Este documento describe la situación de Indonesia en el contexto de la globalización. Se discuten aspectos económicos, políticos, sociales y culturales del país. La economía de Indonesia se basa en la moralidad pública, el neoliberalismo vinculado al budismo, y los valores asiáticos. El documento también analiza la ideología de Indonesia basada en los cinco principios del Pancasila y su política de unidad nacional.

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NOMBRE LEONARDO ENRIQUE COLLADO TREJOS
NACIONALIDAD PANAMEÑA
leonardocollado@gmail.com
69484125
Leonardo Enrique Collado Trejos
leonardocolladotrejos
Leonardo Enrique Collado Trejos

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Título: Indonesia en la dinámica de la globalización
Intención y propósito
Indonesia en la dinámica de la globalización acentúa la “unidad en la diversidad” y
subraya el aporte de este gran país al desarrollo de la humanidad. En el pasado, sus habitantes
fueron denominados “indus” y “nesos”. En el presente, ellos se muestran como un pueblo
fraterno en su pluralidad que lucha dentro de un proceso global en el que aspira a tomar
partida.
El ensayo indaga algunas visiones del gobierno de Indonesia y de su entorno, a fin de
establecer políticas pragmáticas con respecto a las dificultades que este país enfrenta al estar
ubicado en el cinturón económico de mayor influencia mundial; vivir rodeado de las grandes
potencias económicas de Asia y participar en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático
(ASEAN), la Cuenca del Pacífico y el G20.
La óptica económica, política, social, cultural y militar, reflejan el impacto que
generan las economías de China, Japón, los Tigres Asiáticos y la influencia que ejerce los
Estados Unidos de América en el área. Se trata de instaurar políticas económicas y toma de
decisiones en materia de multilateralismo que beneficien el desarrollo de la economía
emergente de Indonesia, la cual se encuentra en franco desarrollo luchando en un mundo
multipolar en el que no tiene opción. En tal sentido, la globalización, en el marco de la
Organización Mundial de Comercio (OMC), deberá ser la dinámica con la que se resuelvan
los principales problemas económicos del mundo.
La finalidad que se argumenta en este ensayo está encaminada a llevar al lector a
entrever que el proceso dinamizador de la globalización que es el más importante de la
historia y que las economías emergentes como es el caso de Indonesia visualicen el
paradigma como el reductor de pobreza de su gente y elimine las burbujas negativas que se
producen en las fuerzas del mercado mundial.

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Es lógico que Europa observe la globalización apática, pero la historia económica nos
ha enseñado que los asiáticos hoy, deben observarla con una visión económica pragmática y
establecer sus propias reglas dentro del marco político y económico que les permita al igual
que otros bloques comerciales sacar ventaja.
Alcance
Este ensayo busca generar expectativas para la toma de decisiones en materia de
globalización para la economía indonesia y cómo se pueden explicar algunos conceptos que
sirvan a la embajada de Indonesia desde la óptica de expertos de Asia–pacífico y del
pensamiento latinoamericano. La economía emergente busca ese proceso global para integrar
sus nacientes industrias que ya son ocupadas por países desarrollados.
Ideología
El pueblo indonesio comparte la idea de que es necesario estar junto a sus
conciudadanos, compartir y dialogar con ellos. He conocido y disfrutado de la cercanía de su
gente, gracias a la oportunidad que Dios me otorgó de tener como amigo a un Mariscal del
Aire como lo es, Budhy Santoso. Me he recreado al escuchar las anécdotas, al leer las
leyendas del país indonesio y comprender su ideología desde lo más profundo de su pueblo.
Amigos, que me enseñaron que la ideología y la filosofía del Estado indonesio se
fundamentan en cinco principios basados en el “Pancasila”, los cuales guían a sus habitantes.
Los principios de unidad y del bien común, inmersos en todas las culturas de los que
cohabitan en el país. La Segunda Guerra Mundial le dejó una gran enseñanza al pueblo de
Indonesia: que el país tenía que estar unido para avanzar hacia los nuevos derroteros que
impondría el nuevo orden mundial. Estadistas como Ahmed Sukarno tuvieron la visión de
crear, desde ese entonces, una ideología–filosofía, que ha perdurado hasta nuestros días
fundando las bases de lo que es hoy el pueblo indonesio.
Cada vez que llego a la Embajada, observo al ave que representa el escudo de
indonesia. Ahora comprendo, “Garuda” es su ideología, su filosofía. En su corazón se
esbozan figuras que le enseñan a su pueblo sobre la creencia en un Dios Supremo,
representado por la estrella dorada. El sentido de la humanidad justa y civilizada, simbolizada
por la cadena dorada. La unidad de Indonesia, figurada por el árbol. La democracia guiada

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por la sabiduría interior y emanada de las deliberaciones entre los representantes del pueblo,
es personificada por la cabeza de un toro salvaje. Y, la justicia social destinada a todo el
pueblo indonesio, es representada con dos espigas de arroz y algodón. Cuando me encuentro
y comparto con Su Excelencia, el Embajador Santoso, él enfatiza, que el seguimiento de los
principios constituye la base de la sabiduría del pueblo que aspira al desarrollo de su gente.
Y, que bueno, que hoy tengan a un Presidente, como Joko Widodo, quien busca fortalecer,
cada día, esa sabiduría para el bien común.
Política
La influencia europea, en particular la colonización de los holandeses que duró
trecientos cincuenta años representó explotación para el pueblo indonesio marcando una
mayor fuerza en los siglos XVIII y XIX. Esto significó, que, desde esos períodos políticos e
históricos, Indonesia se fortaleció con las ideas nacionalistas que, hasta la actualidad,
identifican a todas las etnias que componen este país.
Su política se centra en la historia de su pueblo valiente, que cooperó para eliminar
los vestigios colonizadores que engendraron las potencias europeas, específicamente, los
neerlandeses en el archipiélago. Indonesia, desde sus inicios como república promulgó el
nuevo orden mundial impulsando una política desarrollista promotora del tercermundismo,
como vía para generar oportunidades en el naciente país, el cual, en ese entonces, tenía como
Presidente a Sukarno, quien jugó un rol importante durante aquel momento histórico, en el
despertar del gigante del sudeste asiático.
Actualmente, Indonesia es un país presidencialista que busca impulsar a su población,
la que se ha detenido en el tiempo como una enorme bomba natural y en la que todavía es
fácil encontrar cultura y personas sorprendentes que influyen en la vida política del país. En
la política de Estado de los últimos años, esta república ha sabido conjugar y generar sinergia
en cuanto a sus decisiones políticas superando sus crisis; poniendo en primer lugar los
intereses de su pueblo, eliminando las presiones generadas por el mundo multipolar;
generando esfuerzos en una política consagrada por sus gobernantes, desarrollando
resiliencia frente a las perturbaciones externas establecidas en el área geopolítica del nordeste
y sudeste asiático en pro de la formación de un país democrático que sirve a los intereses de
una sociedad que busca su propio destino.

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La política de Indonesia se caracteriza por proyectar un pensamiento de unidad y
esfuerzo constantes. Cada uno de los partidos políticos que ha llevado las riendas de este
país, ha demostrado la esencia de una cultura milenaria basada en el arrojo democrático y
proactivo de sus habitantes. Considero que este es uno de los valores más importantes del
extenso archipiélago, identificado como “el anillo de fuego”.
Resultan muy pertinentes los planteamientos de Jokowi cuando expresa que “La
unidad y el trabajo mano a mano son requisitos indispensables para que seamos una gran
nación” (LIY, 2014), puesto que proporcionan luz en la ejecución de política contemporánea,
para que Indonesia se mueva y sus pobladores remen en dirección a una política de Estado
multicultural incluyente de todas las etnias y religiones, creando los espacios, no sólo de las
élites del poder tradicional, sino también, los de todos los miembros de la sociedad.
Economía
La economía indonesia se inspira en tres aspectos primordiales que son indisolubles
de su pensamiento y de sus leyes. Uno, es la moralidad pública derivada del esquema estatal
singapurense, centrado en la conciencia moral del individuo y es considerado previo al
Estado de derecho. En cuanto a este aspecto, los indonesios tienen, aproximadamente, setenta
y tres años de estar buscando su propia identidad. Sus gobiernos han impulsado ese
desarrollo, buscando siempre la evolución social del hombre en concordancia con las normas
jurídicas que establecen un Estado soberano destinado al bien común de toda su población.
Creo que esto lo han estado logrando con el paso de los años, pues los indonesios han sido y
son portadores de una ideología y una filosofía, vinculadas al desarrollo económico.
La democracia y la economía de Indonesia constituyen una institución pública
estable, que permite el crecimiento, siempre y cuando haya una moral pública que la soporte.
En este aspecto, los indonesios han sabido comprender que una economía sólo funciona
cuando existe el respeto a sus ciudadanos, que componen el valor más importante para el
desarrollo económico de ese gran archipiélago, que busca salir con su gente hacia una
economía sustentable y de vanguardia.
El segundo aspecto que fortalece la economía indonesia es el neoliberalismo
vinculado a la concepción budista, que le permite al país poseer cierta originalidad frente a

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cualquier zona del hemisferio sur. Los gobiernos indonesios, en los últimos años, han
establecido que, para avanzar y sacar a sus habitantes de la pobreza, ellos tienen, en primer
orden, que instituir libertades, eliminar sufrimientos y enmarcar la ruta en las acciones éticas.
El tercer aspecto está vinculado estrictamente con los escenarios económico y cultural
asiáticos, que tienen como finalidad establecer un sistema global basado en la innovación de
valores asiáticos sobre Suramérica, la cual fue un bastión occidental y que cada día se diluye
entre el distanciamiento de las potencias occidentales y las realidades emergentes de las
economías asiáticas, específicamente las de los tigres asiáticos.
Es evidente que Indonesia en esta época contemporánea tiene ventajas económicas;
es decir, es un país considerado con una economía nueva que pretende innovar y participar
de la estrategia de la globalización asiática, en reemplazo de la globalización occidental.
Surge, entonces, la interrogante ¿cuál será el mejor camino para que Indonesia logre
despegar? Una respuesta podría ser la creación de una unidad político–económica, mediante
la cual se le otorgue poder al actual presidente Joko Widodo, para que instaure las bases de
una Indonesia más fuerte y beligerante. Pienso que Jokowi ha sabido implementar políticas
económicas y sociales a la medida del pueblo indonesio y a la de los intereses globales.
Ya existen experiencias previas de crecimiento y desarrollo económico, como es el
caso de Japón en la era Meiji, que fue la base de despegue en su modernización y
occidentalización erigiéndose como la segunda potencia mundial. Otro caso es el de
Singapur, con la filosofía confuciana implementada por Lee Kuan Yew basada en principios
de respeto y armonía. Y, el caso más reciente es el de la filosofía económica implementada
por China con la Franja y la Ruta de Xi Jinping. Todos los casos anteriores son ejemplos
pragmáticos que Indonesia puede emular, a partir de sus propias características y con un
accionar creativo e innovador.
Los países en vías de desarrollo viven a la sombra de un mundo multipolar generado
por las potencias económicas, las cuales vienen implementando modelos económicos con
recetas que los afectan. Indonesia forma parte de este grupo de países. Es tarea de los líderes
del G20 abogar para impulsar el multilateralismo que deberá llevar a sus miembros, en su
mayoría tercermundistas, a salir del estancamiento en que se encuentran y tener la posibilidad
de negociar directamente con las potencias europeas. En el caso de Indonesia, es fundamental

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puesto que su economía, en los últimos años, ha estado creciendo en un 6%. Y, este indicador
puede aumentar, lo cual dependerá de las habilidades políticas y económicas del gigante del
sudeste asiático de poder transformar sus exportaciones con una política de apertura, con
características indonesias. Es decir, el pensamiento debe ser claro apertura, pero con límites
para así proteger las nacientes industrias locales de empresas dirigidas a los mercados
internacionales.
La nueva política económica de Indonesia debe trazarse como objetivo: sacar de la
pobreza a su pueblo creando nuevas empresas y cooperativas en las comunidades más
apartadas del país y abandonando el paradigma de que las únicas ciudades que crecen son las
cercanas a las áreas de poder económico. Indonesia debe generar más oportunidades para las
islas con menos desarrollo económico, como es el caso de la provincia de Papua. Y, además,
descartar el modelo de que la riqueza sólo se concentre en las ciudades de: Yakarta, Java,
Yogyakarta entre otras. Llegó el momento de organizar las bases, para instaurar un nuevo
país cimentado en un nuevo orden económico y social.
Hoy por hoy, Jokowi, es respetado como uno de los hombres más influyentes de la
nación indonesia. Él es poseedor de un gran sentido de humanidad y humildad para con su
pueblo y el mundo. Jokowi cree en el campesinado, en la juventud y en las alianzas
estratégicas, para lograr el desarrollo multilateral del mundo, de su país y de los países
latinoamericanos y así poder salir del subdesarrollo. El presidente indonesio aboga por sacar
de la pobreza a los habitantes del archipiélago y defiende los intereses de los que menos
tienen. Creo, que ésta es la punta de lanza para que su hermoso país se fortalezca y establezca
las condiciones necesarias que busca y pueda cristalizar su propio destino con el éxito y la
innovación.
Social y Cultural
Los miembros de la sociedad indonesia lograron fortalecer su identidad nacional
después de alcanzar su independencia de los Países Bajos en el año 1945 producto de la
correlación de fuerzas de la Segunda Guerra Mundial y el establecimiento de la guerra fría y
así crearon las bases para la formación de una colectividad más justa y globalizada. No fue
fácil la composición del Estado indonesio, ya que éste ha tenido que superar crisis políticas

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y económicas y enfrentar actualmente células coexistentes que frenan su desarrollo y los
resabios de la crisis financiera asiática del periodo 1997-1999.
Es cierto que la crisis financiera surge en Tailandia, un país de ASEAN y que
repercute, con mayor fuerza, en Indonesia. Muchos la han llamado “la primera gran crisis de
la globalización”, porque ha venido afectando directamente al pueblo indonesio que pasó a
engrosar las filas de pobreza ya existente en la economía más grande de ASEAN.
La cultura indonesia fue decisiva al sobreponerse y salir adelante. He aquí donde entra
en juego, el sabio pensamiento de Garuda, versión malaya, el mito del ave Fénix de las
culturas tailandesa e indonesia. Este es un buen ejemplo del porqué ese gran archipiélago ha
podido renacer de las cenizas y hoy, un pueblo unido, pudo amansar a todas las víboras que
había comido y digerido Garuda en su historia.
Es indiscutible, que la sociedad indonesia represente en su escudo nacional, sus
principios como país, en el corazón de Garuda, que simbolice la esencia cultural del pueblo
indonesio, con el ave mitológico y que la sabiduría de toda la nación indonesia con sed de
prosperar, brille como los rayos del sol a través de Garuda.
Para comprender y valorar la cultura indonesia primero hay que identificar la
diversidad cultural de los grupos étnicos que hablan varios idiomas y que conviven en el
archipiélago, los cuales ascienden a más de 300, y que están integrados al desarrollo nacional
e influyen en ese gran país insular ubicado entre el sudeste asiático y Oceanía.
Las veces que he tenido la oportunidad de visitar la Embajada de Indonesia ubicada
en la República de Panamá he observado que los diplomáticos hablan diferentes lenguas. Y
que su comunicación formal es a través de la lengua indonesia o bahasa, con la cual se unifica
al pueblo y promueve la interacción entre las diferentes culturas que habitan el país.
La población de la sociedad indonesia está compuesta por una mayoría musulmana,
pues, aproximadamente, el 90% practica el islam. Creo que esta es la ideología del porqué
Indonesia es un país pujante hoy; poseedor de una economía digna de su pueblo y de sus
raíces; y, que en pleno siglo XXI esta nación mantiene la paz entre las diferentes culturas que
la habitan. En relación a este aspecto, el Vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence
planteaba que … “El Islam tradicionalmente moderado de Indonesia es realmente una

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inspiración para el mundo” (AFP, 2017) lo cual se interpreta como un mejoramiento de las
relaciones globales de Estados Unidos con respecto al pensamiento de la ideología islámica
en Indonesia.
La sociedad y cultura indonesia tienen muchas creencias que fortalecen al pueblo, por
ejemplo, en la cultura hindú cuando hay luna llena, los pescadores no salen al mar; es decir,
que está prohibido en esa cultura, porque es el día en el que ellos adoran y rezan a su Dios.
Otras de las creencias de la antigüedad que todavía se practican en Java, en el área rural, es
que cuando alguien se casa o muere, todos los pobladores se unen y apoyan las causas de sus
vecinos; toda la calle comulga con el mismo dolor (Aspioni Gusti Ayu, 2018). Según la
cultura hindú es el “Gotong Royang” considerada la identidad nacional, que aporta grandes
avances a la economía en materia de producción de arroz, de suministro de agua para riegos
en la agricultura, al desarrollo humano y de la economía mundial con pensamiento “glocal”.
Defensa y Seguridad
Los avances que ha logrado Indonesia en materia de defensa y seguridad desde su
independencia han sido impulsados por sus presidentes. Hoy cobra vigencia, con mayor
fuerza, esta afirmación, puesto que su séptimo presidente impulsa una filosofía pragmática
para defender a toda costa los intereses estratégicos de su defensa y seguridad nacional.
Recordemos que la República de Indonesia se encuentra geográficamente en el centro de
Asia y su posición geopolítica debe jugar un papel preponderante para el establecimiento de
la paz regional y mundial. Me refiero a la zona de disputas en el mar de China Meridional y
en el cual Indonesia deberá mantener su hegemónica imparcialidad.
La consigna debe ser “Indonesia para los indonesios” lo que significa defender los
intereses nacionales. China, es una oportunidad para Indonesia, al igual que los Estados
Unidos de América. Relación que deberá estar enmarcada dentro del respeto mutuo y de la
seguridad nacional. Esta política les garantizaría equilibrio y diplomacia mutua y un mensaje
para China y Estados Unidos, que aspiran a tener el poder hegemónico en el área de Asia –
Pacífico. Indonesia debe mostrar una postura de neutralidad ante los conflictos del Área y
seguir con una política nacionalista de defensa de los intereses de su colectividad, como el
bloque económico más importantes de Asia – Pacífico, la ASEAN.

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El cambiar el nombre del Mar de China Meridional por mar de Natuna Septentrional,
desde mi punto de vista, es un mensaje que le envía Indonesia al área geoestratégica y
económica donde están ubicados los principales recursos pesqueros y en el que los indonesios
buscan no sólo su seguridad militar, sino también, la alimentaria.
La República Popular China y la pujante ASEAN, los dos impactantes cinturones
económicos de mayor eficacia del mundo, se encuentran conectadas por dinámicos lazos
productivos, comerciales, culturales y sociales, pero la geopolítica plantea resentimientos e
intimidaciones de conflagración. El mar de China Meridional − el Mediterráneo del Este de
Asia − es la cerecita de la discordancia, que afecta la seguridad del bloque económico del
sudeste asiático y, por ende, a Indonesia, un país que se perfila como la economía más fuerte
de los 10 países que la conforman para los próximos 10 – 15 años.
En este orden de ideas, considero que Indonesia debe interactuar dentro del paraguas
de ASEAN y establecer una política de cooperación con China, pero sin soslayar las
inminencias de la política Trump basada en la estrategia “America first” para que la paz
mundial que instaura el pueblo indonesio se fortalezca con relaciones internacionales basadas
en la seguridad comercial y militar dentro del nuevo modelo ganar – ganar y dirimir así, las
contradicciones surgidas en la mesa de diálogo y encontrarle soluciones pacíficas a las
disputas en la zona de fuego de China y de la gran mayoría de los países de ASEAN donde
está inmerso el país de Indonesia.
Geografía
Indonesia es un país que se encuentra en una de las áreas geográficas de mayor
impacto económico, político, social y cultural del mundo. Impulsa una cultura filosófica de
desarrollo y crecimiento con ideologías confucianas, budistas e islámicas, que tienen como
objetivo fundamental: hacerse sentir y cambiar el ritmo de la historia o volver a implementar
sus culturas milenarias en pro del desarrollo de la humanidad, por eso los campesinos han
transformado la tierra volcánica de Bali en fértiles arrozales.
Se observa como un archipiélago con más de 17.500 islas y con una extensión
territorial de 1.9 millones de km². Sus habitantes están llamados a impulsar, junto a las 10
economías de ASEAN incluyendo China, Japón e India, las bases de un Asia – Pacífico

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Unido y en el que América Latina debe tener un espacio geográfico – económico para ese
desarrollo.
Indonesia es una república que posee la octava economía del mundo. Está situada en
el pentágono de poder de Asia (China, Japón, India, Corea y Singapur). Surge como un gran
Tigre con indicadores macroeconómicos, la paridad de poder adquisitivo detrás de China,
India, Brasil y Rusia, los cuales la hacen formar parte de ASEAN y ser la economía de mayor
peso político, desde su fundación en 1967.
Llegó el momento de que Indonesia saque provecho de su importante posición
geográfica y utilice esta ventaja competitiva para mejorar las falencias que en pleno siglo
XXI mantiene: el desarrollo de infraestructuras que servirán de base para el desarrollo
logístico y que hay que atacarlo con fondos multilaterales y bilaterales, para que establezca
una economía de primer mundo. Y de no hacerlo, a corto y mediano plazo, todas las garantías
de su posición geográfica pudiesen sucumbir ante los debates del proceso global.
Demografía
Impresionante, el exuberante país de los contrastes, Indonesia ocupa el cuarto lugar
del mundo en población con 266 millones (Tortell, 2018). En este hermoso país viven
diversidad de pueblos indígenas de origen malayo y conviven más de 300 etnias, en perfecta
comunión y respeto, entre ellos: chinos, javaneses, sondaneses, etc.
Los ciudadanos de Indonesia, en su gran mayoría, viven en ciudades grandes y
pobladas, pero coexisten con la gente del campo. Por su vasta extensión territorial, Indonesia,
al día de hoy, es el país más grande de ASEAN. En este país insular, una gran parte de la
población se mantiene vinculada a la agricultura de subsistencia, especialmente la pesca y la
explotación forestal.
Estos indicadores sociales muestran a una Indonesia que continúa luchando por sacar
de la pobreza a su gente. El trabajo de sus gobernantes no resulta fácil, pero su creencia, en
un solo Dios, como lo establece su Constitución y sus principios permiten que sus pobladores
conviven en paz y armonía y que su particular demografía no resulta un problema para su
anhelado desarrollo.

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No se puede desconocer que los indonesios han sufrido reveses durante el desarrollo
de su evolución demográfica. 4 millones de ellos perdieron su vida en la Segunda Guerra
Mundial, y, aun así, han sabido sobreponerse. Y su tasa de crecimiento poblacional ha
crecido, históricamente, en un índice promedio de 1.24% en los últimos 70 años (Collado
Trejos, 2019) después de los acontecimientos bélicos. Esto le ha permitido al país indonesio
mantener el crecimiento de su población y establecer una política económica, en función de
su demanda interna, para desarrollar la economía nacional y la del proceso dinamizador
global.
Otro aspecto que afecta a las ciudades de Indonesia, es el alto nivel de contaminación.
El principal río de la ciudad de Java, el “Citarun” es el más contaminado del mundo y afecta
a los pobladores ubicados en sus riberas. En los últimos 25 años, la contaminación ha sido
bestial, aunada al incremento poblacional, que refleja 1098 personas por km². Sumados a
estos, están las industrias que profundizan la amenaza a las familias más pobres de
pescadores, quienes dependen de ese recurso natural y a la creciente industria que se
desarrollan dentro del proceso global. Y, que las aguas residuales son tiradas al río, sin ningún
tipo de control, afectando a toda una filosofía de inserción de las ciudades indonesias y a la
dinámica de la globalización dentro de un contexto de paz nacional.
Recursos naturales
El archipiélago indonesio cuenta con grandes recursos naturales, que les exigen a los
gobernantes la generación de un comercio destinado al ganar – ganar con el establecimiento
de ventajas en el desarrollo del mercado global. Su área estratégica obliga a las grandes
potencias circunvecinas como: China, Japón e India a negociar con este gran país insular y a
crear infraestructuras que beneficien los intereses comunes.
La economía pujante de China Popular y el empuje de su política económica con la
Franja y la Ruta le ofrece la oportunidad a Indonesia de crear las infraestructuras necesarias
para exportar a un mercado que se encuentra en sus narices y del cual puede sacar gran
provecho para su economía en commodities que genera el país como: el carbón, gas natural,
petróleo, cobre, níquel y estaño y en los cuales, los indonesios tienen ventaja comparativa en
sus procesos productivos. Por ser Indonesia un país con grandes recursos naturales, la política
en materia de recursos naturales es que las compañías mineras refinarán in situ; esto ayudaría

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al incremento de la economía nacional y contribuiría a fortalecer la economía de los más
pobres.
De igual manera, el mercado de ASEAN, con 625 millones de personas, es otra gran
oportunidad que tiene la República de Indonesia, para posicionar sus recursos naturales y
ponerlos al servicio del desarrollo del país. ¡Llegó el momento! para que el país haga un
cambio en pro de su economía y de su población.
Indonesia no puede seguir siendo el granero de Asia. Es decir, que sus productos
agrícolas tales como: aceite de palma, caucho, café, té, cacao, especies, atún y crustáceos
deben ser transformados en el país, para un proceso exportador.
Conclusión
La crisis financiera y económica mundial afectó los ingresos de Indonesia como
consecuencia de la disminución del comercio internacional, lo que conllevó la búsqueda de
alternativas de reservas de fondo de los gobiernos, con miras a palear un poco la demanda de
ingreso para inversión.
El éxito del pueblo indonesio consiste en que ha sabido crear sus bases en la creencia de
un solo Dios y en que el islam ha convivido con las creencias indígenas del pueblo, lo que
les ha permitido diferenciar las creencias religiosas del oriente de las del fundamentalismo
islámico que le hace frente el orden legalmente establecido.
Indonesia se perfila al año 2050, como una de las diez potencias mundiales, desde los
puntos de vistas demográfico y económico. Y, además, será la principal potencia del
continente de Oceanía. El país con mayor población musulmana; el 20% de esa población
habitará en el territorio de Indonesia, lo que significa que este país tendrá que realizar
reformas claves en materia de: infraestructuras, industrialización, mejoramiento de la
educación y perfeccionar sus fuerzas armadas que sirvan de base para su defensa y seguridad.
En Indonesia “El sector de servicios es el sector económico más grande y representa el
48% del PIB. Este es seguido por la industria con 38% y la agricultura con el 14,0 %. Sin
embargo, la agricultura emplea a más personas que otros sectores, ocupando el 44 %, seguido
por el sector de los servicios 37 % y la industria con el 19 %”. (Escuer Fayanas, 2017).

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Se deduce, que en un proceso en el que Indonesia compita dentro de un sistema de
globalización estaría en desventaja gran parte de su población que se ubicada en estructuras
agropecuarias de tercer mundo.
Recomendaciones
Los desafíos que enfrentará Indonesia dentro de la dinámica del proceso global deben
enmarcarse dentro de un contexto de estabilidad política que beneficie su mercado en el
sector manufacturero con un valor añadido menor. Empoderarse de su valor estratégico como
vía marítima, de la alta tecnología y fortalecer su filosofía budista buscando el equilibrio, la
neutralidad política y la paz mundial en beneficio del desarrollo económico global para su
gente, para robustecer la economía en pro del bien común y eliminar la pobreza.
El pueblo y el gobierno indonesios en el futuro deben estar fundamentados en una
filosofía islámica musulmana, que luche contra el radicalismo islámico e impulse toda su
experiencia en esa dirección. Indonesia sí puede lograrlo porque la integración al mercado
mundial es la vía expedita para la búsqueda de una apertura con su socio histórico, Estados
Unidos y su vecino asiático, China que se vislumbra en el futuro como la economía más
fuerte del mundo, para lo cual el archipiélago necesita mantener una política exterior neutral
para alcanzar su desarrollo.
Para que Indonesia logre superar las barreras del subdesarrollo debe enmarcar sus
políticas económicas y sociales en afianzar la liberalización, promover el crecimiento por
encima del 7% para el próximo quinquenio y fundamentar las plataformas para convertirse
económica y políticamente en la mayor potencia musulmana del mundo con una ideología
que vincule la paz mundial. La diversidad de Indonesia no es sólo geográfica y cultural sino
también religiosa, lo que influye en los más de 266 millones de sus habitantes.
La apertura económica al proceso global de la economía indonesia debe estar enfocada
en resolver sus principales problemas de burocratización y de instalación de empresas
extranjeras específicamente en algunas industrias de sectores limitados como: la seguridad y
el comercio a minoristas, aspectos éstos que tendrá que abordar, con urgencia, ya que el
proceso de globalización no se detiene y de no hacerlo ahora, la economía local tendría que
pagar un costo altísimo.

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Bibliografía
AFP. (20 de Abril de 2017). El Economista.
https://www.eleconomista.com.mx/internacionales/Pence-ve-el-islam-moderado-de-
Indonesia-como-inspiracion-para-musulmanes-20170420-0162.html
Aspioni Gusti Ayu, N. S. (26 de Diciembre de 2018). Sociedad y Cultura. (L. E. Trejos,
Entrevistador).
Collado Trejos, L. E. (01 de Enero de 2019). Cálculo elaborado por el autorcon cifrasdel Banco
Mundial y fuentes diversas.
Escuer Fayanas,E. (24 de Noviembre de 2017). Indonesia,un país con gravesproblemas.
nuevatribuna.es.
https://www.nuevatribuna.es/articulo/mundo/indonesia/20171122183548145584.html
LIY, M. V. (24 de Octubre de 2014). Indonesia estrena su primer presidente ajeno a la élite. EL
PAÍS. https://elpais.com/internacional/2014/10/20/actualidad/1413808266_941266.html
Tortell, S. (23 de Mayo de 2018). Los países más poblados del mundo. Viajablog.
https://www.viajablog.com/los-paises-mas-poblados-del-mundo/