3. BOTÁNICA:
Según estudios, el cacao se origina al sur de una línea que,
partiendo del este de Caracas, sigue la dirección de las cordilleras
para terminar al sur de Ecuador; es decir en la zona que comprende
las hoyas de los ríos Amazonas y Orinoco, incluyendo las Guayanas.
Así mismo, se afirma que la región noroeste de Colombia es la cuna
de los cacaos criollos. Este árbol tiene frutos que crecen en el tronco
y en las ramas, a los que se llama mazorcas, dentro de las que están
las semillas, llamadas granos o habas. Los granos tienen un cascara
delgada, una almendra y en germen. Las variedades son Criollo,
Forastero (Amelonado) y Trinitario, cultivado en África.
4. VARIEDADES:
Criollo: El más fino entre los finos,
se cultiva únicamente en
Colombia. Las variedades se
distinguen por el color, el tamaño
y forma de la mazorca, pero todas
tienen una característica común:
poseen mazorcas de cáscara
relativamente delgada y fácil de
cortar.
Forasteros finos: Incluyen el cacao
de Ecuador, Trinidad, entre otros.
Forasteros ordinarios: Éstos
crecen en África occidental, Brasil
y Santo Domingo.
5. SUELOS Y CLIMA:
El cacao necesita que sus raíces penetren con
facilidad; que tengan humedad durante la estación
seca y se permita la circulación de aire.
El nitrógeno, sodio, potasio, calcio y magnesio
deben estar presentes en cantidad adecuada y en
forma aprovechable. La deficiencia de magnesio
puede originar una producción baja, sobre todo en
los suelos arcillosos con presencia de yeso y falta
de este elemento.
Los terrenos con texturas francas, francoarcillosas,
se consideran buenos suelos para cacao. La acidez
(pH) recomendable de los suelos es de 6,5 a 6,8.
6. El cacao requiere una temperatura elevada, mucha agua y
aire siempre húmedo. Comercialmente sólo se cultiva en
los trópicos: el paralelo 22 Norte, en Cuba, es el punto
límite para su cultivo, y, hacia el sur, sólo hasta el paralelo
21, en las islas de Reunión, en África.
La altura máxima sobre el nivel del mar, está entre los
1.000 m y 1.200 m; el óptimo está entre los 600 msnm y
800 msnm. La temperatura óptima de crecimiento del
cacao está entre los 23°C y 28°C, rango en que se
favorece la formación de flores y frutos, la brotación de
yemas y nuevas hojas y el crecimiento del tronco.
La precipitación anual requerida es de 2.000 mm a 2.500
mm, bien repartidos durante el año. Cuando se presentan
periodos con lluvia deficientes, hay que completar con
riego. La humedad está en función de la temperatura y en
estrecha relación con las lluvias; debe ser forzosamente
alta: entre el 70% y el 80%.
7. PROPAGACIÓN Y PRÁCTICAS
CULTURALES
Para el establecimiento de plantaciones
industriales se utilizan dos métodos:
Sexual o por semillas: es el más
generalizado y fácil; además, con las
semillas de híbridos se obtiene ventajas
como precocidad, resistencia a
enfermedades y mayor rendimiento.
Asexual o vegetativa: se ha utilizado en
forma limitada; presenta ventajas como
producir alta calidad, altos rendimientos y
resistencia a algunas enfermedades.
9. El primer paso para el establecimiento de una
plantación de cacao es la selección del sitio, el
cual debe reunir estas condiciones: evaluación
del suelo, fácil acceso a las vías de
comunicación de los centros de consumo y
fácil aprovechamiento de agua para riegos.
Después de la preparación del terreno, se
trasplantan de arbolitos (de cuatro a seis
meses de edad, sin bolsa), con distancias de
siembra de 4m por 4m, junto con árboles de
sombrío permanente, colocados a 12m por
12m o 16m por 16m. El control de malezas se
realiza con plateo cada dos meses durante el
primer año; un método más práctico para el
control de malezas es el uso de plantas de
cobertura, como es el frijol terciopelo
(Stizolabium deeringianum Bor.).
10. A medida que la plantación crece, y con las
labores de podas mensuales, va formándose
un colchón de hojas que se descompone
lentamente y sirve como medio represivo de
las malezas.
La poda ayuda a la formación y al desarrollo
de árbol y con ella se busca: tener árboles
simétricos, con el máximo número de ramas
productoras de mazorcas; promover un buen
crecimiento de follaje; facilitar la entrada de
aire y luz al árbol, estimular al árbol a que
produzca la máxima cantidad de mazorcas;
reducir los riesgos de la incidencia de plagas
y enfermedades.
11. FITOSANIDAD:
El cacao lo afectan enfermedades fungosas, como la moniliosis (Monilia roneri) que
ataca el fruto en todos los estados de su desarrollo. Estas infecciones se manifiestan
externamente como puntos o pequeñas manchas que sugieren una maduración
prematura. El control se hace con prácticas de cultivo que favorezcan un cambio en
el microclima de las plantaciones, como la eliminación gradual de chupones, la poda
fuerte al primer semestre, la protección de heridas con cicatrizante y los drenajes con
zanjas profundas.
12. El ceratocystis (Ceratocystis
fimbrata) se presenta como el
marchitamiento repentino del
follaje y de chupones. El manejo se
ejerce evitando las heridas
innecesarias en los árboles, el
empleo de pasta cicatrizante, el
secado y quemado de árboles que
mueren por la enfermedad y no
sembrar material reconocido como
susceptible de enfermedades.
13. La escoba de bruja, cuyo agente causal se
el hongo Marasmius perniciosus, ataca
diferentes partes de la planta, que presenta
que presenta síntomas característicos
según el órgano o parte afectada. Para el
manejo se recomienda: implementar los
métodos preventivos mediante prácticas
culturales, buscando la utilización de
variedades resistentes: regular la sombre y
el drenaje; remover todas las escobas y las
mazorcas infectadas, quemándolas o
enterrándolas; recoger los frutos maduros
cada tres a cuatro semanas y aplicar caldo
bordelés al 4-4-50, una vez por mes.
14. La pudrición parda (Phytophthora
palmivora) produce una mancha parda
que ataca la mazorca y llagas en el
tronco y las ramas; en brotes jóvenes y
chupones hay marchitamiento. El
manejo se orienta reducir la humedad
del ambiente y favorecen la libre
circulación del aire dentro de la
plantación, remover las mazorcas
enfermas y usar variedades resistentes.
La antracnosis es causada por el
Colletotrichum aloesporioides que
afecta las hojas y los frutos,
principalmente, causando defoliación y
manchas necróticas alargadas. El control
se realiza con la aplicación de caldo
bordelés.
15. Las plagas más frecuentes en el cultivo de cacao son: las que atacan
flores y frutos, como la chinche negra (Mecistorbium triptenes), la
chupanga (Monalonium dissimultaum), la salivita del cacao
(Clastoptera sp.); las que atacan hojas y brotes tiernos, como el lorito
de los cogollos (Empoasa K.), los áfidos de los brotes y tallos tiernos
(Toxoptera auranti), los trips (Selenothrips rubrocinetus, Frankliniella
parvula) y las hormigas arrieras (Atta sp.); los insectos que atacan el
tronco y las ramas, como el pasador (Xilebonus spp, Aegeris sp.).
El manejo de plagas se realiza con control biológico, empleando
predadores o parásitos, como las avispas, chinches asesinas,
rezanderas; o parásitos, como taquínidos y hongos entomófilos.
16. MANEJO DE COSECHA Y
POSCOSECHA
Se logran producciones de 1.000kg/ha.
de cacao seco, en dos cosechas, una de
junio a julio y otra de noviembre a
diciembre, pero durante los demás
meses del año se recolectan pequeñas
cosechas. El primer año de producción
se pueden lograr 150kg/ha.; el segundo
año 400kg/ha.; el tercer año 650kg/ha.
Después del sexto año, se logran hasta
1.200kg/ha. Luego de la recolección, las
mazorcas maduras se abren para sacar
las almendras y ponerlas a fermentar en
fermentadores especiales.