La educación financiera busca que los consumidores tomen las mejores decisiones financieras a lo largo de su vida. Sin embargo, existen divergencias sobre cómo complementar la educación financiera y hay poca evidencia de su efectividad. Aunque la educación financiera básica podría mejorar la relación de los hogares con las finanzas, también presenta limitaciones como la dificultad de medir su impacto. Se necesitan medidas adicionales para mejorar la protección al consumidor sin afectar el funcionamiento del mercado.
Las Preguntas Educativas entran a las Aulas CIAESA Ccesa007.pdf
Enfoques y limitaciones de la educacion financiera
1. ENFOQUES Y LIMITACIONES DE LA EDUCACION FINANCIERA
Es bastante claro que lo deseable sería tener consumidores financieros que se
comporten de una manera acorde a sus condiciones de óptimo. Individuos que,
dadas sus características personales (heterogéneas) y dada la gama de
opciones que enfrentan, tomen sus decisiones entendiendo cuales son las
implicancias que cada alternativa tiene para su presente y futuro. En otras
palabras, que cada persona posea el conocimiento y las herramientas
necesarias para tomar las mejores decisiones financieras posibles a lo largo de
su vida. Luego, donde se aprecian divergencias es en las medidas necesarias
para generar el ambiente propicio a lo mencionado anteriormente, sin embargo
estas divergencias son mayoritariamente en cómo debe ser complementada la
educación financiera.
La seguridad financiera se relaciona con un manejo financiero responsable y
saludable dentro de los hogares. Para lograr este objetivo, los autores
proponen una conjugación de diversas medidas, las cuales provienen de tres
actores fundamentales: los consumidores, las instituciones financieras y los
entes reguladores apoyados por el ámbito académico. Los autores sostienen
que las medidas necesarias implican esfuerzos por mejorar la EF, una mayor
estandarización y mejor manejo de la información de productos y servicios
financieros y, finalmente, mejores prácticas empresariales. Es decir, una unión
complementaria entre mercado, regulación y educación.
(Salinas Valdivieso, 2012, p.23).
Las limitaciones de la educación financiera a pesar del carácter aparentemente
favorable de las iniciativas para impulsar la EF dentro de los distintos círculos
de la sociedad, existe poca evidencia en la literatura acerca de su efectividad
como solución al problema de protección al consumidor financiero. Más aún,
existen estudios que muestran la pobre implicancia en mejoras de
comportamientos financieros que la EF le reporta a los hogares.
Si bien es cierto, gran parte de la falta de sustento a favor de este tipo de
iniciativas se produce como un resultado de la falta de recursos que han sido
2. destinados, tanto en el sector privado como en el sector público, a la
evaluación y mejoramiento de los planes de EF. Adicional a lo anterior, la
naturaleza del problema hace que las variables sean difíciles de medir por
diversas razones, dentro de las cuales se pueden mencionar las características
de la población estudiada.
Por último, y a modo de conclusión acerca de las limitaciones que presenta la
EF como un complemento factible y efectivo para la regulación financiera cabe
destacar que a pesar de sus evidentes falencias, sería deseable que la
población tuviera un mejor conocimiento básico de conceptos financieros. Este
manejo básico podría eventualmente tener un impacto positivo reflejándose en
una mejor relación problema-decisión en el aspecto financiero de los hogares.
Sin necesidad de emplear planes demasiado costosos, es clara también la
deseabilidad de tomar medidas que apoyen en esta dirección a los grupos
objetivos en donde la ignorancia financiera se presenta con mayor intensidad.
Un argumento simple que apoya lo anterior sería el eventual efecto en mayor
inclusión financiera que estas medidas podrían traer al familiarizar más a las
personas con el funcionamiento del mercado. No obstante lo anterior, se debe
buscar otras formas de completar las fallas en el sistema regulatorio, las cuales
deben ser alternativas factibles en su implementación y con consecuencias
económica deseables para la protección al consumidor sin dejar de lado el
funcionamiento del mercado.
(Salinas Valdivieso, 2012, p.23 y 32).