El documento discute quién podría considerarse el hombre más grande de todos los tiempos. Aunque figuras como Alejandro Magno y Napoleón ejercieron una gran influencia, Jesús ha afectado la vida de la gente durante casi dos mil años a través de sus enseñanzas y ejemplo de vida. Si bien Jesús nunca afirmó ser Dios, reconoció ser el Hijo de Dios y el Mesías prometido, y su imitación cuidadosa de su Padre celestial es lo que lo convierte en el hombre más grande de todos los tiempos.
1. EL HOMBRE MÁS GRANDE DE TODOS LOS TIEMPOS
¿Puede llamarse a algún hombre indiscutiblemente el hombre más grande todos los
tiempos? ¿Cómo se mide la grandeza del hombre? ¿Por su genio como militar?, ¿por
su fortaleza física?, ¿por su capacidad mental?
El historiador H.G. Wells dijo que la grandeza del hombre se puede medir por `lo que
deja plantado para que se desarrolle, y si puso o no a pensar a otros en nuevas
direcciones con un vigor que persistiera después de él´. Aunque Wells no afirmó ser
cristiano, reconoció lo siguiente: “Si se aplica esa prueba, Jesús está en primer lugar”.
Alejandro el Grande (Alejandro Magno), Carlomagno, y Napoleón Bonaparte fueron
gobernantes poderosos. Por su imponente presencia influyeron profundamente en sus
súbditos. Sin embargo, se informa que Napoleón dijo: “Jesucristo ha ejercido influencia
sobre Sus súbditos sin Su presencia corporal visible.
Por sus dinámicas enseñanzas y por el modo como vivió en conformidad con
ellas, Jesús ha afectado profundamente la vida de la gente por casi dos mil
años. Como bien lo expresó un escritor: “El conjunto de cuanto ejército haya
marchado y cuanta armada haya sido construida y cuanto parlamento haya
funcionado y cuanto rey haya gobernado no ha tenido en la vida del hombre
sobre esta Tierra un efecto que iguale al de él”.
¿Quién era, realmente?
Los que se asociaron con Jesús en el primer siglo se hicieron esa pregunta.
Cuando vieron que con una reprensión Jesús calmó milagrosamente un mar
azotado por el viento, se preguntaron, atónitos: “¿Quién, realmente, es este[?]”.
Más tarde, en otra ocasión, Jesús preguntó a sus apóstoles: “Ustedes, ¿quién
dicen que soy?”. (Marcos 4:41; Mateo 16:15.)
Si a usted se le hiciera esa pregunta, ¿qué contestaría? ¿Era Jesús en
realidad Dios? Hoy muchos dicen que era Dios. Sin embargo, los que se
asociaron con él nunca creyeron que él fuera Dios. La respuesta del apóstol
Pedro a la pregunta de Jesús fue: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”.
(Mateo 16:16.)
Jesús nunca afirmó que fuera Dios, pero reconoció que era el Mesías o
Cristo prometido. También dijo que era “Hijo de Dios”, no Dios. (Juan 4:25, 26;
10:36.) Sin embargo, la Biblia no dice que Jesús fuera un hombre como
cualquier otro hombre. Era una persona muy especial, porque Dios lo creó
antes de todas las demás cosas. (Colosenses 1:15.)
Lo que lo hizo el más grande
Porque imitó cuidadosamente a su Padre celestial, Jesús fue
el hombre más grande de todos los tiempos. Como Hijo fiel,
Jesús copiaba con tanta exactitud a su Padre que pudo decir a
sus seguidores: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre
también”. (Juan 14:9, 10.)