El documento discute tres paradigmas educativos: racional, humanista y emocional. El paradigma emocional sostiene que las emociones son la base del pensamiento racional, que una persona no puede tomar buenas decisiones si se siente mal emocionalmente, y que la educación emocional enseña a enfocar la atención y resolver conflictos de manera creativa. Autores como Goleman, Restak y Damasio apoyan que las emociones son parte integral del razonamiento y el funcionamiento cerebral.