Generalidades de Morfología y del aparato musculoesquelético.pdf
Manejo de líquidos y electrolitos en el paciente quirúrgico
1. MANEJO DE LIQUIDOS Y
ELECTROLITOS EN EL PACIENTE
QUIRURGICO
GENARO FRAUSTO GUTIERREZ R1CG
HOSPITAL GENERAL DURANGO 450
ASESOR: DR JESUS RAMOS CIRUJANO TURNO DE LA TARDE
2. “Los cirujanos son los maestros de los líquidos porque necesitan
serlo.”
3. AGUA CORPORAL TOTAL
El agua constituye alrededor de 50 a 60% del peso total del cuerpo.
Las estimaciones del agua corporal total se deben disminuir
alrededor de 10 a 20% en los individuos obesos y hasta 10% en los
desnutridos.
El agua corporal total se divide en tres compartimientos de líquidos
funcionales: el plasma, el líquido extracelular y el intracelular
6. 1. Requerimientos diarios de:
- Agua: 30 a 35 ml/Kg (2000-2500
cc).
- Sodio y potasio: 1 mEq/Kg.
- Cloruro: 1.5 mEq/Kg.
2. Pérdidas normales diarias de
agua:
- Orina: 1200 a 1500 cc (25-30 ml/Kg).
- Piel: 200 a 400 cc.
- Respiratorias: 500 a 700 ml.
- Heces: 100 a 200 ml.
3. Pérdidas normales de electrólitos:
- Sodio y potasio: 100 mEq
- Cloruro: 150 mEq.
7. El compartimiento del líquido extracelular está equilibrado entre el catión
principal, sodio, y los principales aniones, cloruro y bicarbonato.
Los cationes potasio y magnesio y los aniones fosfato y proteínas constituyen casi
todo el compartimiento de líquido intracelular
8. La actividad fisiológica de los electrólitos en solución depende del número de:
Partículas por unidad de volumen (milimoles por litro, o mmol/L)
Cargas eléctricas por unidad de volumen (miliequivalentes por litro, o meq/L)
Iones con actividad osmótica por unidad de volumen (miliosmoles por litro, o
mosm/L).
Osmolalidad sérica calculada = 2 sodio (glucosa/18) . (BUN/2.8)
9. La osmolalidad del líquido intracelular y del extracelular se mantiene entre 290 y 310
mosm en cada compartimiento.
Las pérdidas diarias de agua incluyen 800 a 1 200 ml por la orina, 250 ml por las heces y
600 ml como pérdidas insensibles.
Piel (75%) y los pulmones (25%) y aumentan por factores como:
fiebre, hipermetabolismo e hiperventilación.
11. Homeostasis acido-básica
El pH es una medida de acidez o alcalinidad de una disolución. El pH indica la
concentración de hidrogeniones presentes en determinadas disoluciones o logaritmo
negativo de la concentración de H+ y pK es el cologaritmo negativo de la constante de
disociación del ácido carbónico.
Los iones H+ secretados se combinan con el HCO3– filtrado para dar origen a H2CO3; en
presencia de anhidrasa carbónica en la membrana apical del túbulo proximal se forma
H2O y CO2 a partir del H2CO3.
12. El equilibrio ácido-básico es un proceso complejo en el cual participan múltiples
órganos para mantener relativamente constantes una serie de balances
interrelacionados, tales como: pH, equilibrio eléctrico, equilibrio osmótico y volemia
13. El ácido cuantitativamente más importante en el organismo es el ácido carbónico,
formado por la hidratación del CO2 producido en el metabolismo de hidratos de
carbono y grasas
El ácido láctico generado en condiciones normales principalmente por los músculos y
el hígado puede ser mayor en condiciones de aumento del metabolismo anaerobio
como ejercicio importante o shock.
14. Secreción de acido por túbulo renal
Arriba: reabsorción del bicarbonato filtrado a través del dióxido de carbono (CO2).
En medio: formación del fosfato monobásico (H2PO4–).
Abajo: formación de amonio (NH4 +). Obsérvese que en cada caso un ion sodio y uno de bicarbonato (HCO3 –) entran en el
torrente circulatorio por cada hidrogenión secretado. A–, anión; NH3, amoniaco; HPO4 2–, fosfato dibásico.
15. Los tres amortiguadores importantes en el control renal de ácido y
su secreción hacia la luz son, entonces, bicarbonato, fosfato
dibásico y amoniaco.
16. Requerimientos en el paciente quirúrgico
Reponer las pérdidas de agua diarias calculadas en orina, heces y pérdidas insensibles
con solución salina isotónica y no con agua sola, lo cual aporta un poco de sodio a
los riñones para que ajusten la concentración.
Una parte importante de la valoración y el cuidado preoperatorios es la estimación
del estado del volumen y las anomalías electrolíticas preexistentes de un paciente
antes de la intervención.
17. Debe considerarse el déficit de volumen en enfermos que presentan pérdidas
gastrointestinales obvias.
Son menos obvias las, pérdidas de líquidos que se conocen como pérdidas de líquido
extracelular del tercer espacio o no funcionales, y que se presentan en la obstrucción
gastrointestinal, inflamación peritoneal o intestinal, ascitis, lesiones por aplastamiento,
quemaduras e infecciones graves del tejido blando como la fascitis necrosante.
18. La reanimación debe guiarse por la atenuación de los signos de déficit de
volumen, como el restablecimiento de los signos vitales, la conservación de
una diuresis adecuada (0.5 a 1 ml/kg/h en un adulto) y la corrección del
déficit de base.
Si el déficit de volumen cursa con anomalías electrolíticas sintomáticas, es
necesario corregirlas a tal grado que se alivien los síntomas agudos antes de
la intervención quirúrgica.
19. Con la inducción de la anestesia se pierden los mecanismos compensadores y se
presenta hipotensión si no se atienden de modo apropiado los déficit de volumen antes
de la intervención quirúrgica.
Las operaciones abdominales abiertas, además de la pérdida de sangre medida
durante el procedimiento, se acompañan de pérdidas extracelulares constantes en
forma de edema de la pared intestinal, líquido peritoneal, y edema de la herida
durante el procedimiento.
20. El tratamiento posoperatorio con líquidos se basa en el estado del volumen
estimado del paciente en el momento y las pérdidas constantes de líquido
proyectadas.
En el periodo inicial del posoperatorio se administra una solución isotónica. La
reanimación se valora según el restablecimiento de valores aceptables de
los signos vitales y la diuresis y, en casos más complicados, según la
corrección de los déficit de base o lactato.
21. Si la función renal es normal y la diuresis es adecuada, entonces se
añade potasio a los líquidos intravenosos. Las prescripciones diarias
de líquidos deben iniciar con la valoración del estado de volumen
del paciente y la estimación de anomalías electrolíticas.