Rosa y Carolina Agazzi fueron pedagogas italianas que fundaron un jardín infantil para niños pobres cerca de Brescia basado en dar un ambiente familiar y afectivo a la educación de los niños. Su método se centraba en respetar la libertad y espontaneidad del niño a través de actividades lúdicas y el uso de materiales de desecho, y desarrollaba las áreas de educación sensorial, instrucción intelectual y educación del sentimiento.