El documento describe la inmunoglobulina E (IgE), un anticuerpo involucrado en reacciones de hipersensibilidad inmediata. La IgE se une a receptores en mastocitos y basófilos, sensibilizándolos para liberar mediadores que causan síntomas alérgicos cuando se expone al alérgeno. El omalizumab es un anticuerpo monoclonal que se usa para tratar alergias al bloquear la unión de la IgE a sus receptores.
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IgE y su papel en las reacciones alérgicas
1. Autor: Ana Gisselle Macías Álava
Docente: Dr. Jorge Cañarte
Universidad Técnica de Manabí
Inmunoglobulina E: Inmunoglobulina involucrada en reacciones de
hipersensibilidad inmediata con capacidad de unirse a basófilos y
mastocitos a través de receptores de gran afinidad que estas células poseen
para su extremo Fc.
Introducción
La inmunoglobulina E o IgE fue uno de
los últimos anticuerpos en ser
descubierto. Según la historia, en 1921 se
tenía en claro que existía un tipo de
sustancia que desencadenaba reacciones
alérgicas, pero no fue hasta 1967 que este
elemento recibió el título de
inmunoglobulina por lo que en 1968 la
OMS declaró un quinto isotipo de
inmunoglobulina, la IgE (1).
La IgE es un monómero que está
conformado por cinco dominios y la
cadena pesada ε. Por medio de su región
Fc, la IgE se une a receptores para esta
región, encontrados en algunas células
del sistema inmunitario; estos receptores
son de dos tipos: los receptores de gran
afinidad y los receptores de poca
afinidad, sin embargo los más
investigados son los receptores de gran
afinidad (FcεRI), expresados,
principalmente, en la superficie de las
APC, basófilos y mastocitos (1).
Aunque la IgE se relaciona a reacciones
de hipersensibilidad inmediata, también
participa en la defensa del anfitrión
contra parásitos helmínticos. Debido a
que estos patógenos son relativamente
grandes para ser fagocitados por los
macrófagos, se requiere la participación
de células con función citotóxica para la
destrucción del mismo. Los linfocitos
Th2 intervienen en la eliminación de las
infecciones helmínticas mediante la IgE
y diversas citocinas que producen; la
interleucina 4 estimula la producción de
IgE induciendo “el cambio de clase de
cadena pesada de Ig en el linfocito B
hacia el isotipo IgE” (2). Del mismo
modo, los Th2 secretan interleucina 5, la
cual funciona en la maduración y
producción de eosinófilos (1, 2, 4).
2. Al estar en contacto con el parásito, las
moléculas de inmunoglobulina E van a
rodear la superficie de este, y
consecuentemente, se unirán los
mastocitos a la región Fc del anticuerpo,
por lo que se secretarán sustancias
tóxicas, entre ellas, la histamina, para la
destrucción del helminto (1, 2, 4).
Mediante el estudio exhaustivo del papel
que tiene la IgE en reacciones de
hipersensibilidad inmediata o de tipo 1,
se han podido desarrollar fármacos
eficaces para el tratamiento de las
alergias. Una alergia se produce cuando
un alérgeno, es decir, alguna sustancia
generalmente inofensiva que causa una
reacción alérgica, ingresa en el
organismo de un individuo con
predisposición genética de reconocer a
tal sustancia como peligrosa o extraña; a
este tipo de alergia se denomina
hipersensibilidad tipo 1. A partir de esto
el sistema inmunitario producirá
anticuerpos IgE, que al unirse al receptor
Fc de los mastocitos, se liberará
histamina. Esta hormona tiene función
vasodilatadora, por lo que aumenta la
permeabilidad vascular y participa en la
contracción del músculo liso, con lo que
se comprenden la mayoría de los
síntomas característicos en las alergias
(1).
La importancia de comprender la
función de la IgE en las reacciones
alérgicas se manifiesta en el ámbito
clínico, es por eso que esta investigación
se tratará mayoritariamente desde un
punto de vista molecular para entender
los mecanismos por los que actúa este
anticuerpo, qué otras células participan
junto a la IgE para desencadenar las
reacciones de hipersensibilidad
inmediata y los nuevos descubrimientos
sobre este tema que dan una visión
renovada del futuro en cuanto al
tratamiento de las alergias (15).
Desarrollo
La hipersensibilidad inmediata se
produce cuando un alérgeno, como
polen, el cual es una sustancia ambiental
natural, entra en el organismo y causa la
síntesis de inmunoglobulina E, esta
capacidad de producción exagerada de
este anticuerpo se denomina atopia y se
debe a un antecedente genético. Esta
respuesta también está mediada por un
daño en el mecanismo de actuación de
los linfocitos Th2. Los alérgenos
también pueden ser fármacos que causan
hipersensibilidad de tipo 1, siendo el más
conocido ejemplo la penicilina, cuyo
metabolito peniciloil se une a una célula
plasmática desencadenando esta
reacción (3, 5).
3. Una vez sintetizada la inmunoglobulina
E, viajará por el torrente sanguíneo y se
dirigirá a unirse a los mastocitos y
basófilos en su zona de receptores de
gran afinidad que presentan en su
superficie (FcεRI), preparándose así para
cumplir con sus funciones de receptor
específico para el alérgeno; además las
células quedarán sensibilizadas para
actuar frente a este antígeno una próxima
vez (3).
Esta unión de la IgE con los receptores
de alta afinidad, provocará que los
mastocitos y basófilos tengan un proceso
donde los gránulos citoplasmáticos que
contienen, se funden con la membrana
celular, produciendo así la liberación del
contenido de los mismos, proceso
llamado degranulación. La acción de las
sustancias que son liberadas en este
proceso, realizará cambios variados en el
organismo generando los signos y
síntomas conocidos de las alergias como
rinorrea, broncoespamo, urticaria, y en
casos extremos, shock anafiláctico. Cabe
recalcar que una persona puede
desarrollar un anticuerpo IgE específico
para diferentes alérgenos (3).
Entonces las células que causan daño en
la hipersensibilidad tipo 1 son los
mastocitos y basófilos por los
componentes tóxicos que liberan tales
como histamina y proteoglicanos,
además que tienen la capacidad de
sintetizar mediadores lipídicos como
leucotrienos y prostaglandinas que
inducen diferentes síntomas clínicos (3).
Los alérgenos serán atrapados por las
APC, quienes procesarán los péptidos
antigénicos dentro de sí y los presentarán
al complejo mayor de
histocompatibilidad de clase II a los
linfocitos T cooperadores. Por otra parte,
la activación de factores de transcripción
como el GATA-3 y STAT-6 se llevará a
cabo por la actuación mediadora de la
interleucina 4. La importancia de la
activación de estos factores de
transcripción permite la conversión del
linfocito en Th2 y favorece la expresión
de las interleucinas 4, 5 y 13, las cuales
cambian el isotipo de las
inmunoglobulinas que producen los
linfocitos B en inmunoglobulina E. La
activación de los eosinófilos se da por la
actuación de la interleucina 5 y la
hiperestimulación mucosa bronquial se
da por la acción de la interleucina 13 (3,
14).
El omalizumab y su efecto en las
reacciones alérgicas
La mayoría de las reacciones alérgicas
pertenecen al grupo de hipersensibilidad
4. inmediata mediada por inmunoglobulina
E. En la actualidad un poco menos de la
población global sufre de alguna
enfermedad alérgica (6).
Al conocer la participación que tienen
los mastocitos y basófilos en cuanto a las
reacciones de hipersensibilidad
inmediata, conforme ha avanzado la
historia, alrededor de los años 80, los
estudios realizados se enfocaban en la
inhibición o la neutralización de la
síntesis de inmunoglobulina E. Poco
años después, un doctor chino, se dedicó
a la tarea de investigar un anticuerpo
monoclonal al que denominó OKT3.
Este anticuerpo sirvió de base para el
desarrollo de un anticuerpo anti-IgE (6).
El anticuerpo anti-IgE, por su parte,
debía de actuar sobre los anticuerpos
IgE circulantes y los que se encuentran
unidos a la membrana de los linfocitos B,
sin embargo, este anticuerpo anti-IgE no
debía unirse a los IgE ligados al receptor
de gran afinidad (FcεRI) ya que esto
podría desencadenar una respuesta por
parte de los mastocitos y basófilos (6).
Con el pasar de los años y con la ayuda
de estas investigaciones previas, surgió
el omalizumab para el tratamiento, sobre
todo, de pacientes con asma grave y
moderada. Sin embargo, se ha utilizado
para el tratamiento de otras
enfermedades, lo que ha traído
resultados prometedores (6).
El omalizumab es un anticuerpo
monoclonal humanizado que tiene la
capacidad de unirse a la
inmunoglobulina E por medio de su
región Fc con el objetivo de regular la
respuesta alérgica por parte de este
anticuerpo (6).
Su mecanismo de acción se basa en
interactuar con la inmunoglobulina E
para evitar que esta se una a los
receptores de gran afinidad de los
mastocitos y basófilos y así disminuir la
cascada inflamatoria alérgica. Como
menos anticuerpos IgE circulantes se
podrán unir a los receptores para IgE,
habrá una disminución en la expresión de
estos receptores. Esto influirá en la
actividad de las células dendríticas, de
manera que se reducirá su función como
células presentadoras de antígenos, para
que los alérgenos sean presentados a los
linfocitos T cooperadores. A partir de
esto, los linfocitos T cooperadores no se
diferenciarán en Th2, con lo que
disminuirá la producción de
interleucinas, como la Il-4, Il-5 e Il-13,
que favorecen la hipersensibilidad
inmediata ya que activan los mastocitos.
Es válido recalcar también que este
5. anticuerpo monoclonal también sirve
como estabilizador de los mastocitos ya
que regula los complejos IgE- FcεRI (6).
Se sabe que el omalizumab no se adhiere
a la IgE ya unida a su receptor, sin
embargo otro mecanismo por el que
actúa para regular la respuesta inmediata
es, atrapar el alérgeno circulante en
sangre para así evitar su unión con la
inmunoglobulina en etapas tempranas.
El tratamiento con el fármaco dura
alrededor de cuatro meses por la
complejidad del mecanismo de acción
del omalizumab, sin embargo, en
investigaciones realizadas se ha
afirmado que los efectos positivos en
algunos pacientes solo tarde alrededor de
dos semanas. Por lo tanto, según
muestran los casos, este anticuerpo
monoclonal humanizado ha traído
grandes beneficios en enfermedades
como el asma grave y en otras patologías
mediadas por IgE (6).
Aunque en la mayoría de casos, los
alérgenos son los desencadenantes de
una reacción de hipersensibilidad
inmediata, hay casos en los que no
sucede esto y se desconoce la causa por
la que se produce la reacción alérgica.
Esto es en el caso del asma intrínseca.
Mediante investigaciones, se han
destacado casos en los que la causa es,
probablemente, la colonización de
bacterias en vías aéreas. Estos
microorganismos liberan enterotoxinas
que desencadenan una reacción de
hipersensibilidad inmediata (6, 7).
La inmunoglobulina E, al ser un
anticuerpo policlonal, permite que varios
alérgenos comiencen el proceso de
degranulación, lo que conlleva al
desarrollo de asma grave. También se ha
hecho mención, por parte de otros
autores, que la inmunoglobulina E tiene
la capacidad de activar los mastocitos e
inducir la producción de citocinas Il-4,
IL-5 e IL-13, simplemente mediante la
unión a su receptor de gran afinidad, sin
la necesidad de unirse a algún alérgeno
para empezar este proceso. Por esta
razón se hizo uso del omalizumab en
estos pacientes, quienes mejoraron en su
función pulmonar (6).
En pacientes con poliposis nasal, la
causa por la que hay aumento de IgE en
la mucosa nasal también se desconoce,
sin embargo, estudios han demostrado
que la inflamación por parte de los
eosinófilos sobresale y está asociada a la
degranulación de los mastocitos, aunque
los resultados positivos del tratamiento
con omalizumab no están claros en esta
enfermedad (6).
6. Reacciones de hipersensibilidad
inmediata a alimentos
El sistema inmunitario digestivo tiene la
capacidad de generar respuestas contra
diferentes micoorganismos infecciosos y
tiende a tolerar antígenos alimentarios,
sin embargo, el equilibrio de este sistema
inmune, a veces se ve afectado en
individuos, sobre todo niños, donde hay
un defecto genético en el que existe un
error en el proceso de tolerancia a estos
antígenos y empiezan a generarse
autoanticuerpos contra un alimento en
específico (8).
Los mecanismos por los cuales se
desarrolla una reacción de
hipersensibilidad inmediata hacia un tipo
de alimento se desconocen en la
actualidad, sin embargo se saben los
factores de riesgo que inducen estas
alergias. Algunos de ellos son la
genética, ya que existe un mayor riesgo
de reacciones alérgicas si hay miembros
en la familia con atopia; la microbiota;
las características del antígeno, si son
proteínas con diversos epítopos; y la
existencia de adyuvantes, lo que dará
lugar a una mayor producción de
anticuerpos IgE (8, 9, 10, 11, 12).
Cuando se expone a un individuo
vulnerable hacia un antígeno
alimentario, se da inicio a una respuesta
de sensibilización, es decir, se empiezan
a desarrollar mecanismos para reconocer
a este antígeno y dar una respuesta, la
cual puede ser de tipo Th2, lo que da
inicio a la producción de
inmunoglobulina E específica y
activación de los mastocitos y/o
basófilos. Luego de esta etapa de
sensibilización, la próxima vez que la
persona se exponga a este antígeno
específico, se dará lugar a una respuesta
inmunitaria sistémica (8, 13).
Conclusiones
Las reacciones de hipersensibilidad
inmediata se producen por sustancias
ambientales naturales que generalmente
son inofensivas denominadas alérgenos.
Una misma persona puede desarrollar
IgE específicos para diferentes
alérgenos.
Los receptores de gran afinidad (FcεRI)
han sido muy investigados en cuanto a su
función en reacciones mediadas por IgE
y son expresados, sobre todo, en células
presentadoras de antígenos, mastocitos y
basófilos. Los FcεRI permiten la unión e
interacción entre estas células y la IgE.,
desencadenando la respuesta alérgica.
7. El omalizumab es un anticuerpo
monoclonal humanizado que tiene la
capacidad de unirse a la IgE para así
evitar que esta inmunoglobulina se una a
los receptores FcεRI de los mastocitos y
basófilos, disminuyendo la cascada
inflamatoria alérgica, sin embargo no se
adhiere a la IgE ya unida a su receptor,
para impedir que se desencadene una
reacción de hipersensibilidad tipo 1 por
parte de los mastocitos y basófilos.
Un individuo puede desarrollar
autoanticuerpos para antígenos
alimentarios específicos debido a
diversos factores de riesgo como
familiares con atopia, la microbiota y las
características del antígeno.
Conocer el mecanismo por el cual actúa
la IgE en reacciones de hipersensibilidad
inmediata y las células que participan,
así como sus productos secretados,
permiten entender la mayoría de los
síntomas que se presentan en las alergias,
lo que posibilita dar un tratamiento
oportuno y buscar nuevos métodos para
el manejo de enfermedades como el
asma crónica.
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