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DE: JAIME DÍAZ PAGE (MÉXICO)
JULIO 2010
ESCRITO 64
EL LOGRO DEL DOMINIO DE SÍ MISMO
LA PERSONALIDAD
Consideramos lo revelado por un Mensajero Poderoso y las enseñanzas de
Jesús de Nazaret al respecto del dominio de sí mismo.
Los seres humanos somos mecanismos vivos, semejantes a las máquinas, pero,
el hecho de estar dotados de mente y espíritu nos hace más que las máquinas. Aunque
nunca podremos escapar de la mecánica química y eléctrica de nuestra existencia, si
podemos aprender progresivamente a subordinar por la fe nuestro mecanismo de vida a
la guía sabia de nuestro espíritu interior, dedicando nuestra mente a la ejecución de
los impulsos espirituales de nuestro Ajustador del Pensamiento residente. 1301:7.
Dios Padre nos ha dotado con el don de la personalidad confiriéndonos
autoconciencia y libre albedrío. La ínter-asociación de nuestra mente, alma, espíritu y
cuerpo físico, constituye el vehículo por medio del cual funciona nuestra
personalidad, que debe encargarse de unificarlo y coordinarlo. 194:2. Las facultades
únicas de elección de nuestra personalidad nos permiten efectuar lo siguiente:
a) Elegir aliarnos con Dios, identificarnos con la realidad divina, o...
b) Elegir volvernos auto-confusos, auto-perjudiciales y auto-destructores.
La posibilidad de la auto-destrucción cósmica de nuestra personalidad no puede
evitarse porque ella ha de ser siempre, verdaderamente libre en el ejercicio de su
voluntad finita. Las elecciones imperfectas de nuestra personalidad, “no controladas y
no identificadas con Dios”, son peligrosas e inestables. 1301:4; 1301:8.
1) Cuando efectuamos elecciones en las que no participa nuestro espíritu
interior, aseguramos la estabilidad mecánica de nuestra existencia perjudicando
nuestro progreso espiritual.
2) Cuando en una elección permitimos que participe nuestro espíritu interior,
aseguramos la estabilidad divina que se produce por el aumento de comprensión y
discernimiento universal. 1301:8.
Mediante la fuerza y constancia de las decisiones correctas de nuestra
personalidad podemos lograr que nuestra mente transite en esta vida, desde la estática
de la estabilidad mecánica a la “dinámica espiritual de la divinidad”, diciendo en cada
situación de nuestra vida: “Padre, es mi voluntad que tu voluntad se haga”. 1303:1.
Cuando la cultura, el avance de la civilización, va más rápido que la evolución
de la adoración-sabiduría por parte del hombre, la civilización contiene dentro de sí
misma las semillas de la retrogresión; si no se refuerzan con un rápido aumento de
sabiduría experiencial, comulgando con el espíritu, la sociedad humana será testigo de
la restauración del desequilibrio entre la auto-libertad y el autodominio. 1302:3.

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JESÚS DE NAZARET Y EL DOMINIO DE SÍ MISMO
El apóstol Andrés preguntó al Maestro Jesús: ¿debemos practicar la abnegación
como Juan nos ha enseñado, o debemos procurar el autodominio que tu enseñas? Jesús
le respondió que Juan les había enseñado de acuerdo a las leyes de sus antepasados, la
religión del auto-examen y la abnegación. Les dijo que ahora él venía con un mensaje
nuevo de olvido de sí mismo y de dominio de sí mismo, tal como su Padre en el cielo
se lo había revelado. En una conferencia nocturna Jesús les dijo lo siguiente:
a) “Aquel que se gobierna a sí mismo es más grande que el que conquista
una ciudad”. El autodominio es la naturaleza moral de un hombre e indica
su desarrollo espiritual. En el antiguo orden practicabais el ayuno y la
oración. Ahora como criaturas nuevas se os enseña a creer y regocijaros, las
cosas viejas deben desaparecer; os muestro como todas las cosas deben
renovarse. 1609:4.
b) En el antiguo camino intentáis suprimir, obedecer y conformaros a unas
reglas de vida, en el nuevo camino, primero sois transformados por el
Espíritu de la Verdad, así, fortalecidos en vuestra alma interior mediante la
constante renovación espiritual de vuestra mente, estáis dotados con el
poder de ejecutar con certeza y alegría la voluntad misericordiosa,
aceptable y perfecta de Dios. Mediante vuestra fe y la transformación del
espíritu os convertís en verdad en los templos de Dios. 1609:5.
c) De esta manera, si el espíritu vive dentro de vosotros, ya no sois unos
esclavos ligados a la carne, sino hijos del espíritu, independientes y
liberados. La nueva ley del espíritu os dota con la libertad del dominio de
sí mismo, en lugar de la antigua ley del miedo, basada en la auto-esclavitud
y en el yugo de la abnegación. 1609:5.
d) La salvación se obtiene por la regeneración del espíritu y no por las acciones
presuntuosas de la carne. Los que han nacido del espíritu son siempre y para
siempre dueños de su yo y de todo lo que refiere a los deseos de la
carne.1610:1
e) Cuando sabéis que es la fe la que os salva, tenéis verdadera paz con Dios. En
lo sucesivo, tenéis el elevado privilegio de purificaros de todos los males de
la mente y el cuerpo, mientras buscáis la perfección en el amor de Dios.
Vuestro secreto para dominar al yo está ligado a vuestra fe en el espíritu
interior, que siempre actúa por amor. Si sois hijos de la fe viviente, ya no
sois los esclavos del yo, sino los dueños triunfantes de vosotros mismos.
1610:1,2.
f) Sois trasladados al alegre reino del espíritu, en el que manifestáis los frutos
del espíritu en vuestra vida diaria. Los frutos del espíritu son la esencia
más alta del autodominio agradable y ennoblecedor, lo máximo que un
mortal terrestre puede lograr: el verdadero dominio de sí mismo. 1610:3.
La oración de fe sincera es una fuerza poderosa para la promoción del auto-
dominio individual, y el logro espiritual. 999:6.
NOTA: Este trabajo usa citas procedentes de El libro de Urantia, © 1993 que es la traducción al
español de The Urantia Book, © 1955 Urantia Foundation, 533 Diversey Parkway, Chicago, Illinois
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