El documento proporciona información sobre la atención inicial del paciente politraumatizado. Describe los pasos clave de la evaluación primaria ABCDE (vía aérea, respiración, circulación, neurología, exposición) y reanimación, así como indicaciones para procedimientos como la intubación endotraqueal. Resalta la importancia de una evaluación y tratamiento rápidos siguiendo un enfoque sistemático para mejorar los resultados en estos pacientes.
2. INTRODUCCIÓN
El politraumatismo es hoy una entidad relativamente frecuente, en particular
en las grandes ciudades
Ante esta realidad, la atención del paciente con lesiones múltiples constituye
un desafío para todos los sistemas de atención de la salud.
No obstante, el Sistema de Atención de Emergencias es, quizás, el espacio
donde mayor importancia ha cobrado en los últimos años.
En este sentido, los avances más notorios se han dado en la atención médica
prehospitalaria y en la reanimación inicial en el área de emergencias.
En la Argentina, casi 40 muertos y más del doble de discapacitados graves
cada día dan cuenta de la magnitud con la que el trauma sigue azotando a la
población, independientemente de los esfuerzos preventivos.
4. UTILIZACIÓN DE LA HORA DE ORO
La insuficiencia respiratoria aguda en el paciente con trauma obedece a
múltiples mecanismos. Entre ellos, los provocados por una alteración
mecánica ventilatoria -como el neumotórax a tensión y hemotórax masivo-
requieren del correspondiente tratamiento de drenaje.
Una adecuada y eficaz atención del paciente sólo será posible si el
procedimiento de recepción inicial se dirige a la estabilización y
resucitación del paciente, en muchos casos sin conocer en ese momento
la causa precisa que produce este cuadro.
5. RECEPCIÓN INICIAL: INSTANCIA CLAVE
DE LA ATENCIÓN
La etapa de la atención inicial del paciente politraumatizado se caracteriza
por su dinamismo.
En muchos casos, la evaluación y reanimación inicial permiten clarificar la
indicación quirúrgica del enfermo
En todos los casos, la actuación coordinada del recurso humano
interviniente en la recepción inicial es determinante para la evolución
del paciente.
6. La normatización de la atención inicial hospitalaria del paciente
traumatizado funciona como una herramienta de trabajo que permita resolver
rápida y efectivamente la mayor parte de las situaciones que se puedan
presentar.
Cuanto más rápida y de manera más completa se actúe con el paciente,
menos complicaciones van a ocurrir De este modo, se producirá una
disminución de la mortalidad tardía (tercera curva), frecuente en la
Unidad de Cuidados Intensivos.
7. PROGRAMA AVANZADO DE APOYO VITAL
EN TRAUMA
La evaluación y reanimación inicial rápida del paciente con trauma en la
Central de Emergencias debe seguir los lineamientos del Programa ATLS -
Programa Avanzado de Apoyo Vital en Trauma, curso dictado desde 1978.
El abordaje sistematizado recibe el nombre de atención inicial y está
integrado por las siguientes etapas:
8. 1. Preparación
2. Evaluación primaria (ABCDE). Incluye:
A. Evaluación de la vía aérea con control de la columna cervical
B. Respiración y ventilación con oxígeno
C. Circulación y control de hemorragias
D. Evaluación déficit neurológico
E. Exposición/Control ambiental.
3. Reanimación
4. Auxiliares de la evaluación primaria y reanimación
5. Evaluación secundaria
6. Auxiliares de la evaluación secundaria
7. Reevaluación y monitoreo continuos después de la reanimación
8. Tratamiento definitivo
9. Registros y aspectos legales
9. ATENCIÓN INICIAL DEL PACIENTE CON
TRAUMA
Todas las maniobras de evaluación y reanimación se realizan de manera
simultánea por el equipo actuante.
11. Escenario prehospitalario
El sistema prehospitalario debe estar coordinado con el sistema intrahospitalario,
de tal manera que antes de que el paciente sea evacuado del sitio del accidente,
la central de emergencias sea alertada de la llegada de un accidentado.
12. Escenario intrahospitalario (Central de Emergencias)
En este escenario podemos distinguir las siguientes etapas de trabajo:
preparación de todos los materiales, aparatos y dispositivos para la
evaluación y reanimación del paciente traumatizado
organización del personal que formará el equipo de trauma (TEAM).
13. Medidas de protección del equipo de
salud
Todo el personal que entra en contacto con el paciente accidentado debe implementar
medidas de protección (precauciones universales) para evitar contraer una enfermedad
infectocontagiosa. Entre ellas se encuentran la hepatitis y el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (sida).
Entre los materiales de protección mínima podemos mencionar: barbijo, antiparras,
guantes, camisolines con pechera impermeable y botas impermeables.
14. EVALUACIÓN PRIMARIA
La evaluación primaria también se conoce como evaluación inicial, revisión
primaria o examen primario.
Al realizarla, nuestro objetivo es identificar las lesiones que llevan a la
muerte inmediata del paciente.
De este modo, podremos establecer las prioridades de tratamiento en función
de las características de las lesiones sufridas, la alteración de las funciones
vitales y el mecanismo de la lesión.
La evaluación primaria “va de la mano” con la reanimación.
Toda reanimación se continúa con una reevaluación, para constatar la
recuperación de la función alterada.
15. ABCDE DE LA ATENCIÓN DEL TRAUMA
El examen total del paciente debe ser rápido, superficial y fundamentalmente,
semiológico. No es necesario un inventario detallado de las lesiones.
16. Cuadro N° 1 - ABCDE del Trauma: secuencia
A. Mantenimiento de vía aérea permeable y control de la columna cervical
B. Respiración y ventilación con oxígeno suplementario
C. Circulación y control de hemorragias
D. Evaluación de déficit neurológico
E. Exposición/Control ambiental. Desvestir y completar el examen corporal, previniendo la hipotermia
17. El líder del equipo debe tener la secuencia definida con claridad, primero A,
luego B y C, para controlar las conductas tomadas de acuerdo con las
funciones alteradas.
Siempre debemos recordar que a cada conducta tomada durante la
evaluación inicial, le debe seguir una reevaluación.
18. Primera impresión (vista rápida del
paciente)
Una mirada rápida nos permite determinar si ventila, si nos mira y si su
columna está inmovilizada correctamente (si hay indicios de trauma por
encima de las clavículas y nivel de conciencia alterado, se debe indicar su
inmovilización inmediata).
19. EVALUACIÓN DE LA VÍA AÉREA CON
CONTROL DE LA COLUMNA CERVICAL
En la evaluación del paciente traumatizado siempre debemos comenzar con la
revisión de la vía aérea superior para determinar si se encuentra permeable.
Es conveniente recordar que, debido a la potencial o real lesión de la
columna cervical, siempre debe permanecer inmobilizada y alineada.
20. Algoritmo universal para el manejo de
la vía aérea
En el esquema que presentamos a continuación en forma global podemos
observar las tres situaciones principales que pueden presentarse en la Central
de Emergencias:
paciente en apnea o con respiración agónica
Probable vía aérea dificultosa
que no presenta ninguna de las situaciones anteriores pero puede ser
candidatos a una Intubación con Secuencia Rápida de Drogas.
21.
22. Esquema de manejo de la vía aérea (Colegio
Americano de Cirujanos – ATLS)
23. Evaluación de la vía aérea con control de la
columna cervical
La manera más sencilla de evaluar la vía aérea es tratar de obtener una
respuesta del paciente, lo que nos ayuda a conocer no solo la permeabilidad
de la vía aérea, sino que también nos brinda información sobre su estado de
conciencia.
A tener en cuenta:
Una voz clara, una respiración tranquila y un estado mental no alterado
descartan una obstrucción de la vía aérea. Sin embargo, siempre es
prudente repetir la evaluación de la permeabilidad de la vía aérea.
24. Veamos un ejemplo con el que nos podemos encontrar en la Central de
Emergencias:
Al evaluar la permeabilidad de la vía aérea, nos encontramos con un paciente
que nos responde cuando le hablamos, pero con una sensación de falta de
aire, tono de voz áspera y/o ausente.
25. Causas comunes de obstrucción de la vía
aérea
Las causas más comunes de obstrucción son:
Caída posterior de la lengua provocando obstrucción de la hipofaringe
tejidos blandos edematosos
sangre
cuerpos extraños
dientes
vómitos
26. Evaluación de la vía aérea: ¿cómo proceder
con el paciente inconsciente?
Cuando nos hallamos ante un paciente inconsciente es imprescindible
asegurarnos la permeabilidad de la vía aérea, que generalmente se obstruye
por lengua hipotónica.
En estos casos, pueden resultar útiles las maniobras básicas de levantamiento
del mentón y tracción de la mandíbula sin hiper-extender el cuello.
Podemos colocar una cánula de mayo o nasofaríngea, siempre y cuando no
existan contraindicaciones.
La máscara a utilizar es facial con bolsa reservorio.
En caso de que el paciente inconsciente ventile superficialmente o no respire,
(Crush de Vìa Aérea), debemos indicar intubación traqueal.
27. Indicaciones para la intubación
endotraqueal de urgencia
Paro respiratorio o apnea
Insuficiencia respiratoria, incluyendo hipoventilación severa o hipoxemia a pesar del aporte de
oxígeno
Trauma encefalocraneano severo (Escala de coma de Glasgow <8) o un score superior o normal con
un deterioro de 2 puntos de Glasgow entre 2 evaluaciones consecutivas.
Incapacidad de proteger la vía aérea superior (falta de reflejo tusígeno, depresión del nivel de
conciencia)
Lesiones torácicas (tórax flotante, contusión pulmonar, trauma penetrante)
Lesiones asociadas con obstrucción potencial de la vía aérea (trauma facial o lesiones del cuello)
quemaduras faciales con signos de quemadura de la vía aérea alta (quemaduras de cejas, pestañas,
barba o bigote)
esputo carbonáceo
28. En estos pacientes esta indicada la evaluación precoz de la vía aérea e
intubación orotraqueal temprana si corresponde. También pueden ser
pacientes combativos que necesiten una vía aérea segura.
En estos casos, la indicación es la Intubación de Secuencia Rápida (ISR) con
el uso de agentes químicos paralizantes.
29. En caso de no poder realizar la intubación traqueal (“No puedo Ventilar no
puedo Intubar”), es importante evaluar y considerar la presencia de
hemorragia o la existencia una lesión maxilo-facial con alteración de la
anatomía (Vía Aérea Dificultosa).
En estos casos debemos recurrir a la vía aérea quirúrgica con procedimientos
de crico-laringotomía percútanea y/o quirúrgico.
30. Punción de la membrana cricotiroidea
La punción de la membrana cricotiroidea se realiza con un catéter sobre
aguja número 14/16, seguida de ventilación tipo jet, conectando el catéter a
una fuente de oxígeno en tubo en Y. Se debe mantener presionada la entrada
del oxígeno 1 segundo y liberarlo durante 4 segundos.
31. RESPIRACIÓN Y VENTILACIÓN CON
OXÍGENO
Una vez obtenida la permeabilidad de la vía aérea, debemos lograr una
adecuada oxigenación de los tejidos.
32. Según el estado del paciente existen dos formas de ventilación:
Activa: el paciente respira por sí mismo gracias a la actividad de sus músculos
respiratorios que generan una presión negativa intratorácica
Pasiva: el paciente respira pasivamente gracias a la utilización de dispositivos
de ventilación a presión positiva (dispositivo máscara-bolsa o a través de un
respirador mecánico)
33. Examen de pulmones, pared torácica y
diafragma
El examen se comienza desde el cuello, buscando signos que no hagan sospechar
la presencia de lesiones torácicas que comprometen la ventilación:
Neumotórax hipertensivo
Neumotórax abierto o herida abierta en tórax
Contusión pulmonar severa con o sin tórax móvil
Hemotórax masivo
34. Neumotórax hipertensivo
Este cuadro es emergente, por lo que se debe tratar de inmediato,
descomprimiendo el tórax afectado con un catéter sobre aguja 14-16 en el
segundo espacio intercostal línea medio clavicular, transformado el
Neumotórax Hipertensivo en Normotensivo.
Posteriormente, debemos tratar en forma definitiva, con la colocación de un
avenamiento pleuropulmonar en el 4°-5° espacio intercostal línea medio
axilar. el diagnóstico debe ser clínico y nunca radiológico.
35. Traumatismo en la pared torácica
La presencia de un importante traumatismo en la pared torácica puede producir una
falta de continuidad de la misma, produciendo un neumotórax abierto.
Si el diámetro de la lesión es de gran magnitud, puede ocasionar un intercambio
gaseoso a través de la brecha. Este cuadro se conoce como traumatopnea y
descompensa rápidamente al enfermo.
El tratamiento inicial consiste en un taponaje parcial con una gasa ocluyendo la
herida en tres bordes. Se completa con la colocación de un tubo de avenamiento
pleural por una brecha distinta a la apertura traumática.
36. Tórax móvil
Ante múltiples fracturas costales en dos segmentos y al menos tres costillas
consecutivas, debemos sospechar la presencia de un tórax móvil, cuadro que
complica la dinámica ventilatoria, principalmente por dolor y el seguro daño
pulmonar subyacente (contusión pulmonar severa)
37. Hemotórax masivo
Si el paciente presenta disnea asociada a un cuadro de shock severo no
explicado por otro foco de sangrado, debemos sospechar un hemotórax
masivo, lo que se confirma con una matidez torácica a la percusión.
El tratamiento consta de un avenamiento pleural en el quinto espacio, línea
axilar anterior o media.
Si se obtiene inicialmente la salida de 1500 ml. de sangre, o débito
persistente de 200 ml/hora por 4 horas consecutivas, se indica una
toracotomía.
38. Ventilación de pacientes con trauma:
peligros latentes
En algunas oportunidades resulta difícil diferenciar entre “problemas
ventilatorios” y un compromiso de la vía aérea. Por eso, debemos tener en
cuenta los siguientes aspectos:
El neumotórax simple acompañado de avidez de aire y falta de respiración
puede ser confundido con una vía aérea dañada. La intubación traqueal y la
ventilación asistida pueden convertirlo en neumotórax hipertensivo.
En un paciente inconsciente que necesita intubación y ventilación debemos
rápidamente descartar un neumotórax a través del examen.
39. CIRCULACIÓN Y CONTROL DE LAS
HEMORRAGIAS
La hemorragia y la hipovolemia son las causas de muerte prevenible
secundaria al trauma más importantes.
Es fundamental diagnosticar y tratar el shock, definido como perfusión de
órganos y oxigenación tisular inadecuados.
40. El shock hemorrágico es el más común en el paciente traumatizado. No obstante,
también pueden presentarse otros tipos de shock:
shock cardiogénico (taponamiento cardiaco y lesiones cardiacas contusas)
shock neurogénico (lesión de la médula espinal)
shock séptico (a menudo tardío por infección)
Shock mecànico ( neumotòrax a tension)
41. Circulación y control de hemorragias:
datos de observación clínica
Los datos de observación clínica que en segundos nos proveen de información
clave son:
Estado de conciencia
Color y temperatura de la piel. Relleno capilar
Frecuencia y características del pulso
Otros parámetros
42. Observación clínica: estado de
conciencia
El estado mental normal del paciente implica una perfusión cerebral
adecuada y una probable ausencia de lesión intracraneal significativa.
En cambio, la disminución de los procesos mentales en presencia de
taquicardia e hipotensión -por disminución del volumen circulante- se re-
laciona con shock, acompañado o no de lesión intracraneal.
La reducción de más del 50 por ciento de volumen circulante origina pérdida
de la conciencia.
43. Observación clínica: color y
temperatura de la piel. Relleno capilar
La vasoconstricción de los vasos de la piel y de los músculos inducida por
catecolamina es una de las compensaciones más tempranas de la hipovolemia.
Produce palidez, piel fría y sudoración.
El relleno capilar retardado indica redistribución de flujo sanguíneo y se determina
comprimiendo la piel (de la frente, manubrio esternal, lecho ungueal) durante
cinco segundos. Luego, debe regresar el color antes de los dos segundos.
44. Observación clínica: frecuencia y
características del pulso
La frecuencia y las características del pulso son las mejores medidas del gasto
cardiaco que podemos establecer a través del examen físico:
Un pulso regular, de baja frecuencia y lleno es signo de buen pronóstico.
El hallazgo de pulsos centrales, carotídeos o femorales indica volemia de por lo
menos el 50 por ciento de lo normal.
Un pulso rápido y débil sugiere hipovolemia.
No obstante, en el paciente traumatizado la taquicardia siempre sugiere
shock hipovolémico.
45. Observación clínica: otros parámetros
Otros parámetros que podemos evaluar son:
presión arterial
gasto urinario
presión venosa central (cuando se dispone de vía central)
ruidos cardíacos presentes
46. Hemorragias internas y externas
Las hemorragias externas deben controlarse con compresión directa de la
herida, presión digital en los puntos arteriales correspondientes o, si se
dispone de ellas, férulas inflables, particularmente para las hemorragias en
fracturas.
Por su parte, las hemorragias internas pueden localizarse en las cavidades
torácica y abdominal y en focos fracturarios, en especial a nivel pelviano y de
huesos largos.
47. Veamos que volumen de sangre en ml pueden albergar diferentes compartimentos
corporales y diferentes tipos de fracturas:
la cavidad pleural puede albergar 2.500 ml de sangre
la peritoneal puede albergar 2.000 ml. cuando el abdomen se distiende 1 cm y
4.000 ml cuando se distiende 2 cm
una fractura grave de pelvis puede albergar 2.500 ml
una fractura de fémur puede albergar 1.000 a 1.500 ml
una fractura de tibia y peroné puede albergar 500 ml
una fractura de húmero, 300 ml
cada costilla, 200 ml
49. Situaciones especiales
Existen tres situaciones especiales que siempre debemos tener en cuenta:
Taponamiento cardiaco
Neumotórax hipertensivo
Traumatismo cardiaco: se comportan como shock no hemorrágico. La bomba
cardiaca puede presentar una falla aguda seguida de muerte.
50. Acceso al sistema venoso
Es necesario utilizar catéteres cortos y gruesos de calibre 16 o mayor.
Debemos colocar varias vías (2 a 4) según la gravedad del cuadro.
En caso de exanguinación, si estamos entrenados, podemos colocar
introductores de 8 French en las venas femorales, lo que permite una infusión
máxima de volumen.
Recordemos que es importante postergar la colocación de vías centrales
hasta el momento en que el paciente se encuentre completamente
resucitado.
51. Por la primera vía venosa, debemos extraer y enviar por lo menos 20 ml de sangre
para tipificar el grupo y factor sanguíneo y obtener un perfil básico de laboratorio
(Hemograma, Glucemia, Uremia, Ionograma y Coagulograma, estado acido base y
amilasemia en trauma abdominal), screenig de drogas, también agregar un test de
embarazo en mujeres en edad gestacional.
De acuerdo con la respuesta del paciente, indicaremos sangre y consulta
quirúrgica.
52. EVALUACIÓN DEL DÉFICIT
NEUROLÓGICO
El examen neurológico completo quizá no se requiera hasta que el paciente se
halle hemodinámicamente estable. Tampoco es prudente practicarlo durante
los esfuerzos extensos de reanimación.
El “mini examen neurológico” supone valorar la calificación de la escala de
coma de Glasgow, así como el tamaño y la reacción pupilar.
53. Escala de coma de Glasgow
La escala de coma de Glasgow es una evaluación del grado de conciencia y se
calcula durante el examen primario. Se repite durante el examen secundario,
dependiendo del estado hemodinámico del paciente.
Asimismo, es la suma de calificaciones de tres áreas de valoración:
la apertura ocular
la respuesta verbal
la mejor respuesta motriz
El tamaño pupilar, la simetría y la reacción a la luz son elementos diagnósticos
importantes que ayudan en la lateralización de la lesión intracraneal.
54. EXPOSICIÓN / CONTROL AMBIENTAL
Cuando nos hallamos ante un paciente politraumatizado, debemos desvestirlo por
completo para poder ver las lesiones externas obvias.
Para inspeccionar el dorso, con la participación de tres o cuatro operadores,
debemos rotar en bloque al paciente siempre con el control estricto de todo el
raquis.
Es necesario cubrir al paciente para controlar su temperatura, con el fin de no
generar o empeorar un cuadro de hipotermia, complicación grave, que debemos
sospechar, caracterizado por su difícil terapéutica cuándo se instala.
55. REANIMACIÓN
La reanimación y el examen primario se efectúan al mismo tiempo.
a) Proteger y asegurar la vía aérea
b) Ventilar y oxigenar
c) Detener el sangrado
d) Realizar tratamiento agresivo del shock
e) Evitar la hipotermia
56. Clasificación del paciente politraumatizado
Clasificación del paciente politraumatizado por su pronóstico
Paciente estable No está en shock, tiene la conciencia
preservada y puede pasar a un segundo
examen sin sobresaltos.
Paciente inestable Presenta nivel de conciencia disminuida,
anormalidades neurológicas y/o
insuficiencia respiratoria y/o estado
shock inminente o instalado.
Paciente potencialmente inestable Ingresa con parámetros vitales
codificados como estables, pero en su
evolución inmediata se deterioran
rápidamente.
Es en general portador de fracturas de
huesos largos proximales al tronco o
traumatismos torácicos o abdominales no
totalmente.
57. Todo paciente traumatizado debe ser considerado
inestable hasta que después de varias evaluaciones
se demuestre lo contrario.
58. AUXILIARES DE LA EVALUACIÓN
PRIMARIA Y REANIMACIÓN
Rx columna cervical perfil
Rx pelvis panorámica
Rx tórax frente
También debemos colocar una sonda nasogástrica –cuando no hay contraindicación-
para la evacuación del estómago y una sonda vesical para detectar hematuria y
monitorear la diuresis.
59. EVALUACIÓN SECUNDARIA Y AUXILIARES
Persistencia de vía aérea permeable y segura
Respuesta a medidas de reposición volémica
Inspección y valoración de lesiones en los distintos territorios, incluido el dorso
Aparición de complicaciones de las patologías o del tratamiento
Profundización del examen neurológico, tamaño y respuesta pupilar, asimetrías
motoras o sensitivas
Exploración radiográfica y de laboratorio que vayan siendo necesarias
Solicitud de estudios ecográficos (FAST), y/o TAC que sean necesarios
Intervención policial correspondiente.
Investigación nemotécnia SAMPLE.
60. El examen secundario consiste en la evaluación completa y detallada de todo
el paciente, comenzando desde la cabeza hacia los pies.
Se inspeccionan todos los orificios y si no se encuentran contraindicados se
colocan catéteres en ellos.
Para realizar el examen secundario el paciente debe estar estabilizado y
haberse completado las maniobras y procedimientos antes mencionados.
61. REEVALUACIÓN Y MONITOREO CONTINUOS
Durante todas las fases de la atención del traumatizado, la reevaluación
frecuente permite detectar y tratar cualquier deterioro en el estado del
paciente.
Indudablemente, una vez que el examen secundario se ha completado, la
reevaluación continua es necesaria para asegurar que las lesiones ocultas no
hayan pasado inadvertidas.
62. LA ECOGRAFÍA EN LA EVALUACIÓN DEL PACIENTE CON
TRAUMA
Es importante destacar que la ecografía a la cabecera del paciente tiene una serie
de ventajas para nuestra práctica:
es simple
tiene bajo costo
se puede repetir de forma regular
no genera perjuicio para el paciente
no requiere de transporte a otros sectores del hospital
no causa efectos adversos secundarios por radiación o por el uso de agentes de
contraste.
63. PRINCIPIOS GENERALES DE LA ECOGRAFÍA
La ecografía es un procedimiento diagnóstico basado en imágenes
obtenidas mediante el procesamiento de ecos, generados a través de la
acción de pulsos de ondas ultrasónicas reflejados en las estructuras del
cuerpo.
64. USO DE LA ECOGRAFÍA EN LA EVALUACIÓN DE VÍA AÉREA Y
RESPIRATORIA
A continuación describiremos cómo utilizar la ecografía pulmonar para
identificar amenazas como la presencia de sangre (hemotórax) o de aire
en el espacio pleural (neumotórax), contusión pulmonar y también para
confirmar la realización de la intubación selectiva pulmonar con un alto
grado de precisión.
67. Principales diagnósticos diferenciales de la falta de
deslizamiento del pulmón
Cuadro Nº 1 – Diagnóstico diferencial de ausencia de deslizamiento pulmonar
(lung sliding)
Pneumotórax
Intubacion seletiva
Síndrome de Distress Respiratorio del Adulto
Neumonía
Sinequias pleurales
Fibrosis pulmonar
75. ECOGRAFÍA ABDOMINAL FOCALIZADA EN EL
TRAUMA
La Ecografía Abdominal Focalizada en el Trauma se conoce también como
FAST - Focused Abdominal Sonography for Trauma.
76. El Protocolo FAST no reemplaza la ecografía abdominal realizada por
radiólogos, esta sólo tiene por objeto detectar hemoperitoneo, al tiempo que
permite rastrear el origen de la lesión (desgarros o laceraciones del hígado o
del bazo, por ejemplo)
77. Detección de derrame peritoneal
Un derrame peritoneal genera un patrón característico, hipoecogénico que se
identifica por su ubicación, forma y dinámica.
La hipoecogenicidad es una señal complementaria. La sangre también puede
presentar un patrón semejante al puntillado, llamado "signo del plancton" o
ser anecoicas.
78. Respecto de la ubicación, podemos señalar que en los pacientes en decúbito
supino, la sangre se acumula por lo general en tres grandes regiones, que son los
puntos más declives de la cavidad abdominal:
En el cuadrante superior derecho abdominal, se acumula en el receso
hepato-renal (espacio de Morrison).
En el cuadrante abdominal superior izquierda, encontramos el receso espleno-
renal.
En el hipogastrio lo encontramos en el varón entre la vejiga y el recto y en la
mujer entre el útero y recto ( Espacio de Douglas)
81. Evaluación de la zona de la pelvis
En la pelvis, la realización de un examen apresurado puede confundir la
presencia de líquido libre con una vejiga a medio llenar.
84. Algoritmo de decisiones a partir del FAST
Examen FAST
Inestabilidad
Hemodinámica
Estabilidad
Hemodinámica
Examen
Negativo
Examen Positivo
Examen
Negativo
Examen Positivo
Considerar otro
diagnostico de
inestabilidad
Laparotomía Examen seriado
y/o TC
TC o
Laparotomía
85. ESTADO DE LA VOLEMIA EFECTIVA: EVALUACIÓN NO
INVASIVA
Los pacientes en shock hipovolémico presentan un diámetro menor de la vena cava
inferior en espiración cuando se los compara con pacientes hemodinámicamente
estables.
86. OTRAS APLICACIONES DE LA ECOGRAFÍA
Ecografía ocular en la CEA
Se realiza con un transductor lineal de alta frecuencia y permite estimar la
presión intracraneal mediante la medición del espesor de la capa del nervio
óptico.
Punciones en venas centrales guiadas por ecografía.
La visualización del vaso permite guiar la punción venosa y la posterior colocación
de la vía central.
Utilidad durante la Reanimación Cardio Pulmonar Avanzada
La ecografía puede establecer el diagnóstico de taponamiento o confirmar
asistolia o Actividad Eléctrica sin Pulso (AESP) sin necesidad de interrumpir las
compresiones torácicas.
87. TRATAMIENTO DEFINITIVO
Aquí nos referimos al tratamiento específico y, en principio, definitivo de cada uno
de los sectores del organismo (sistema nervioso, tórax, abdomen, miembros, etc.).
Al llegar a esta etapa, el paciente debe estar estabilizado o con los sistemas
vitales controlados y con una evaluación diagnóstica lo más adecuada y completa
posible.
88. REGISTROS Y ASPECTOS LEGALES
Los registros de consentimiento informado para el tratamiento constituyen otra
parte importante de la historia clínica.
En aquellos casos donde no podemos obtener el consentimiento informado por
trastorno de la conciencia del paciente o ausencia de familiares o responsables
durante la atención, es fundamental volcar en la historia clínica lo actuado,
justificando la necesidad de realizar procedimientos terapéuticos o diagnósticos.
89. PARA CONCLUIR
La evolución final del paciente traumatizado está condicionada por las acciones
tomadas durante la atención inicial.
Esta comienza en el lugar del trauma y continúa a lo largo del proceso
prehospitalario, para finalizar en el hospital donde se realizarán las maniobras de
tratamiento definitivo.
La utilización adecuada del tiempo, el entrenamiento, la capacitación y el trabajo
en equipo son factores críticos.