radiológicamente puede ser uni o bilateral,
y variar en tamaño, desde un pequeño osículo hasta un hueso largo,
que a menudo se fusiona o se articula anteriormente con la primera
costilla.
Aunque generalmente es asintomática (en el 90% de los casos), la
costilla cervical representa la anomalía costal más importante desde el
punto de vista clínico, ya que puede provocar el síndrome del opérculo
torácico por compresión del plexo braquial o de los vasos subclavios.
Este síndrome se asocia con dolor en la mano cuando se eleva el
brazo, asimetría en la intensidad del pulso entre los dos brazos cuando
la extremidad adopta determinadas posiciones y fenómeno de
Raynaud. También puede ocasionar una “masa espúrea”, palpable en la
fosa supraclavicular.
Es importante no confundir la hipoplasia de la primera costilla con una
costilla cervical.
26. Las imágenes de la AngioTC torácica
(figuras 9d-f) muestran costilla cervical der.
condicionante de disminución mayor al 50%
del espacio costoclavicular, con
desplazamiento de arteria subclavia, sin
compresión; así como costilla cervical izq.
condicionante de disminución menor al 50%
del espacio costoclavicular, con compresión
sobre la arteria subclavia, ipsolateral.
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27. El término de síndrome de la salida torácica (SST) abarca
diversos trastornos clínicos que se producen como consecuencia de la
compresión intermitente o persistente de los distintos elementos que
salen del tórax hacia el brazo; por lo cual puede haber síntomas
vasculares, neurológicos o combinados.
Rob y Standaven describieron seis síndromes compresivos:
a) síndrome del escaleno anterior, b) síndrome de la costilla cervical,
c) síndrome costoclavicular, d) síndrome de la hiperabducción, e)
síndrome del pectoral menor y f) síndrome de estrechez de la apertura
superior del tórax.
Álvarez-Hernández E, Ávila-Ocampo RM.
Síndrome de la salida torácica. Reporte de un caso y revisión de la literatura.
Rev Med Hosp Gen Mex 2002; 65 (4): 226-229.
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29. Conclusiones:
Es útil analizar con detalle las zonas periféricas del tórax. Una
observación cuidadosa de la caja torácica permite descubrir
procesos patológicos primarios del hueso o evidencias de una
enfermedad sistémica, y proporciona pistas para detectar
enfermedades de vecindad.
Los principales procesos patológicos óseos de la caja torácica
incluyen displasias congénitas, enfermedades inflamatorias e
infecciosas, traumatismos y neoplasias. Además, el médico
radiólogo debe estar familiarizado con diversas variantes
normales y anomalías del desarrollo, con el fin de evitar
confundirlas con verdaderas anormalidades.
Radiología e Imagen.
30. Conclusiones:
En esta presentación electrónica se ilustran algunos
ejemplos de variantes morfológicas óseas, algunas de
ellas son variantes normales, algunas otras son anormalidades
sin consecuencia alguna, y muy pocas están relacionadas con
anormalidades significativas.
Es importante que tanto el técnico como el médico radiólogo
conformen un equipo de trabajo; el técnico radiólogo debe no
solo limitarse a la obtención optima de las proyecciones
solicitadas. Ante el hallazgo de una variante morfológica ósea,
deberá efectuar una evaluación que incluya otras proyecciones
con el paciente en el departamento de radiología y que permitirá
resolver el rompecabezas diagnóstico; siempre consultando al
médico radiólogo.
WFC van Gelderen.
Skeletal changes mimicking intrathoracic disease on chest radiographs.
Journal of Medical Imaging and Radiation Oncology 2009;53: 546–553
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