La farmacovigilancia monitorea las reacciones adversas a medicamentos para identificar nuevos riesgos, con el fin de prevenir daños a pacientes. Surgió en 1961 debido a focomelia causada por talidomida. Participan centros de monitoreo, farmacéuticas, médicos y pacientes para reportar eventos adversos y asegurar un uso seguro de medicamentos.