...Comer y beber indignamente del pan sin levadura y de la copa que representa el nuevo pacto, de forma irreverente y sin tener discernimiento de lo que eso representa, esa persona juicio come y bebe para sí, lejos de ser de bendición en realidad le será una maldición. Por eso Pablo apercibe para que cada uno se pruebe así mismo con sinceridad y si cada quien lo considera, que entonces coma del pan y beba de la copa, porque de lo contrario, cuando la gente come y bebe juicio para sí y es por ello que hay muchos enfermos y debilitados y muchos duermen...

1. Estudiantes de la Biblia
1ª. Corintios
Verso x Verso. Capítulo 11 (2ª. Parte)
Por: Humberto Rendón Rojas
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Autor del comentario: Humberto Rendón Rojas
Transcripción: Humberto Rendón Rojas
Revisión: Esli Fabiola Reséndiz Domínguez
Capítulo 11 (2ª. Parte) Pésaj, anunciemos la muerte de
nuestro Señor
Después de que Pablo habló de la autoridad y el orden que tiene tanto el
hombre como la mujer frente a Dios y a nuestro Mesías Yeshúa, incluso
después de haber expresado que en la observancia de las cosas que él les
había enseñado les alababa a pesar de los errores descritos en capítulos
anteriores, ahora Pablo va a decirles lo contrario respecto a la fiesta de la
pascua, ocasión en que las personas caían errores comunes incluso en
nuestros días, fallas respecto a la comunión que debe manifestarse entre los
hermanos sabiendo la ocasión tan importante que representa para todo
creyente la celebración de la pascua.
La exhortación del apóstol Pablo así mismo se enfoca en aquellos que menos
tenían para reprender a quienes se adelantaban para comer incluso para
embriagarse y Pablo refiere esas conductas como menosprecio de la iglesia
del Señor y en contraste a esas actitudes, Pablo habla de la forma en que
Yeshúa compartió con sus discípulos la pascua la noche antes de que lo
sacrificaran.
Por otro lado, vamos a entender que la ocasión de la pascua debe ser el
momento culminante en que, habremos dado testimonio durante todo el
año anterior de que en verdad hemos obrado con discernimiento acerca de
lo que implica ser digno de sentarse a la mesa del Señor, por estar
justificados para esta ocasión tan importante, nuestra pascua;
1 Corintios 11.- 17 Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque
no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor…

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Hoy en día es muy común escuchar muchos comentarios desagradables
acerca de organizadores de los eventos de la fiestas del Eterno en donde las
personas se quejan acerca de la forma en que se organizan dichos eventos y
la queja de la mayoría de las personas va desde las cooperaciones
económicas a veces elevadas que se piden para la cena, hasta quienes se
quedan con la comida que sobra.
Así es que el problema que está abordando el apóstol Pablo en realidad no
es algo que ya no suceda en nuestros días pues, con actitudes como las que
ustedes seguramente han vivido y son testigos, muchos ofenden y
avergüenzan a los que menos tienen;
1 Corintios 11.- 18 Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia,
oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. 19 Porque es
preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan
manifiestos entre vosotros los que son aprobados…
Por supuesto que es normal que en toda congragación haya disensiones y
Pablo menciona la razón de ello, pues en cada asunto en donde surgen
problemas siempre será visible a los ojos de los demás quién es aprobado y
quien no lo es y eso es muy importante porque entre unos y otros nos
probamos para saber lo que debemos cambiar en nuestras actitudes siempre
que tengamos un carácter noble y sencillo para aceptar cuando nos
equivocamos.
En el capítulo 1 de esta carta Pablo ya se había referido a las divisiones entre
los corintios, solo que en aquella ocasión el enfoque de Pablo fue en un
sentido doctrinal hablando de quienes seguían a Pablo, quienes seguían a
Pedro y a Apolos, momento en que Pablo les recuerda que el Mesías no está
dividido. Sin embargo en esta ocasión Pablo refiere un aspecto más práctico
en las disensiones de la congregación, aunque más adelante Pablo enfoca
estas actitudes a errores en la celebración de la pascua;
1 Corintios 11.- 20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la
cena del Señor…
En este momento Pablo comienza a describir y a identificar la pascua con la
verdadera comunión que debe haber entre los hermanos en la iglesia de

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Jesucristo e identifica las actitudes equivocadas de los congregantes como
todo lo contrario a lo que representa la cena del Señor y esto es muy
delicado porque lo que Pablo está expresando es que cada vez que los
creyentes se reúnen en cualquier otra fecha común del año y que cometen
errores como los que estaban cometiendo los corintios, hacían que el
propósito espiritual de la pascua cuando la celebraban, no cumpliera su
objetivo en la vida de los creyentes.
Esto significa que hoy en día en que durante todo el año los creyentes que se
congregan y que constantemente incurren en abusos como los que
menciona Pablo, cuando llegan a la fecha para la celebración de la fiesta de
la pascua, en realidad lo hacen sin haber justificado lo que verdaderamente
significó que Yeshúa haya tomado la copa y el pan y haberlo dado a sus
discípulos justo antes de ir a la cruz.
El apóstol Pablo está hablando de algo que tiene profundas implicaciones
para todo creyente y que considere que forma parte del pueblo de Dios que
es la congregación de los santos de entre las naciones del mundo.
Y Pablo continúa hablando de aspectos prácticos que reflejan con claridad
esta falta de conciencia en los creyentes al nulificar con sus actitudes
egoístas lo que hizo Yeshúa por su iglesia;
1 Corintios 11.- 21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su
propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. 22 Pues qué, ¿no
tenéis casas en que comáis y bebáis?...
Como lo mencionamos en líneas anteriores, al hablar de que algunos se
adelantan a comer su propia cena es una expresión clara de la actitud
egoísta con que algunas personas actúan frente a quienes son pobres.
Uno de los problemas más comunes en las organizaciones de las fiestas
bíblicas hoy en día es precisamente el error de enfocar la ocasión de la
festividad principalmente en la comida al grado de ignorar a quienes en
ocasiones no pueden pagar las cooperaciones que se establecen por los
organizadores para poder participar de las fiestas… cada uno se adelanta a
tomar su propia cena… Y los que no pudieron pagar no importan, “son
hermanos pero cada quien su cena” Y quienes tienen posibilidades hasta vino

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llevan y algunos hasta se embriagan y esa expresión Pablo la dice para
exponer la falta de propósito divino que tienen esas fiestas que se organizan
en donde el enfoque principal es la comida y la bebida.
El colmo de esas actitudes equivocadas ha llevado a muchos a cometer el
terrible error de justificar la falsa enseñanza de afirmar que hoy en día los
creyentes deben observar tres tipos de diezmos y en base a ello los
creyentes deberían tener dinero suficiente para gastar lo que no tienen en
los días de fiesta. Ese es el ejemplo más claro del error en el enfoque de
muchos hoy en día al asegurar incluso que de esa manera se ofrece al Señor
lo mejor de cada uno, hablando por supuesto del que más gasta mejor
ofrenda al Señor.
Nada más falso y denigrante que eso, pues, como lo estamos viendo, la
llamada de atención del apóstol Pablo a los corintios tiene que ver
precisamente con esas prácticas totalmente desenfocadas del contexto
espiritual con que Dios estableció sus mandamientos, pues en el tiempo del
templo el mandamiento del diezmo ordenaba apartar una porción para los
pobres y los discípulos comenzaron a cumplir el verdadero propósito en el
corazón de Dios sin pedir a los creyentes diezmos ni ofrendas, sino que de la
propia doctrina bajo la correcta interpretación enseñada por Yeshúa, el
pueblo entendió lo que debían hacer;
• Hechos 2.- 44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en
común todas las cosas; 45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo
repartían a todos según la necesidad de cada uno. 46 Y perseverando
unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas,
comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios, y
teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la
iglesia los que habían de ser salvos…
Por ello, los diezmos y ofrendas como se describe en la ley de Moisés ya no
son mandamientos vigentes porque no hay a quién llevar los diezmos y
tampoco hay templo, pero quienes enseñan esa falsa doctrina hoy en día se
olvidan de los pobres y se quedan con lo que recaudan de los diezmos mal
habidos, cual vil fraude a la iglesia del Señor; así lo expresó el apóstol Pablo a
continuación:

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1 Corintios 11.- ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que
no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo…
Por eso Pablo pregunta si la gente no tiene casa en dónde comer y beber a
su gusto, porque la forma en que se comportan las personas durante todo el
año no les justifica para participar de la cena del Señor y tan es así que Pablo
les asegura que eso que hacían no era comer la cena del Señor, pero no
porque se refiriera únicamente a la ocasión de la celebración de la pascua,
sino que Pablo se refirió a que todas las ocasiones en que se reunían y hoy se
reúnen los creyentes lo hacen de forma egoísta y el egoísmo es justo lo
contrario a lo que representó el pan y la copa que el Señor compartió con
sus discípulos.
Esa es la razón por la que Pablo se refiere a las actitudes egoístas cuando se
reúnen los creyentes como el menosprecio a la iglesia del Señor y el
avergonzar a los que no tienen nada. De manera que lo que nos está
diciendo Pablo en estos pasajes es que lo único que nos justifica para
celebrar la pascua en el Nombre de Yeshúa, en sus méritos, es que durante
todo el año, cada vez que hayamos tenido la oportunidad de reunirnos con
los hermanos de la iglesia, lo hayamos hecho no para nosotros mismos, sino
para la gloria de Dios honrando a los que no tienen nada que es honrar a la
iglesia del Señor;
• 1 Corintios 10.- 23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me
es lícito, pero no todo edifica. 24 Ninguno busque su propio bien, sino
el del otro…
Y a continuación el apóstol Pablo va a expresar la medida de la justificación
para sentarse a la mesa en la celebración de la pascua a fin de cumplir el
verdadero propósito de esa ocasión tan importante;
1 Corintios 11.- 23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he
enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y
habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo
que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí…
Pablo para evidenciar que nadie se encuentra en desconocimiento del
significado de lo que hizo Yeshúa en la pascua con sus discípulos antes de ser

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crucificado advierte que el mismo conocimiento que recibió Pablo ya lo
tenían los corintios, como ya lo tenemos nosotros, es decir, lo que
verdaderamente significa lo que Yeshúa hizo con el pan y la copa aquella
noche.
Yeshúa dio gracia y partió el pan antes de dárselo a los discípulos, ése pan
era un pan sin levadura, ése pan simbolizaba el cuerpo de Yeshúa como él lo
dijo, su cuerpo es su iglesia, los suyos, esto significa que todos los que
conformamos la iglesia de Yeshúa, todos los que conformamos su cuerpo,
debemos ser sin levadura, debemos ser sin todos los errores que acaba de
señalar en líneas anteriores, pero no solo en la noche de pascua sino durante
todo el tiempo, siempre a fin de ser dignos de estar en esa mesa en memoria
de Él.
Y al decir Yeshúa que ese pan era partido por su iglesia, significa que Yeshúa
iba a ser muerto a fin de que el propósito de su muerte fuese cumplido en
los que se reúnen en su Nombre;
1 Corintios 11.- 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber
cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto
todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí…
Esta fue la razón por la que los sacrificios de toros y machos cabríos ya no
tendrían el propósito divino que habían tenido hasta este momento, porque
el sacrificio del Cordero de Dios, vendría a cumplir el sacrificio perfecto para
expiación de pecados de una vez y para siempre;
• Hebreos 9.- 11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los
bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no
hecho de manos, es decir, no de esta creación, 12 y no por sangre de
machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una
vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna
redención. (Éste fue el propósito del nuevo pacto). 13 Porque si la
sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra
rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, 14
¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se
ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de
obras muertas para que sirváis al Dios vivo? 15 Así que, por eso es

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mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la
remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los
llamados reciban la promesa de la herencia eterna...
Por ello, cada vez que tomamos la pascua, por supuesto que debemos
recordar la liberación de Egipto, pero sobre todo debemos hacerlo en
memoria de Yeshúa, recordando lo que implicó su sacrificio, teniendo
presente que el nuevo pacto que consistió precisamente en obtener eterna
redención para que en su Nombre tengamos salvación eterna;
Esto es en lo que debemos meditar en nuestro próxima Pesaj y no estar
enfocados en lo que hemos de comer o de beber y olvidándonos de los que
menos tienen sabiendo que son hermanos y miembros del mismo cuerpo;
1 Corintios 11.- 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y
bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga…
¿Por qué Pablo dijo que cada vez que comemos el pan sin levadura y que
bebemos la copa del Señor anunciamos su muerte? ¿Por qué no se refirió a
su resurrección en lugar de a su muerte? Porque lo que debemos anunciar
con nuestro propio testimonio es el propósito de su muerte, es decir,
debemos anunciar el perdón de pecados hasta que Él venga…
1 Corintios 11.- 27 De manera que cualquiera que comiere este pan o
bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la
sangre del Señor…
Aquí nos queda muy claro que Pablo no solo está hablando de la noche en
que nos reunimos a celebrar la pascua, sino que Pablo comenzó a hablar de
todas las ocasiones en que nos reunimos con los hermanos y que lejos de
llegar a ser dignos de para el momento de la pascua como un galardón, en
realidad solo hemos ofendido a la iglesia del Señor.
De manera que si el propósito del sacrificio del Señor fue la expiación de su
iglesia y el pacto renovado fue la obtención de la vida eterna mediante su
sangre derramada en la cruz, entonces cualquiera que haga algo en agravio
de los pobres, los débiles, los que no tienen nada actuando de forma egoísta
que es todo lo contrario a lo que hizo Yeshúa en la cruz; y que además ignore

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el propósito divino del derramamiento de la sangre del Hijo de Dios en la
cruz, los tales no son dignos de tomar la pascua;
1 Corintios 11.- 28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del
pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente, sin
discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí…
Comer y beber indignamente del pan sin levadura y de la copa que
representa el nuevo pacto, de forma irreverente y sin tener discernimiento
de lo que eso representa, esa persona juicio come y bebe para sí, lejos de ser
de bendición en realidad le será una maldición.
Por eso Pablo apercibe para que cada uno se pruebe así mismo con
sinceridad y si cada quien lo considera, que entonces coma del pan y beba de
la copa, porque de lo contrario, cuando la gente come y bebe juicio para sí y
es por ello que hay muchos enfermos y debilitados y muchos duermen;
1 Corintios 11.- 30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre
vosotros, y muchos duermen. 31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros
mismos, no seríamos juzgados…
Claro porque al juzgarte a ti mismo con honestidad, te abstienes de
participar y pides perdón y en consecuencia te comprometes a ser mejor
durante todo el año y así no somos juzgados;
1 Corintios 11.- 32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor,
para que no seamos condenados con el mundo. 33 Así que, hermanos míos,
cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. 34 Si alguno tuviere
hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás
cosas las pondré en orden cuando yo fuere.
Que cada vez que celebremos nuestra fiesta de Pesaj, el Señor nos tenga por
dignos de haber cumplido el propósito de nuestro llamado… Anunciar la
muerte, el propósito del sacrificio de Jesucristo, hasta que Él regrese…