La familia juego un papel fundamental en el desarrollo y en la intervención que se lleva a cabo con un niño con TDAH, por ello deben conocer la mayor cantidad de información posible para hacer frente de la manera más adecuada a todos los aspectos en los que influyen como coterapeutas.
2. El TDAH es uno de los trastornos en la infancia-
adolescencia que más repercusión causa en las
familias. A su vez, el funcionamiento de las
familias constituye uno de los aspectos que más
impacto causan en la evolución y desarrollo de
los afectados por el TDAH.
Es por ello que queremos centrar la información
en la importancia de la psicoeducación en la
familia, como punto de partida para poder ser
capaces de influir en determinados aspectos de
vital relevancia para los afectados por TDAH
como, en este caso, la motivación.
3. Entendemos por psicoeducación el abordaje que
puede llevarse a cabo con la familia del afectado
por TDAH de cara a mejorar el conocimiento
sobre el trastorno, qué características tiene y qué
se puede hacer para mejorar y trabajar desde el
ámbito familiar.
Este es sin duda el primer paso para decidir cuál
es el mejor tipo de tratamiento en función de las
características de nuestro hijo y de qué manera
podemos como familia contribuir a su mejora. En
todo esto la motivación juega un papel
indispensable para la consecución de objetivos
personales y académicos en los niños con TDAH.
4. Una de las grandes dificultades que observan las
familias con niños o adolescentes con TDAH es la
gran dificultad en lo relacionado con la motivación
interna de los chicos, el hecho de que no tengan esa
motivación, ese empuje con el que el esfuerzo que se
hace en el ahora se verá recompensado en el fututo.
Como sabemos, la motivación que todos tenemos es
como un motor que nos da fuerzas para luchar por
conseguir una meta, de forma que tenemos presentes
unos objetivos concretos que conseguir y sobre los
que tenemos unas expectativas.
5. Los niños con TDAH, cuando se enfrentan a
una tarea tediosa, que no les motiva o no les
resulta atractiva sienten que no pueden
llevarla a cabo, les produce desganas, lo que
provoca que no la lleven a cabo por muy
importante que esta sea.
Por ello, es imprescindible que las familias se
informen y entiendan la manera adecuada de
gestionar la motivación de sus hijos de cara a
poder ofrecerles alternativas, pautas y
estrategias para luchar contra esa desgana y
alcanzar los objetivos que se propongan.
6. ¿Qué pueden hacer los padres
para ayudar a mejorar la
motivación de sus hijos?
En primer lugar, deben saber que la motivación está
muy relacionada y estrechamente vinculada a la
autoestima de cada persona. Cuando un individuo
consigue sus objetivos, obtiene éxito en las tareas
que se propone y que lleva a cabo, se siente una
persona capaz, con recursos y medios para hacer
frente a lo que se proponga. En cambio, como ocurre
con los niños con TDAH, si una persona es centro de
críticas y rectificaciones en todos o en la mayoría de
sus actos, no alcanza el éxito en las tareas que se
propone o que se le exigen, va a experimentar que
poco a poco su autoestima vaya viéndose minada e
ida a menos al no sentirse capaz.
7. Para evitar estas situaciones vamos a poner un
ejemplo relacionado con el plano académico.
Muchas veces los niños no muestran interés por
determinadas asignaturas, el realizar tareas o
trabajos relacionados con ellas así como el
estudio de la materia se vuelve una ardua tarea
para ellos y para la familia que ve como no
obtiene los objetivos académicos. La familia debe
actuar como el motor que tire del niño, valorarlo,
elogiarlo, creer el ellos para que ellos mismos
puedan empezar a creer en sus posibilidades, de
forma que si hacemos de eso un trabajo diario y
constante, estaremos valorando su esfuerzo y los
resultados que poco a poco van consiguiendo.
8. Ya hemos hablado en otras ocasiones de los refuerzos
positivos, concretamente de la economía de fichas,
por ejemplo. El obsequiar al niño con algo
gratificante, una tarea o actividad que sea de su
agrado, justo inmediatamente después de una que le
requiere más tiempo y con la que debe esforzarse
más debido a que no le gusta o motiva tanto, puede
ser un excelente aliciente para el niño de cara a
esforzarse más en la tarea que no le gusta porque
sabe que obtendrá una recompensa que apreciará.
Esto es necesario realizarlo de manera continua y
prolongada en el tiempo y posiblemente este tiempo
sea largo, por lo que las familias deben prepararse y
concienciarse para perseverar y no rendirse antes de
que el niño haya alcanzado el objetivo propuesto.
9. Respecto a la relación que comentábamos con la
autoestima, pensémoslo un momento. En la mayoría
de los casos, los niños con TDAH experimentan de
manera continua y diaria llamadas de atención en
cuanto a su comportamiento desde que se levantan:
no hacen bien y a tiempo las rutinas de la mañana,
no llevan a cabo de la manera deseada las tareas
escolares, son advertidos en el colegio por mal
comportamiento o por no seguir todas las normas, en
las comidas no se comportan como debieran, etc.
Esto, indudablemente, son aspectos que hacen que el
niño observe que no es capaz de agradar, de hacer
las cosas como se espera de él, por lo que aparece la
frustración y la baja autoestima.
10. Por ello, algo que las familias pueden
hacer es, en vez de resaltar todo lo que
hace mal, señalar las cosas en las que se
esfuerza, las que hace un poco mejor o
por las que muestra interés, para que no
todos los comentarios resulten negativos
y mantengamos en equilibrio su
autoestima, que tan importante es para
todos los aspectos de la vida del niño en
su desarrollo como persona.