1. "La imprenta en Guadalajara y su producción:
1793-1821".
Dra. Carmen Castañeda
Maestría en Ciencias de la Educación
Educere GX
MCE X GENERACIÓN
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2. Nació el 20 de diciembre de 1941 en la ciudad de Guadalajara.
Se recibió en 1960 como maestra en la Escuela Normal de
Jalisco.
A mediados de 1969 obtuvo la maestría en historia en la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guadalajara.
En 1974 se doctoró en historia en el Centro de Estudios
Históricos de El Colegio de México.
De 1985 a 1988 estuvo en el nivel I del Sistema Nacional de
Investigadores; de 1988 a 2000 en el nivel II, y desde el año
2000 en el nivel III.
Tuvo dos vocaciones que desempeñó con alegría y entusiasmo:
ser maestra y ser historiadora.
Fallece 4 de mayo de 2007.
Carmen Castañeda García
3. 1791 Mariano Valdez Téllez Girón solicita la instalación de la imprenta en Guadalajara
con derechos exclusivos, justificándolo por los altos costos de inversión (también
solicitaba la exención de las alcabalas)
1793 El rey Carlos IV concedió una licencia por solo diez años a través de la real
audiencia de Guadalajara
1885 Comienza la investigación sobre imprentas en México cuando el doctor Agustín
Rivera publicó en un apéndice de La Filosofía en la Nueva España
1893 Alberto Santoscoy. Adelantó escribió Veinte años de beneficencia y sus efectos
durante un siglo y en El Mercurio, periódico que él dirigía . Después escribió dos
ensayos: "La primera imprenta de los insurgentes", publicado en 1893 y "La
introducción de la imprenta en Guadalajara", que apareció en 1902
1983 Villaseñor Bordes volvió al tema de la imprenta en Guadalajara y publicó un
documento localizado en el Archivo General de la Nación
1986 Marcela Castañeda pudo localizar 36 impresos más, catalogó un total de 417
impresos, sin contar los descubiertos por Villaseñor y Bordes, y les formó dos
índices, uno de impresores y grabadores y el analítico
4. 1990 Primer acercamiento, clasificación en géneros.
1996
1998
Cultura del libro en México en el siglo XVIII Y XIX
Imprenta, impresores y periódicos en Guadalajara.
Real
Universidad
Novenas
Relaciones
de Méritos
5. Mariano Valdés Téllez Girón, se da cuenta
"que la ciudad de Guadalajara carecía del
beneficio público de la imprenta“.
La Real Audiencia de Guadalajara autorizó
establecerla pero no le otorgó el privilegio
exclusivo
Solicitó al rey "se le concediese la lizencia
con privilegio perpetuo y esclusivo para
que ningún otro sugeto pudiera imprimir
en dicha ciudad".
El fiscal del Consejo de Indias otorga “el
privilegio exclusivo durante el término de
ocho o no más de diez años“.
El rey Carlos IV, otorgó el privilegio a
Valdés el por medio de una real cédula que
dirigió al presidente de la Real Audiencia de
Guadalajara.
Impresión de la real cédula, por la que
Carlos IV autorizaba la fundación del
Consulado.
Novena al "glorioso mártir San Christóval",
quien era "abogado contra los temblores, y
muertes repentinas.
Novena "al glorioso San Gonzalo de
Amarante del orden de predicadores
especial abogado para los fríos y calenturas.
Inicia la investigación sobre la historia de la
imprenta en Guadalajara.
El historiador tapatío Alberto Santoscoy,
publica "La introducción de la imprenta en
Guadalajara”.
José Toribio Medina, publica "La imprenta
en Guadalajara de México, 1793-1821“.
Juan B. Iguíniz, escribe el artículo "La
imprenta en Nueva Galicia, 1793-1821”.
Rubén Villaseñor Bordes, descubrió siete
impresos tapatíos en el Archivo Parroquial
de Autlán, que dio a conocer en la revista
Estudios Históricos.
José Cornejo Franco, publica su artículo
sobre "Los primeros impresos tapatíos”.
Marcela Castañeda terminó su tesis
"Catalogación de los primeros impresos en
Guadalajara, Jalisco, 1793-1821".
Carmen Castañeda clasifica los libros en
cuatro géneros: escolares, universitarios,
devotos y de entretenimiento para hablar
de los usos del libro en Guadalajara en
1821.
Notas del editor
Desde un principio, Mariano Valdés se dedicó en Guadalajara a la edición y al comercio de libros, igual que su padre en la ciudad de México, por lo que anunciaba que en su oficina se vendían "cartillas, catecismos, catones", los libros con más demanda para la población infantil. Igualmente hablaba de la "variedad de libros" y de los "muchos devocionarios" que ofrecía su tienda