Un paciente de 23 años acudió a tratamiento por biorretroalimentación debido a que su ritmo cardiaco alto se había mantenido desde la preparatoria y le preocupaba su salud cardiaca. Tras ocho sesiones de entrenamiento en biorretroalimentación donde monitoreaban y daban retroalimentación visual y auditiva de su ritmo, éste se estabilizó dentro de los límites normales tras el tratamiento y un año después. El paciente aprendió a controlar y reducir su ritmo en situaciones estresantes a través de la relaj