El cuello uterino considerado normal varía mucho
en su aspecto de una mujer a otra y de acuerdo con la
etapa de la vida en que se encuentra: adolescencia y
pubertad, edad reproductiva, embarazos, climaterio y
menopausia, y pueden verse variaciones en el límite de
los epitelios exocervical y endocervical, de manera que
este límite cambiará modificando el aspectro del
exocérvix, cuando lo observamos al examinarlo con
espéculo
2. Cervicitis
ETIOLOGÍA
Es la inflamación del cuello uterino debido a la
infección bacteriana por variados gérmenes entre los
cuales son frecuentes los estreptococos anaerobios.
Estreptococos aerobios no hemolíticos, Escherichia
coli, estafilococos, gonococos, Chlamydia y otros
frecuentes en el medio vaginal. También puede ser
producida por protozoarios, hongos y virus (herpes).
3. EVOLUCIÓN
Puede presentarse de forma aguda, aunque lo más
frecuente es su evolución crónica. Se le da mucha
importancia en la génesis de los cambios epiteliales
que pueden evolucionar hacia cambios displásicos y
posteriormente hacia el cáncer cervical.
4. CUADRO CLÍNICO
La cervicitis aguda se presenta frecuentemente con
leucorrea abundante, que puede ser purulenta y
acompañarse de fiebre, dolor hipogástrico, síntomas
urinarios y dolor al contacto sexual, así como
sangramientos en ocasiones.
Puede formar parte de una inflamación pélvica aguda con
otras localizaciones altas. En el examen con espéculo se
observa un cuello edematoso y rojizo, con pérdidas
purulentas por el canal cervical, que pueden acompañarse
de moco. Pueden existir, además, manifestaciones de
infección en la uretra, glándulas de Bartholin o de Skene.
Este período agudo es habitualmente corto.
5.
6.
La cervicitis crónica es una de las causas más comunes de
leucorrea, aunque algunas veces puede ser asintomática u
oligoasintomática y ser diagnosticada por un exudado
endocervical. Las características de la leucorrea pueden ser
variables en color, olor, presencia de flemas y a veces sangre, sobre
todo después del coito, que a veces resulta molesto y puede
acompañarse después de dolor hipogástrico, o de dolor al
movilizar el cuello durante el tacto vaginal.
Es indiscutible que el Programa Nacional de Detección Precoz del
Cáncer Cervicouterino mediante la prueba citológica periódica ha
contribuido a diagnosticar casos asintomáticos u oligosintomáticos
y disminuir la prevalencia de esta afección. En este tipo de afección
es frecuente la asociación del gonococo con clamidia o
estreptococos.
8. DIAGNÓSTICO
En la cervicitis aguda el diagnóstico clínico se realizará
habitualmente por el cuadro clínico descrito, si en el
examen con espéculo se observa el cuello edematoso,
enrojecido, aumentado de volumen y la paciente siente
dolor a su movilización.
El diagnóstico se completará con la toma de muestra de
exudado endocervical y vaginal para estudio
bacteriológico.
Por lo general, se observará secreción que sale por el
orificio cervical externo.
9.
En la cervicitis crónica las manifestaciones clínicas pueden
ser escasas o evolucionar como una leucorrea crónica
recidivante. Puede observarse el endocérvix enrojecido con
una zona de aspecto erosionado periorificial (puede ser una
ectopia inflamada). También pueden observarse huevos de
Naboth y glándulas abiertas, ya descritos, así como el
aumento de la vascularización.
10.
11.
Otras veces puede verse un cuello de aspecto sano y un
exudado gleroso que sale por el conducto cervical.
Ante otras lesiones de tipo proliferativo, irregulares o
atípicas es necesario que la paciente sea valorada con la
prueba de Schiller, y si es positiva remitirla a una consulta
de patología de cuello para evaluación colposcópica y
biopsia para confirmar lesiones sospechosas (base, mosaico,
vascularización atípica) o de aspecto maligno.
12. TRATAMIENTO
En la cervicitis aguda dependerá del resultado obtenido con
la coloración de Gram y del cultivo con Antibioticograma.
De inicio, después de la toma de muestras para los
exámenes señalados se indicará reposo y abstinencia
sexual, tratamiento sintomático y posteriormente
tratamiento específico de acuerdo con el agente causal. En
ocasiones según la experiencia clínica y epidemiológica,
puede iniciarse tratamiento ante un diagnóstico presuntivo,
hasta contar con los resultados de las investigaciones
realizadas.
13.
En la cervicitis crónica cuando se determina el
gérmen infectante y tenemos el resultado del
antibioticograma, podemos aplicar el tratamiento
específico parenteral u oral y también por vía
vaginal.
Pueden realizarse curas vaginales (agua oxigenada,
mercurocromo, acriflavina 1 x 4 000) y aplicar óvulos
antibióticos o quimioterápicos de acuerdo con cada
caso.
14.
Después de lograr el control de la infección, puede ser
necesario el tratamiento en la consulta especializada de
patología de cuello para la exéresis o destrucción del
tejido afectado. Para esto se han utilizado distintos
procedimientos como la electrocoagulación,
cauterización, electroconización, conización quirúrgica
o traqueloplastia (Sturmdorf) y más modernamente la
cirugía por láser y la crioterapia; esta última es la más
utilizada y resulta muy económica para su aplicación a
grandes masas de población como en Cuba.
15.
Haciendo un resumen con un enfoque profiláctico del
cáncer de cuello, no debemos olvidar nunca la revisión
del cuello en el posparto, la sutura de todos los
desgarros, el examen de cuello a las 6 semanas posparto,
el tratamiento de las infecciones cervicovaginales, la
educación tendiente a la eliminación o disminución de
la promiscuidad sexual y el uso del condón en estos
casos, tareas fundamentales en las que el médico de la
familia y su enfermera desempeñan un papel
importante.
16. MIOMA UTERINO
CONCEPTO
Es una neoplasia benigna del útero, que se conoce
popularmente con el nombre de fibroma y desde el
punto de vista anatomopatológico como leiomioma,
liomioma y fibromioma, de acuerdo con el
predominio de las fibras musculares lisas o la
cantidad de tejido fibroso.
17.
Su frecuencia hace que sea uno de los diagnósticos más
comunes en las pacientes intervenidas quirúrgicamente en
los servicios de ginecología y de cirugía general. Aparece,
sobre todo, entre los 30 y 50 años, aunque en la actualidad
se diagnostica más temprano por el uso tan difundido de la
ultrasonografía, lo que permite el diagnóstico de tumores
muy pequeños, antes de que sean capaces de producir
síntomas. Se señala una mayor frecuencia en mujeres
negras, meztizas y nulíparas.
Pueden ser únicos o múltiples y ubicarse en cualquier lugar
del útero.
18. ETIOLOGÍA
Algunos autores consideran que la causa es desconocida,
otros le dan valor al estímulo estrogénico mantenido o
aumentado que activa los genitoblastos (elementos
musculares inmaduros), mesodérmicos y
células embrionarias que responden a este estímulo.
Algunos autores dan una incidencia hasta 10 veces mayor
en mujeres negras. En Santiago de Cuba la profesora
María Rodríguez señalaba 49,3 % en mestizas
(de acuerdo con la distribución étnica de la población
con predominio de mestizos).
19. De acuerdo con la ubicación se conocen:
1. Por debajo del endometrio: submucoso-sesil,
pedunculado, abortado.
2. Por debajo del peritoneo: subseroso-sesil o
pedunculado.
3. En el espesor del miometrio: intramural, único o
múltiple.
4. Entre las 2 hojas del ligamento ancho:
intraligamentario, variedad subseroso, y en el cuello
(cervical).
22.
De acuerdo con la medicina tradicional oriental esta
afección es debida a la estasis de sangre y energía en
la pelvis, con manifestaciones de congestión, edema
y fibrosis en estadios más avanzados, y en la práctica
hemos comprobado una alta correspondencia con
este diagnóstico etiológico.
23. CUADRO CLÍNICO
Dependerá del número, tamaño y la localización de los
miomas.
Sangramiento.
Hipermenorrea, polimenorrea o menorragias que son más
frecuentes en los miomas intramurales. La metrorragia
cíclica o acíclica es más frecuente en el mioma submucoso.
No se debe olvidar que la existencia de múltiples miomas
puede hacer que estas expresiones del sangramiento no
sean tan esquemáticas.
24.
Dolor.
Este se puede producir por compresión de órganos
vecinos o tracción de los plexos y debidos a
complicaciones tales como torsión, degeneración o
necrosis, aumento de la contractilidad y espasmo
uterino.
25.
Tumor.
Puede ser palpable por la paciente o un familiar o ser un
hallazgo en el examen físico en un examen preventivo
ginecológico o por otro motivo de consulta.
Actualmente en nuestro medio son cada día más raros
los tumores de gran tamaño que aparecen en los textos
de algunas décadas atrás, por lo que los síntomas de
compresión uretral, retención urinaria, polaquiuria y
disuria, estreñimiento y dolor a la defecación son poco
frecuentes.
26. EVOLUCIÓN
Se señala la incidencia de torsión (en los tumores
subserosos con pedículo largo), necrosis,
hialinización, transformación quística, calcificación,
hemorragias, infección y abscedación.
En el embarazo se observa una degeneración roja o
carnosa. En los submucosos pediculados ocurre el
parto del fibroma.
27. DIAGNÓSTICO
Casi siempre puede realizarse clínicamente por el cuadro
clínico y el examen físico, a veces como un hallazgo en
mujeres que consultan por otras causas o al realizar el
examen preventivo ginecológico; otras veces las pacientes
van a consulta por palparse un tumor.
El examen físico puede determinar el tamaño, forma y
consistencia del útero y los nódulos, su localización
(intramurales y subserosos), así como el parto del mioma en
el examen con espéculo.
28.
Por la histerosalpingografía y la histeroscopia se
pueden diagnosticar los miomas submucosos.
La ultrasonografía es el medio más útil hoy, e
identifica muy tempranamente tumores muy
pequeños y otros de localización muy difícil, así
como descarta el diagnóstico diferencial del
embarazo y tumores sólidos de ovario.
29.
30. TRATAMIENTO
La simple presencia de uno o más miomas, sobre
todo pequeños y asintomáticos, no exige tratamiento.
Es importante individualizar la conducta y la
decisión debe ser analizada y consentida por la
paciente y la familia.
31.
Es imprescindible tener en cuenta los aspectos
siguientes:
1. Edad.
2. Paridad (hijos vivos).
3. Deseo de nuevos hijos.
4. Número, tamaño y localización de los miomas.
5. Síntomas y complicaciones (naturaleza y
gravedad)
33.
El tratamiento médico con análogo de la hormona
liberadora de gonadotropina (GnRH) reduce por un
tiempo el tamaño del mioma, pero presenta efectos
secundarios y su uso prolongado puede conducir a
osteoporosis; puede ser útil en la etapa preoperatoria
para facilitar la cirugía, ya que reduce a cerca de la
mitad el tamaño de los miomas.
34.
En casos poco frecuentes de miomas submucosos
pediculados y paridos se puede realizar la exéresis
quirúrgica por vía transvaginal, también puede
realizarse la recepción electroquirúrgica o vaporización
con láser por medio de histeroscopia en miomas
submucosos y resección laparoscópica de miomas
subserosos.
35.
El tratamiento hormonal ha perdido terreno, pero
suele ser utilizado en un período de aplazamiento de
la operación y en climatéricas sintomáticas que no
desean operarse.
Pueden utilizarse la testosterona, progesterona o
combinadas después de descartar enfermedad
maligna endometrial.