1. MARTES 30 DE SETIEMBRE DEL 2014 EL COMERCIO .A19
Opinión
El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural,
el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.
La reforma como proceso político Resignado
a
Castañeda
REQUISITOS PARA LLEVAR ADELANTE UNA REFORMA
- LUiS CARRAnZA -
Ex ministro de Economía y Finanzas
Las reformas estructurales
son actos de gobierno que
implican un cambio en las
reglas de juego en la in-teracción
entre los ciuda-danos
de un país. Como tal, genera
necesariamente ganadores y perde-dores.
Por eso mismo, en una demo-cracia
se requiere de un nivel de legi-timidad
que va mucho más allá de un
simple proceso legal de aprobación.
Existen dos grandes problemas
con las reformas estructurales. El
primero es que usualmente los be-neficios
no son inmediatos, se dan
en el largo plazo, mientras que los
costos sí se dan de manera inmedia-ta.
Las personas usualmente valoran
menos las ganancias futuras espera-das,
mientras que los costos tienden
a afectar rápidamente la sensación
de malestar de la población. El se-gundo
problema es que usualmen-te
los beneficiarios son muchos y no
están articulados, mientras que los
afectados suelen ser pocos, están
muy articulados y tienen una gran
capacidad de presión. De allí que
una reforma tenga muchos detrac-tores
visibles, mientras que no hay
grandes apoyos de parte de los be-neficiarios.
Por tanto, para implementar re-formas,
se requiere por un lado de
un proceso político bien llevado que
determinará el éxito final de la refor-ma.
Pero, antes del proceso político,
son necesarios ciertos requisitos o
“ingredientes” para llevar adelan-te
una reforma. En este artículo, por
motivos de espacio, solo analiza-remos
los requisitos y dejaremos
para la siguiente oportunidad el
análisis del proceso político de im-plementación.
El primer requisito para una re-forma
es la existencia de un líder. Se
necesita una cabeza visible
que se encargue de llevar
Si no puedes con el enemigo, ¡de-ja
que gobierne! Ruego a Dios
que, al menos, robe poco y haga
mucha obra. A propósito, ¿de
qué lado está Dios en esta con-tienda?
No lo sé, pero su ala ultraderecha sí
está con el favorito: Cipriani se lanzó, unas
semanas atrás, contra el corredor azul vi-llaranista,
en evidente apoyo a Castañeda.
Rafael López Aliaga, supernumerario va-rón
del Opus Dei, es uno de sus principales
financistas. Fabiola Morales, activista de la
Obra, lo tiene por caudillo, cuya buena in-tención
está por encima de los choros de su
entorno. Los evangélicos homofóbicos re-vocadores
también lo apoyan ahora.
Queridas amigas feministas, queridos
amig@s LGBT: puedo pegarla de resig-nado,
pero ustedes no. Armen su plan de
contingencia, porque se viene una ofensi-va
ultraconservadora que intentará usar
ordenanzas, hospitales de la Solidaridad y
planes de acción comunitaria, para frenar
cualquier avance liberal.
¡Qué sombría esta elección de intencio-nes
de voto estancadas!, de retorno a un
statu quo en que la informalidad de mu-chos
se mantendrá en pro de la institucio-nalidad
de pocos. Antes de estar resignado
estuve equivocado: creí que los vientos del
crecimiento, el nuevo interés por la mar-cha
de Lima y las redes sociales decían que
había espacio para alternativas al ‘Mudo’
y a la propia Villarán. De hecho, la hay, pe-ro
ahora veo que ese espacio tenía que ser
conquistado con recursos distintos a los
usados por Heresi, Cornejo, Altuve, Zea,
Sánchez Aizcorbe y los demás.
Me explico: Castañeda es el candidato
del antisistema hecho sistema, el caudi-llo
conservador de apariencia no tradicio-nal,
el candidato del pueblo que no viene a
hacer ninguna reforma sino a apañárselas
con lo que hay y mejorarlo con obras. Pa-ra
eso, solo necesita enviar señales de que
chambea con eficiencia y para todos, sin
prodigarse en los segmentarios medios de
comunicación, ni en las reducidas redes
sociales. Necesita demostrar que no es el
candidato de los ricos ni de los radicales.
No, señores, ni los medios concentrados
ni las redes desconcentradas ni los parti-dos
tradicionales derrotarán a Castañeda.
Él vencerá por la difusa pero masiva con-vicción
popular en que la precaria armo-nía
de esta patria urbana informal debe
ser mejorada con infraestructura, pero sin
nuevas reglas, sin padecer cambios trau-máticos
como los que identifican a Villa-rán.
Acierta Max Hernández, entrevistado
en El Comercio, con esta misma idea. ¡Ah,
la izquierda!, subrayando su afán de refor-ma
y revolución, cuando lo mejor es que el
cambio parezca pacífico y natural.
El panorama podría disparar mi pesi-mismo
cotleriano, pero prefiero el optimis-mo
en última instancia que lució Cynthia
Sanborn entrevistada en “Perú 21”. Quiero
pensar que el voto por Castañeda es relaja-do
porque pasa por alto hechos de corrup-ción
e improvisaciones clamorosas como
la del monorriel, pero no es voto que surge
de la rabia ni de la mala onda, sino de un
confuso mensaje de orden y crecimiento
que no acabamos de descifrar.
Mi consuelo es que Lima ha cambiado
desde que llegó Susana. Somos más pa-triotas
urbanos y más prestos a fiscalizar
a los alcaldes. Las cámaras de televisión
entraron a la sesiones del concejo y deben
volver a él. Y el 2018 será otra historia.
adelante el proceso políti-co,
explicando los benefi-cios
y contrarrestando los
ataques de los detractores.
El congresista Daniel Mora
fue un líder claro de la refor-ma
de la Ley Universitaria,
como lo fue PPK con la reforma de
la Ley 20530, durante el gobierno
de Alejandro Toledo, o José Antonio
Chang con la reforma educativa en
el segundo gobierno de Alan García.
¿Quién fue el líder de la reforma de
las pensiones? La ausencia en todo
el proceso político de un líder visible
y combativo marcó la suer-te
de una reforma positiva,
pero políticamente muy mal
manejada.
El segundo requisito es
la correcta evaluación de
los costos políticos. Como
se mencionó, toda reforma impli-cará
costos políticos especialmente
en el corto plazo y un gobierno debe
estar consciente de esto y asumir-lo.
El nivel de capital político de un
gobierno le da el límite máximo pa-ra
implementar reformas y sus ac-ciones
deben estar bien escogidas y
priorizadas. Hay que entender que
el costo político al inicio es alto y a
medida que se va diluyendo el efecto
o se perciben los beneficios el costo
político puede desaparecer o inclu-so
convertirse en un beneficio
político, pero lo que nunca desapa-recerá
es el impacto negativo sobre
el grupo de intereses que se ve afec-tado
y que siempre esperará la opor-tunidad
para revertir la reforma.
El tercer requisito es que la parte
operativa de la reforma funcione. Al
margen de si se trata de una buena o
mala reforma, los cambios propues-tos
que implican una modificación
en procedimientos y adecuación de
la parte administrativa requieren
una implementación pronta y sin
problemas para asegurar el éxito de
la reforma. La reforma del transpor-te
en Lima justamente tiene el pro-blema
que la parte operativa no ha
funcionado correctamente. Bajar de
la pizarra a la realidad
es esencial.
El cuarto requisito
es que el financiamiento
tiene que estar asegurado y ser
sostenible. Pensión 65, siendo un
programa de pensiones no contribu-tivo,
tiene el gran problema de que
no puede ser universal porque, dado
el bajo nivel de cobertura en pensio-nes
contributivas, se constituye en
una amenaza real para las finanzas
públicas en el largo plazo.
Finalmente, el último requisito es
que la normativa legal con la cual se
implementa la reforma tiene que ser
impecable. Si la reforma se imple-menta
con una ley, debería ser consti-tucional;
si la reforma se implementa
con un decreto supremo, este no de-bería
ser ilegal. Las partes afectadas
irán, como por derecho les correspon-de
en una democracia, a las instancias
del Poder Judicial para reclamar.
Si se tienen estos requisitos, lue-go
viene el proceso político de im-plementación
que discutiremos en
el siguiente artículo.
INDISPENSABLE
Se necesita una cabeza visible
que explique los beneficios y
contrarreste los ataques de
los detractores.
RINCÓN DEL AUTOR
Integración entre el Perú y Colombia
- GOnZALO GUtiéRReZ ReineL -
Ministro de Relaciones Exteriores
Hoy se inaugura en Iqui-tos
una nueva etapa de
la relación entre el Perú
y Colombia. Los presi-dentes
Ollanta Humala
y Juan Manuel Santos encabezarán
la primera reunión de gabinetes
ministeriales de ambos países. Este
encuentro binacional concretará el
compromiso adoptado en febrero
pasado con ocasión de la visita a Co-lombia
del jefe del Estado Peruano.
Las reuniones de gabinetes bina-cionales
constituyen el máximo ni-vel
de diálogo político y de coordi-nación
y concertación de políticas
sectoriales. Su celebración es clara
expresión del alto grado de conver-gencia
que ha alcanzado la relación
peruano-colombiana.
Los lazos económicos que unen
al Perú y Colombia son sólidos. El
comercio bilateral sobrepasa los
2.400 millones de dólares. El Perú
es el cuarto inversor extranjero en
Colombia, mientras que las inversio-nes
colombianas en nuestro
país superan largamente los
5.000 millones de dólares.
Las bolsas de valores de am-bos
países están unificadas.
De manera paralela, la coo-peración
cultural bilateral se
ha fortalecido crecientemente, tal
como se evidenció en abril pasado
cuando los presidentes Humala y
Santos inauguraron la participación
del Perú como invitado de honor a la
Feria Internacional del Libro de Bo-gotá
(Filbo).
El Perú y Colombia comparten
un firme compromiso con los valo-res
democráticos y los modelos de
desarrollo de apertura económica,
encarando de manera cooperativa
desafíos similares en temas como
el combate al terrorismo y narco-tráfico.
La similitud de visiones y
experiencias se traduce en la parti-cipación
conjunta en diversas inicia-tivas
internacionales. Ayer funda-mos
la Comunidad Andina y hoy,
con la Alianza del Pacífico,
estamos a la vanguardia del
mecanismo más innovador
de integración regional y de
fortalecimiento de nuestra
proyección hacia la región
Asia-Pacífico. Ambos países
también hemos avanzado significa-tivamente
en una relación asociati-va
con la Unión Europea y compar-timos
la meta común de integrar la
Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (OCDE).
Nuestra extensa frontera amazó-nica
nos impone un desafío común.
La población dispersa en el espacio
colindante requiere especial aten-ción
de ambos estados. El Plan de
Desarrollo Fronterizo impulsa la
generación de mayores servicios
sociales y proyectos de infraestruc-tura,
así como el fortalecimiento de
los pueblos indígenas. Su objetivo es
consolidar la presencia del Estado
en una zona particularmente vulne-rable
al tráfico ilegal de drogas, per-sonas
y madera, con serias conse-cuencias
en términos de seguridad y
de protección ambiental.
La agenda del gabinete perua-no-
colombiano está definida por las
oportunidades y los retos que com-partimos.
Se han identificado cuatro
ejes de trabajo: gobernanza, asuntos
sociales y desarrollo; oportunidades
comerciales; seguridad y defensa; y
asuntos fronterizos. La discusión so-bre
cada eje temático se dirigirá a de-finir
proyectos de cooperación y pla-nes
de acción concretos que se verán
reflejados en una nueva hoja de ruta
que profundizará la integración.
La celebración del gabinete bina-cional
con Colombia recoge la enri-quecedora
experiencia labrada con
Ecuador, país con el cual ya hemos
sostenido siete encuentros de dicha
índole. Confiamos en que obtendre-mos
un éxito similar con Colombia y
que conseguiremos profundizar de
manera cualitativa la estrecha rela-ción
peruano-colombiana.
EL HABLA CULTA UN DÍA COMO HOY DE...
Obreros sin trabajo
- mARthA hiLdebRAndt -
Desmondongarse. Esta formación sobre mondongo 1914
(según Corominas de origen incierto) es al parecer
exclusiva de nuestra lengua familiar. Su significado
general como transitivo es ‘herir a alguien en
el abdomen hasta que eche fuera las vísceras’.
Pero increíblemente, también tiene el sentido
opuesto e intransitivo de ‘engordar, alguien, de
manera desproporcionada, sobre todo el vientre’.
Refiriéndose a Alberto Quimper dice Nicolás
Yerovi: “… pues sería demasiado, / demasiado
pretender, / que un panzón desmondongado / se
escape a todo correr” (Perú 21, Lima, 13/10/2008).
Gran actividad despliega el comité de se-ñoras
que preside la esposa del presiden-te,
Paquita Benavides de Benavides, para
aliviar la difícil situación por la que atra-viesa
buena parte de la clase trabajadora,
con motivo de la actual crisis financiera,
siendo secundada en la forma que era de
esperarse por nuestros principales ele-mentos
sociales y por buen número de
empresas que han donado víveres, como
azúcar, arroz, harina, frejoles y arvejas.
La penitenciaría hace gratis el pan y se re-parten
aproximadamente quinientos pla-tos
de comida caliente.
Director General: FRANCISCO MIRÓ QUESADA C.
Directores periodísticos interinos:
JUAN PAREDES CASTRO y MARIO CORTIJO ESCUDERO
Directores fundadores: Manuel Amunátegui
[1839-1875] y Alejandro Villota [1839-1861]
Directores: Luis Carranza [1875-1898]
-José Antonio Miró Quesada [1875-1905]
-Antonio Miró Quesada de la Guerra [1905-1935]
-Aurelio Miró Quesada de la Guerra [1935-1950]
-Luis Miró Quesada de la Guerra [1935-1974]
-Óscar Miró Quesada de la Guerra [1980-1981]
-Aurelio Miró Quesada Sosa [1980-1998]
-Alejandro Miró Quesada Garland [1980-2011]
-Alejandro Miró Quesada Cisneros [1999-2008]
-Francisco Miró Quesada Rada [2008-2013]
-Fritz Du Bois Freund [2013-2014]
LA CONSOLIDACIÓN DE UNA RELACIÓN PRODUCTIVA
FERNANDO
VIVAS
Periodista
ILUSTRACIÓN: VÍCTOR AGUILAR