2. 1
¿Qué es?
El ébola es una enfermedad infecciosa viral aguda que produce fiebre
hemorrágica en humanos y primates.
El virus se detecto por primera vez en el año 1976 por el Dr. David Finker
cuando se presentaron varios casos de ébola en Zaire y Sudán.
El nombre del virus se debe al río Ébola, ubicado en Zaire.
Agente causal
El virus ébola es uno de los miembros de la familia del virus ARN llamado
“filoviridae”.
Existen cinco serotipos del virus ébola: ébola – Zaire, ébola – Sudán, ébola –
Costa de Marfil y ébola – Bundibugyo. El quinto serotipo, ébola – Restón, se ha
manifestado en primates pero no en humanos. Es una infección que se
caracteriza por una alta tasa de mortalidad que oscila entre el 50 y el 95% de
los afectados. Debido a su naturaleza letal, este virus es considerado arma
biológica.
La prevalencia del ébola es difícil de determinar porque suele presentarse en
forma de brotes o epidemias, sin embargo en países como Estados Unidos, la
infección por este virus no es endémica aunque se conoce a personas que han
trabajado directamente con primates y que han adquirido la infección (de tipo
ébola – Restón).
Los filoviridae son una nueva familia
de virus ss RNA de cadena negativa
y no segmentados, similares en
morfología, densidad y perfil
electroforético. Originalmente fueron
clasificados dentro de la familia de
los rhabdovirus, pero recientes
estudios genómicos demostraron
que éstos estaban más relacionados
con los paramixovirus.
De todas formas, debido a las diferencias que presentan con otros virus no
segmentados de RNA negacatenarios, se les ha clasificado en una familia
separada.
¿Cómo se transmite?
El ébola provoca la muerte con mucha rapidez; se transmite a los humanos a
través del contacto con un animal huésped infectado vino o muerto (monos,
murciélagos…). Se disemina de persona en persona por contacto con la
3. 2
sangre, tejidos, secreciones y los fluidos corporales del sujeto infectado y por
contacto con equipo médico contaminado (agujas, sondas…).
La infección por virus ébola son agudas y no existe el estado del portados,
debido a que el reservorio natural del virus es desconocido. No se ha
determinado aún cómo aparece el inicio de un brote.
La transmisión nosocomial se refiere a la propagación de una enfermedad
dentro de un centro hospitalario. Éste tipo de transmisión ocurre con frecuencia
durante los brotes del virus ébola. En la mayoría de los centros de salud de
África, los pacientes son atendidos sin mascarillas, batas ni guantes y el
material en muchas ocasiones es reutilizado, ocasionando que muchas
personas sean infectadas.
De hecho si se produce la muerte del afectado por el virus, el protocolo indica
que no se puede realizar una autopsia por alto riesgo de contagio de fluidos de
la víctima, por lo que debería de ser incinerado.
Sintomatología de la infección
El periodo de incubación de esta enfermedad oscila entre dos y veintiún días,
después de los cuales ocurre el inicio de los síntomas del ébola, aunque lo más
habitual es que aparezcan entre el octavo y el décimo día:
- Fiebre alta y repentina.
- Dolor de cabeza.
- Molestias en las articulaciones y fuertes dolores musculares.
- Dolor de garganta y debilidad generalizada.
- Diarrea, vómitos y dolor de estómago.
- Aparición de erupción rojiza en la piel.
- Congestión conjuntival.
- Alteración de la función renal y hepática.
- Hemorragias internas y externas.
Las hemorragias se manifiestan por todos los orificios naturales con vómitos
sanguinolentos. Los ojos se ponen rojos y sale sangre por el lacrimal, pudiendo
devenir en ceguera.
La deshidratación es muy rápida con la postración consiguiente. El enfermo
sangra por todos los poros.
En los varones, los testículos se ven afectados adquiriendo el escroto un color
violáceo y aspecto tumefacto.
El virus afecta el tejido conectivo con gran ferocidad. En la piel aparecen
vejigas blanquecinas mezcladas con las manchas rojas petequiales (rash
4. 3
máculopapular). Las manchas rojas se extienden y se convierten en una pulpa
que se deshace.
Las encías y glándulas salivales sangran, la lengua pierde su cubierta y sangra
también haciéndose muy dolorosa. En el interior de los vasos sanguíneos
aparecen múltiples coágulos de sangre que se adhieren al endotelio vascular.
Muchos trombos se desprenden viajando al cerebro y al corazón, produciendo
necrosis.
El fallo renal es una de las primeras grandes complicaciones, produciéndose
uremia. El bazo se convierte en una bola, como si fuese un coagulo único. Los
intestinos se llenan de sangre. En las mujeres, hay emisiones de sangre por la
vagina.
Las lesiones cerebrales producen reblandecimiento en diversas áreas,
pudiendo originarse hemiplejia o convulsiones epilépticas.
Histológicamente en los órganos de los monos muertos por ébola se observan
necrosis de células.
Linfoides y fagocitos mono nucleares en el bazo, trombos de fibrina
intravascular, hemorragias en la médula renal y tracto intestinal, necrosis de
células linfoides y epiteliales, necrosis hepatocelular y de la zona glomerular del
córtex suprarrenal, intensa congestión cerebral y lesionas necróticas focales.
La razón por la cual algunas personas son capaces de recuperar y otras no
sigue siendo un misterio para los científicos, sin embargo, se sabe que lo
pacientes que fallecen, por lo general no han desarrollado una respuesta
inmunológica significativa para el virus en el momento de la muerte.
Diagnóstico de la infección
Los síntomas del paciente y un interrogatorio exhaustivo que incluya preguntas
sobre viajes recientes a zonas endémicas del virus ébola, malaria o influencia
son de vital importancia para dilucidad el
diagnóstico de la infección por el virus ébola.
Existen exámenes de la laboratorio específicos
que permiten detectar la presencia del virus del
ébola en la sangre o en el suero, sobre todo en
la fase agua, como lo es la determinación del
ARN genómico o subgerómico, sin embargo la
técnica más común para determinar la
infección por este virus es la detección de
anticuerpos IgM e IgA por el método Elisa de
captura o sándwich, esta técnica es una prueba inmunológica que está basada
en la captura de los anticuerpos presentes en el suero del paciente cuando
5. 4
reacciona con una proteína del virus fijada a un pocillo de una placa rectangular
de poliestireno, un tipo especial de
plástico.
Otras pruebas de laboratorio como el
hemograma, pueden aportar datos
sugestivos de la infección, como los
glóbulos blancos que suelen estar
disminuidos (leucopenia). Así mismo,
puede observarse elevación de la cifra de
hematocritos, una medida indirecta del
estado de deshidratación del paciente y
las plaquetas que participan en la
coagulación, las cuales se encuentran disminuidas (trombocitopenia). Más de
la mitad de los pacientes afectados desarrollan algún grado de hemorragia. El
suero de pacientes sospechosos debe inactivarse mediante yodación gamma
antes de manejarse.
Tratamiento
En la actualidad no existe ningún tratamiento dirigido a combatir el virus ébola,
solo se puede realizar un tratamiento sintomática o medidas de apoyo.
Para la fiebre:
- Administrar acitaminofen, nunca tomar aspirina por el riesgo que existe
de hemorragias.
- Ingerir mucho líquido ya existe riesgo de deshidratación.
- Guardar reposo en cama.
Manifestaciones hemorrágicas:
- Administración de líquidos por vía endovenosa, así como concentrado
de plaquetas, factores de coagulación o transfusiones de sangre si
existen pérdidas importantes.
Signos vitales:
- Control estricto.
En la actualidad se está experimentando con algunos pacientes con un suero
conocido como ZMapp.
En algunos casos se está aplicando suero hiperinmune (plasma sanguíneo)
extraído de pacientes que han superado la enfermedad.
El pronóstico de la fiebre hemorrágica por virus ébola es bastante malo, ya que
se considera una patología potencialmente mortal.
6. 5
El manejo del paciente ha de ser de sostén con traumatismo mínimo y
mantenimiento cuidadoso de la hidratación, reconociendo la posibilidad de
miocardio o permeabilidad vascular pulmonar elevada.
Se debe iniciar heparina o algún tratamiento de coagulación intravascular.
Hay que evitar las complicaciones médicas principales como la coagulación
intravascular diseminada, shock, encefalomielitis, edema cerebral, fallo renal,
sobreinfección, hipoxia e hipotensión.
Los pacientes deben ser aislados y el personal clínico protegido.
Prevención
Según las recomendaciones de la OMS, el control y prevención del virus ébola
se basa en tres pilares fundamentales:
- Controlar la infección de animales:
Actualmente no hay vacunas dirigidas a prevenir la infección de ébola-
restón en animales, por eso se aplican métodos químicos de
desinfección, utilizando hipoclorito de sodio y otros detergentes de forma
regular en las granjas de animales como monos y cerdos. Ante la
sospecha del brote del virus, los animales han de ponerse en
cuarentena o sacrificarlos para evitar la transmisión a humanos.
- Disminuir el riesgo de infección en humanos:
Al no existir vacuna ni tratamiento específico contra la infección, la
educación de la población en riesgo es un arma fundamental. Se hacen
campañas de concienciación sobre los distintos factores de riesgo y las
medidas de protección frente a ellos. En ciertos países africanos,
cuando hay un brote de ébola, se activan mecanismos de información y
difusión de mensajes para reducir los riesgos de transmisión que van
enfocados a:
· Disminuir el contacto con animales salvajes que pudieran estar
infectados como los simios, monos y algún tipo de murciélago.
· Evitar el consumo de carne cruda.
· Empleo de guantes y prendas protectoras para manipular animales.
· Lavarse las manos frecuentemente, tanto si se trabaja con enfermos o
se visitan familiares hospitalizados.
· Difundir mensajes de información a la población sobre las
características de la enfermedad.
· La inhumación de los cadáveres.
- Prevenir la infección de ébola en los centros de salud:
El uso de medidas de aislamiento y utilización de equipos necesarios
7. 6
(guantes, mascarillas, batas…) para reducir el contagio al personal
sanitario.
CENTRO DE REFERENCIA DE ÉBOLA
En caso sospechoso, se notificará de forma urgente a las unidades de
vigilancia epidemiológica (UVE) y desde allí se notificará de manera urgente a
SGURESP, encargado de contactar con el hospital de referencia, en el caso
más cercano, Hospital Clínic i Provincial de Barcelona para avisar sobre la
entrada de un paciente.
El Hospital Clínic se encarga de la gestión y envío de las muestras desde el
hospital de referencia al Centro Nacional de Microbiología (CNM).
Las precauciones adecuadas para el manejo de los pacientes de FHVE
incluyen:
- Precauciones estándar.
- Precauciones de contacto.
- Precauciones de transmisión por gotas.
Precauciones en urgencias
- El paciente ha de estar físicamente separado del resto de personas.
- Utilizar mascarilla quirúrgica desde el momento de iniciarse la sospecha
(paciente y personal sanitario), guantes y todo tipo de prendas
preventivas.
- Notificar y trasladar a una habitación individual específica para estos
casos y aislarlo.
- Una vez hecho el traslado se procederá a la desinfección de la
habitación y gestión de los residuos producidos y la ropa contaminada
se tratan como residuos sanitarios grupo III.
- Proceder a una higiene personal y desinfectado de manos.
- Mantener una distancia de más de un metro.
8. 7
PRECAUCIONES EN PLANTA Y HABITACIÓN
Aislamiento del paciente
- Los casos de investigación o confirmado han de utilizar mascarilla desde
su identificación.
- Los casos de investigación o confirmados han de ingresar en
habitaciones individuales con la puerta cerrada y con medidas de
aislamiento estricto de contacto y secreciones.
- Restricción de acceso de visitas y personal no esencial.
- Ha de quedar registrado las personas que entran en la habitación.
- Utilizar instrumental médico de bioseguridad de uso exclusivo o si es
reutilizable, aplicar las técnicas de estilización adecuadas.
- Los residuos de los casos confirmados se tratarán como residuos del
grupo III.
- Las superficies medioambientales contaminadas con fluidos corporales,
secreciones o excreciones se han de limpiar y desinfectar.
- La ropa infectada no debe airearse; deberá ser colocada en doble bolsa
con sello térmico o en el contenedor de bioseguridad para ser
incinerada.
- Realizar la higiene de manos antes y después de atender al enfermo,
después de cualquier contacto con superficies potencialmente
contaminadas.
- Poner y quitar el EPP a todos los trabajadores que entran en contacto
con un caso, o con los fluidos corporales infectados, bajo supervisión.
Precauciones en las curas
- Asegurarse que todo el personal que esté en contacto con el paciente
use el Equipo de Protección Personal (EPP).
- Utilización de material médico de bioseguridad y esterilizar
adecuadamente.
- Realizar la higiene de manos antes y después de atender directamente
al enfermo, después de cualquier contacto con superficies
potencialmente contaminadas y después de quitar el EPP reducirá o
invalidará sus beneficios.