Un trastorno de personalidad es un tipo de trastorno mental en el cual tienes un patrón de pensamiento, desempeño y comportamiento marcado y poco saludable. Una persona con trastorno de personalidad tiene problemas para percibir y relacionarse con las situaciones y las personas. Esto causa problemas y limitaciones importantes en las relaciones, las actividades sociales, el trabajo y la escuela.
En algunos casos, es posible que no te des cuenta de que tienes un trastorno de personalidad porque tu manera de pensar y comportarte te parece natural. Y es posible que culpes a los demás por los problemas que tienes.
Los trastornos de personalidad generalmente comienzan en la adolescencia o la adultez temprana. Existen muchos tipos de trastorno de personalidad. Algunos tipos se vuelven menos obvios en el transcurso de la mediana edad.
2. Trastorno paranoide de la personalidad
La característica esencial del trastorno paranoide de la personalidad es un patrón de
desconfianza y suspicacia general hacia los otros, de forma que las intenciones de éstos
son interpretadas como maliciosas. Este patrón empieza al principio de la edad adulta y
aparece en diversos contextos.
3. Los individuos con este trastorno dan por hecho que los demás se van a
aprovechar de ellos, les van a hacer daño o les van a engañar, aunque no
tengan prueba alguna que apoye estas previsiones .Con pocas o ninguna
prueba, tienen base suficiente para sospechar que los demás están
urdiendo algún complot en su contra y que pueden ser atacados en
cualquier momento, de repente y sin ninguna razón.
4. Frecuentemente, sin que haya prueba objetiva de ello, sienten que han sido ofendidos profunda e
irreversiblemente por otra persona o personas. Están preocupados por dudas no justificadas
acerca de la lealtad o la fidelidad de sus amigos y socios, cuyos actos son escrutados
minuciosamente en busca de pruebas de intenciones hostiles. Son reacios a confiar o intimar con
los demás, porque temen que la información que compartan sea utilizada en su contra. Pueden
negarse a contestar preguntas personales diciendo que esa información «no es asunto de los
demás».
5. Por ejemplo, un sujeto con este trastorno puede malinterpretar un error legítimo de un
dependiente de una tienda como un intento deliberado de no dar bien el cambio o
puede ver una observación humorística de un compañero de trabajo como si fuera un
ataque en toda regla. Los halagos son frecuentemente malinterpretados (por ejemplo:
un elogio de algo que acaban de comprar puede malinterpretarse como una crítica por
ser egoísta; un halago por algún logro se malinterpreta como un intento de coartar
una actuación mejor).
6. Síntomas
Sospechar que los demás le van a hacer daño, se van a aprovechar de él o le van a engañar, sin que
exista una base real que justifique este temor.
Preocupación excesiva sobre los verdaderos sentimientos de lealtad y fidelidad de sus amistades y
compañeros de trabajo.
Exageración de las circunstancias normales, viendo signos de peligro y amenaza por todos lados.
Excesiva falta de confianza en los demás. El sujeto evita proporcionar información personal u otra que
considera sensible, ya que piensa que va a ser traicionado, y que dicha información será empleada
contra él para hacerle daño o burlarse.
Cierta tendencia a rumiar mentalmente, es decir, a la repetición de recuerdos de palabras o gestos de
otros que le fueron desagradables, como insultos o injurias –reales o imaginarios–, que hace que
además sea muy rencoroso.
7. • Suelen estar demasiado pendientes de sí mismos, con una actitud auto-referencial, que hace que se
consideren más importantes que el resto.
• Tendencia a dar una respuesta desproporcionada a los ataques de los demás, pudiendo presentar brotes
de ira o de rabia incontrolada “sin venir a cuento”.
• Distanciamiento emocional, mostrándose frío, riguroso y egocéntrico, para evitar que le hagan daño.
• Hipersensibilización ante los comentarios ajenos sobre él, considerándolos una burlao un ataque a su
persona o a su reputación.
• Sospecha infundada de infidelidad de su pareja, lo que va a conllevar un estado constante de tensión, que
en la mayoría de los casos lleva a la separación sentimentalo al divorcio.
• Aislamiento social, debido a su comportamiento reticente y esquivo, que le hace evitar tener más
contacto con los compañeros que el establecido por el horario de trabajo.
• Problemas familiares, normalmente por razones económicas, y debidos a su suspicacia, que le hace
pensar que las personas de su confianza le están engañando, o que pueden contar sus intimidades a
quien no deben, poniendo en riesgo su prestigio.
8. Diagnóstico del trastorno de personalidad
paranoide
Simulación voluntaria en la que se exhiben algunos de los síntomas del trastorno de personalidad
paranoide, bien para librarse de alguna obligación, como cumplir una condena en la cárcel, o bien
con el objetivo de conseguir algún beneficio secundario, como la atención por parte de sus
familiares.
Alteraciones de conciencia producidas por el consumo de determinadas sustancias psicoactivas y
algunos medicamentos. En este caso, los episodios desaparecen con el tiempo cuando el
organismo se deshace de dichas sustancias.
Trastornos del estados de ánimo con síntomas psicóticos, pero donde el núcleo fundamental es
precisamente el estado de ánimo alterado.
Trastorno de esquizofrenia, que puede acompañarse de episodios paranoicos, pero en el que el
paciente también va a sufrir otros síntomas como alucinaciones e ideas delirantes.
9. o Trastorno límite de la personalidad , donde además existen otros síntomas, como los
pensamientos extremos dicotómicos y la inestabilidad emocional.
o Vivencias traumáticas no superadas. Cualquier persona después de un robo, estafa o engaño,
se encuentra más susceptible –y hasta un poco paranoica– con respecto a volverse a
encontrar en circunstancias parecidas, ya que conserva en la memoria el desagradable
recuerdo de lo vivido y sus consecuencias. Normalmente se supera con el tiempo, pero si esta
desconfianza acentuada persiste, hay que comprobar que no se estén sentando las bases de
un trastorno paranoico de la personalidad.
10. Tratamiento del trastorno de personalidad
paranoide
Reestructuración cognitiva, con la que combatir los pensamientos inadecuados que van a incitar las
conductas de evitación. A través de esta técnica se van a conseguir descubrir los
pensamientos intrusivos como: “éste quiere...”, “me va a....”. Una vez identificados, hay que trabajar
con ellos conscientemente con otros como: “no tiene por que ser malo para mí”, “voy a ver su
punto de vista”, de forma que se automatice el proceso y con ello se superen dichos pensamientos.
Entrenamiento en habilidades sociales, con las que mejorar su comunicación con los demás,
facilitando así que pueda establecer nuevas relaciones con las que enriquecer su vida, lo que a su
vez le va a permitir tener mayores posibilidades de recuperación, al contar con un grupo de apoyo
más grande.
11. o Terapia ocupacional, con la que reeducar los comportamientos que hasta ahora estaban
interfiriendo en el correcto desarrollo de las tareas laborales, formando a la persona en
aquellas que precise su puesto, para que obtenga confianza en sus propias habilidades.
o Aproximaciones sucesivas a los lugares o personas temidos injustificadamente, de forma que
adquiera las habilidades necesarias para saber superar su desconfianza en situaciones que con
anterioridad no se atrevería a afrontar.
o Técnicas de control del estrés, que le ayuden a relajar y rebajar la tensión que producen estos
episodios paranoides, lo que le permitirá darse cuenta de que únicamente está pensando de
esta forma a causa del episodio.
13. La característica esencial del trastorno esquizoide de la personalidad es un patrón general de
distanciamiento de las relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional en el plano
interpersonal. Este patrón comienza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos.
Los sujetos con trastorno esquizoide de la personalidad no demuestran tener deseos de intimidad, parecen
indiferentes a las oportunidades de establecer relaciones personales y no parece que les satisfaga
demasiado formar parte de una familia o de un grupo social.
Prefieren emplear el tiempo en sí mismos, más que estar con otras personas. Suelen estar socialmente
aislados o ser «solitarios» y casi siempre escogen actividades solitarias o aficiones que no requieran
interacciones con otras personas.
Los sujetos con trastorno esquizoide de la personalidad suelen parecer indiferentes a la aprobación o la
crítica de los demás y no muestran preocupación alguna por lo que los demás puedan pensar de ellos.
Pueden abstraerse de las sutilezas normales en la interacción social y a menudo no responden
adecuadamente a las normas sociales, de forma que parecen socialmente ineptos o superficiales y
enfrascados en sí mismos.
14. •Prefieras estar solo y elijas realizar actividades solo
•No quieras entablar relaciones cercanas ni disfrutes de ellas
•Te sientas menos en el caso de que desees mantener relaciones sexuales
•Sientas que no puedes tener placer
•Te resulte difícil expresar las emociones y reaccionar adecuadamente ante las
situaciones
•Puedas parecer soso, indiferente o emocionalmente fría ante terceros
•Puedas parecer que careces de motivación y objetivos
•No reacciones ante los elogios o las críticas de terceros
15. Causas
La personalidad es la combinación de pensamientos, emociones y conductas que nos
hacen únicos. Es el modo en el que ves, comprendes y te relacionas con el mundo
exterior, así como el modo en el que te ves a ti mismo. La personalidad se forma
durante la infancia y en ella incide la interacción de las tendencias heredadas y los
factores del entorno.
En un desarrollo normal, los niños aprenden a lo largo del tiempo a interpretar con
precisión los códigos sociales y a responder en forma adecuada. Se desconoce la
causa del trastorno esquizoide de la personalidad, no obstante, una combinación de
factores genéticos y ambientales, en particular, durante los primeros años de la
infancia, puede desempeñar una función a la hora del desarrollo del trastorno.
16. Factores de riesgo
Entre los factores que aumentan el riesgo de tener trastorno esquizoide de la
personalidad, se incluyen los siguientes:
•Tener padres u otros parientes que padezcan trastorno esquizoide de la
personalidad, trastorno esquizotípico de la personalidad o esquizofrenia
•Tener padres con carácter distante, negligente o insensible ante necesidades
emocionales
17.
18. Tratamiento
Terapia conversacional (psicoterapia). La psicoterapia puede ayudar. Si te gustaría entablar relaciones más
cercanas, una forma modificada de terapia cognitiva conductual puede ayudarte a cambiar las creencias y los
comportamientos problemáticos. Un terapeuta comprende tu necesidad de tener un espacio personal y lo difícil
que te resulta abrirte sobre tu vida personal. El terapeuta puede escucharte y ayudar a guiarte sin insistir
demasiado.
Terapia grupal. Un objetivo de un tratamiento individual puede ser participar en un entorno de grupo en el
cual puedes interactuar con otras personas que también están practicando nuevas habilidades interpersonales.
Con el tiempo, la terapia grupal también puede brindar una estructura de apoyo y mejorar tus habilidades
sociales.
Medicamentos. Si bien no existe un medicamento específico para tratar el trastorno esquizoide de la
personalidad, algunos medicamentos pueden ayudar con problemas como la ansiedad o la depresión.