plande accion dl aula de innovación pedagogica 2024.pdf
Potosi
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¿ Un Potosí?
Del pasado cercano.
.
Y es que, en esto de recordaciones son absolutamente válidas las precisiones. Tanto como entender
que, para mí, adquiere una unción ideològica. Y no es para menos, habida cuenta que es inherente al
concepto de confrontación política y las movilizaciones como expresión. Inmediata. En escrito pasado,
pasado expresé una opción de interpretación acerca de la lucha soportada en principios vàlidos (como
los de Gramsci, por ejemplo). Esto en términos de saber propiciar lo que yo llamo las ideologías. De
ser creativos y de entender la lucha de masas como trasunto coherente, tendencialmente soportado
en la lucha anti capitalista
En pasado recién y, en veces constante, asistimos a expresiones que violentan (así se diga que
pacíficamente) a usuarias y usuarios del espacio público con derechos constitucionales y a sus
necesidades de desplazamiento. Es violencia sutil, pero violencia en sí. A manera de ejemplo:
¿por qué tienen que verse perjudicados y perjudicadas los y las habitantes urbanos y sectores
campesinos; a cuenta del paro de maestros, maestras, y trabajadores al servicio del Estado?
Otro aspecto que ha convocado mi atención es, eso de las ideologías del día a día. Son visiones
inmediatas del universo urbano y rural. Y, en preciso aquellos y aquellas que, simplemente
viven su instar inmediato. A quienes, en cuerpo de esas ideologías delgadas del estar
pasando. Y que no tienen por qué ser violentados y violentadas en su fuero de compromiso.
Es ese tipo de ideologías de la población urbana y rural, las que azuzan los gobiernos
nacionales, municipales y los medios de comunicación para desprestigiar a quienes ejercen
como colectivos y/o sujetos individuales. La lucha por sus reivindicaciones
Sin pretender oportunismo. Ni desviación espuria, Fecode hizo en este paro de maestros y maestras; lo
mismo de todos los años anteriores. Con el agravante de pretender hacer creer que la “lucha reclamaba
derechos para estudiantes, padres y madres de familia”. Cuando, lo único palpable inmediato fueron los
dos puntos por ciento con respecto a los otros y otras trabadores (as) del Estado. Sin pretender alusiones
mentirosas y/o desviacionistas, lo “otro diferente en elacuerdo”, habla de la participación en la junta que
tiene como trabajo el sistema general de participaciones”. Porque, estar ahí es sofisma de distracción. Eso y
nada es nada. La construcción de colegios con infraestructura para implementar la jornada única, fue algo
que ha estado presente en los movimientos y paros del pasado. No se desprende del acuerdo, nada diferente.
La opción de cero a siempre; es una política que viene de atrás. Tanto por gobiernos y movimientos locales;
como en las ciudades mayores.
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Y, vuelve y juega, quienes asistimos en pasivo (padres madres y estudiantes), tenemos que aceptar
que “se corra todo el proceso lectivo. Escuché por ahí a un dirigente de Fecode, decir: ¡es eso.Es
decir reponemos horas no trabajadas, después de vacaciones”. Digo yo: “vaya, vaya que man tan
Verraco”. Y recuerdo lo que ya he dicho en el pasado: la ley del azadón. Todo para maestros y
maestras. Pero, invito a cualquiera a que lo compruebe: cuando se trata de aplicar autoritarismo en
el aula y, en general en las instituciones educativas, fungen como sujetos de vergüenza. Ya he
dicho, también en el pasado. ¿Dónde están las políticas de equidad de género. Las acciones
respetuosas de creencia religiosas?. Puedo apostar que, nunca, Fecode y sus afiliados y afiliadas,
harán un paro con reivindicaciones como esas. (Cano G, Luis Parmenio, 2017)
Del presente inmediato. Los Acuerdos en sí entre los(as) compromisarios(as)
estudiantiles, EL SUE y el gobierno del presidente Iván Duque Márquez.
Guardada correspondiente diferencia, en el caso del Paro de Estudiantes (as)
Universitarios(as), es evidente que se propone, al final, un acuerdo con el presidente Iván
Duque Márquez; que pretende exhibirse como triunfo del movimiento, un texto farragoso.
Con innumerables expresiones de compromiso; que no van màs allá de lo que ya se había
concretado entre el SUE, incluyendo a todos(as) los(as) rectores, rectoras de las
universidades pùblicas con el gobierno del presidente Iván Duque Márquez; que se explicita en
el Comunicado 007 de 2018 suscrito por la profesora Dolly Montoya Castaño, rectora de la
Universidad Nacional de Colombia
Transcribo lo expresado en el Comunicado 007, respecto a lo puntual que refiere el acuerdo
entre el SUE y el ejecutivo. Y, para efectiva comparación, lo acordado con el presidente Iván
Duque Márquez, por parte de los compromisarios(as) del denominado Movimiento
Estudiantil. Entre otras cosas, con la precisión de que no tuvieron plena libertad; ya que
los(as) poderdantes tienen pleno derecho a no aceptar lo acordado. Algo asì como aquello
que llamábamos Negociaciòn adreferèndum.
Acuerdo con rectores y rectoras (a través del SUE) y el presidente Iván Duque Márquez: IPC
+ 3% para 2019, IPC + 4% para 2020, 2021, 2022. $300.000.000.000 (como
base) para inversión; hasta 1.2 billones. A partir de 2019, 1 billón de recursos de
cooperativas, de conformidad con artículo 142 de la Reforma Tributaria en 2016 .
Además compromiso del ejecutivo en términos de lograr compromiso de alcaldes y
gobernadores de departamentos y municipios beneficiarios de regalías. Se aspira la
recaudación, por esta vìa, de un billón de pesos adicionales. También el pleno
compromiso gubernamental para tramitar reforma de Ley 30 de 1992. En mi
opinión, esto último, constituye insumo fundamental para lograr que la financiación de las
universidades pùblicas, constituya una política de Estado y no mero compromiso con el o la
presidente de turno. Es apenas obvio, además, que implicaría (en su momento) la terminación
del paro estudiantil. Yo añadiría: un paro soportado en el bloqueo y restrictivo del derecho
que acompaña a quienes no participan en el mismo. Habida cuenta, entre otras cosas, que por
esta vìa del paro con bloqueo en el Campus Universitario y en la Administración Central de la
Universidad Nacional de Colombia. Y, por extensión, en las universidades pùblicas en general;
lo que se logra es el desprestigio y la pérdida de autoridad y la confianza de las universidades
pùblicas; referidas a la opinión pública en el país y en la comunidad académica y científica a
nivel internacional
Acuerdo de los(as) compromisarios(as) de las bases del movimiento estudiantil: Un
escenario de $4.5 billones, a partir de una base presupuestal de $1.5 billones. En el
siguiente entorno: IPC + 3.5% en 2019. IPC + 4% para 2020. IPC + 4.5% en
2021; IPC + 4.85% en 2022. $300.000.000.000 de los excedentes de cooperativas
(según artículo 142 de Reforma Tributaria de 2016. Además, se concertó $1.5
billones con cargo a regalías.
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En lo que refiere mi interpretación: vacíos desde el punto de vista técnico presupuestal. A
manera de ejemplo: lo relacionado con participación en regalías. Sin la precisión en el sentido
de que, cualquier compromiso relacionado con las mismas no es potestativo del presidente de
la república. Queda claro (como se concretó en negociación con el SUE) que cualquier
compromiso supone convocar la participación de alcaldes y gobernadores(as) de las regiones
petroleras y mineras en general. Además, es evidente que no se tuvo en consideración el
hecho en sí del déficit fiscal para 2019 y, en general para todo el cuatrienio. El acuerdo con el
SUE, infiere que, hasta tanto no se reforme la Ley 30 de 1992; el presupuesto para las
universidades pùblicas seguirá siendo del resorte único del ejecutivo. Además, desde el punto
de vista del compromiso básico (en términos de la participación de regalías) es bien distante
entre los dos acuerdos. En el caso del Acuerdo con el SUE se habla de un billón de pesos y,
en el caso del Acuerdo con los compromisarios(as) de la base estudiantil, habla de
$300.000.000.000.
Yo concluyo asì: En verdad no ha valido la pena, la extensión del paro con bloqueos. Con
movilizaciones demostrativas de un poder de convocatoria muy relativo. Obviamente, desde
mi interpretación, queda claro que han sido (las últimas movilizaciones) en contravía de la
razón de ser de las universidades pùblicas. De la democracia y los derechos fundamentales de
la población no asociada al movimiento en sí. A esto le sumo el hecho, incontrovertido,
relacionado con la pérdida, en dinero sonante, de las universidades pùblicas. En el caso
concreto de la Universidad Nacional de Colombia, da cuenta los comunicados sucesivos de la
señora rectora, profesora Dolly Montoya Castaño. Incluido el hecho màs bochornos: la
ocupación forzada del edificio Uriel Gutiérrez y la Unidad Camilo Torres. Algo asì como
entender que, en sumatoria, los escasos puntos porcentuales que (supuestamente se
ganaron) comparados los puntos de acuerdo de las dos instancias referenciadas y el ejecutivo.
No valió la pena, tampoco, la situación incontrolada derivada de las movilizaciones y que
causaran pérdidas y esfuerzos irreparables para la población no asociada al conflicto. De mi
parte, esto último, supuso algo parecido a lo que referencié en relación al paro y
movilizaciones promovidas por Fecode. Con el prestigio de las universidades pùblicas,
asociadas a sus compromisos con el país y con la comunidad académica internacional; no se
juega. Para no hablar, inclusive, que todavía no hay acuerdo. En razón a que el acuerdo
(entre el ejecutivo y los(as) compromisarios(as) de la llamada base estudiantil) està sujeto a la
aceptación de las asambleas de los y las estudiantes.. Es lo que yo he llamado
compromisarios(as) sin dientes. Sin autonomía plena. Ahora bien, desde el punto de
vista legal; ¿ Cuàl acuerdo ejerce primacía?. Queda claro, inclusive, que cualquiera de los dos,
requiere de un documento a manera de decreto presidencial. O un acto resolutivo también
expedido por el ejecutivo. Además, en mi interpretación jurídica, el tránsito en Cámara y
Senado del proyecto de ley denominado de financiamiento. Està soportado en las
condiciones de desfinanciamiento ( o déficit fiscal) del Estado para cubrir
exigencias ya cuantificadas. Es algo asì como entender que, los puntos
porcentuales por encima del IPC (en los dos acuerdos) ejercen como contradicción
técnica presupuestal entre los compromisos del ejecutivo y la situación fiscal real.
Por lo mismo que, el escenario global sigue siendo el mismo.
Remito, en consecuencia, a la lectura de la exposición de motivos del proyecto de
ley llamada de financiamiento y su relación con los hechos puntuales de
desfinanciamiento en todo el acopio doctrinal económico. La perspectiva, en
términos del cuatrienio, no es otra cosa que un déficit estructural real y tendencial
en aplicación de la teoría monetaria y su relación con el gasto público que, en si
misma, es una opción de aplicación inherente a sucesivos gobiernos, de una
política de impuestos como único refugio para la estabilidad relativa del Estado. El
crecimiento económico real es, cada vez màs, un crecimiento enjuto, propio de la
teoría económica del neoliberalismo. Llegando, inclusive, a la exacerbación de la
contradicción entre la permanencia de un modelo económico capitalista y la carga
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impositiva. En lo que sería dado en llamar una crisis sistemática del modelo,
causado por la asfixia impositiva inherente por la continuidad de una política fiscal
gubernamental asociada a un modelo capitalista espurio.
Nota: Insisto en reivindicar a la profesora Dolly Montoya Castaño y a los demás rectores de
las Universidades Pùblicas como los artífices iniciales y válidos en todo lo que va corrido del
proceso
Luis Parmenio Cano Gómez, pensionado Universidad Nacional de Colombia-Sede Bogotá D.C.