Este documento discute las implicaciones de una evaluación centrada en las competencias de los niños para las educadoras. Señala que la evaluación no debe limitarse al informe del alumno, sino centrarse en aspectos esenciales que permitan establecer las características del niño. También indica que la evaluación forma parte integral de la propuesta educativa y no es un anexo separado, ya que permite establecer los logros de los niños y verificar si las acciones educativas son adecuadas. Además, sugiere que una evaluación efectiva
1. Tema 2. Implicaciones que tiene para la educadora una evaluación centrada en
las competencias de los niños.
1.-Leer “¿Cómo se evalúa en el nivel inicial?”, de Geiler. En grupo, expresar argumentos a las
siguientes afirmaciones:
• La evaluación no debe limitarse a la confección del informe del alumno.
Evaluar no significa escribir todo lo que el niño hace que no nos permita conocerlo, sino centrarse en
aspectos esenciales que permitan establecer las características del niño. Para ello es necesario
realizar una evaluación diagnóstica para establecer las capacidades que traen consigo los niños y
cuáles son sus áreas de oportunidad para así poder realizar la planeación adecuada que permita al
niño desarrollar sus competencias.
• La evaluación no es un anexo separado o aislado de la propuesta educativa.
La evaluación forma parte de la propuesta educativa, porque permite establecer los logros de los
niños y verificar si las acciones que se están realizando son las adecuadas para propiciar el buen
desarrollo de los pequeños. Siempre lo que se realice en el aula de preescolar debe de evaluarse
para establecer criterios que permitan observar si lo que se realiza es lo correcto. Evaluar es un reto
para todos, debido a que debe de ser verídica y que nos brinde suficiente información de los logros de
nuestros alumnos para que podamos contribuir a su aprendizaje.
• Se debe evitar el reduccionismo de evaluar sólo “qué le gusto”, “cómo lo pasó” o “cómo se
comportó el niño”.
Una adecuada evaluación consiste en establecer lo que el niño pudo hacer y antes no lograba hacer,
consiste en establecer los logros de los niños en el desarrollo de sus competencias. No debemos de
basarnos en si le gusto al niño, en su comportamiento y su manera de actuar como únicos
indicadores para evaluar, sino en muchos factores significativos que nos permitan establecer el
desarrollo del niño. Se tienen que establecer los factores del propósito de la actividad y así se podrá
saber si el niño pudo lograr el propósito o que afecta el logro de éste para seguir trabajando en ello y
lograr que el niño se desarrolle adecuadamente.
• El maestro debe evitar que las situaciones de evaluación se conviertan en rutinarias.
Los instrumentos de evaluación deben de ir conforme a lo que se realice en el aula, no deben de ser
rutinarios ni utilizarlos todos los años con nuestros alumnos, debido a que cada grupo es distinto y se
estaría realizando una inadecuada evaluación que no serviría de nada, nadamás sería una pérdida de
tiempo. Para que se realice una adecuada evaluación debemos de utilizar los instrumentos
adecuados pero sobre todo que reflejen verdaderamente los logros de los niños y así poder realizar
un buen trabajo que nos permita contribuir al aprendizaje de nuestros alumnos.
• Es preciso reflexionar sobre qué aprendió el niño en la escuela y qué sabe por sus
características personales y el entorno en el que participa fuera de la escuela.
Debemos de darnos cuenta lo que aprendió el niño en el jardín y qué es lo que él sabe, además de
cómo influye el entorno donde el se desenvuelve en su aprendizaje. Para ello es necesario observar a
los niños, platicar con ellos, entrevistar a los padres de familia mediante diálogos informales y realizar
visitas domiciliarias para observar las características donde el niño vive, juega y el entorno que le
rodea, así obtendremos mayor información que nos permitirá establecer los factores que influyen para
que el pequeño obtenga un buen desarrollo. Teniendo dicha información podremos comprender por
qué el niño se comporta de cierta manera y cuál será la estrategia adecuada para brindarle buena
atención y así desarrolle sus competencias para que actúe de forma eficaz.
• Es importante tomar en cuenta que un mismo niño no evidencia logros parejos en los
diferentes campos de desarrollo.
A menudo tendemos a generalizar lo que observamos en función de una conducta, esto quiere decir
que etiquetamos a nuestros alumnos, pensamos que si no puede realizar cierta acción que se le dice,
no puede hacer nada. Debemos de tener en cuenta que cada niño es distinto y tiene diferentes
características y capacidades, por ello debemos de aceptar la diversidad que se presentan en el aula
y realizar todo lo necesario para que podamos percatarnos de lo que el niño sabe y puede hacer, así
lograremos propiciar en los niños el desarrollo de sus competencias. Por ello, no se debe de
establecer prejuicios ni etiquetar a los niños por que a ellos les afecta, debido a que puede incidir en
el desempeño de éstos. La meta en educación preescolar es promover el aprendizaje significativo de
2. los niños, lo cual requiere tiempo, por eso debemos de tener presente este factor y entender que los
niños necesitan tiempo para desarrollarse adecuadamente.
• El docente va adecuando las acciones pedagógicas en función de la marcha de los
aprendizajes de los alumnos.
Se evalúa para comprender y mejorar la acción educativa. La evaluación permite comprender lo que
sucede en el aula y realizar todo lo necesario para mejorar todo aquello que pueda estar afectando el
rendimiento de los niños y así lograr un buen aprendizaje en ellos. Se debe conocer el proceso de
aprendizaje de los alumnos, analizar las dificultades y los logros. En este caso es necesario estar
conciente de los procesos que el niño utiliza para aprender y a la vez analizar las dificultades y los
logros que el niño va logrando. Para ello debemos de realizar una adecuada observación del trabajo
de los niños y sistematizar todo lo que sucede en el aula, que permitirá ir estableciendo acciones para
que los niños obtengan un buen aprendizaje.
• En el marco de la pedagogía crítica se privilegia la evaluación cualitativa que busca
comprender cómo están aprendiendo los alumnos, cómo resuelven, en qué se equivocan.
La evaluación es interactiva, dinámica, se evalúa sobre la marcha. La evaluación cualitativa consiste
en determinar las capacidades que va desarrollando el niño y no en determinar una calificación para
ellos. La evaluación cualitativa permite comprender cómo están aprendiendo los niños, cómo
resuelven sus dificultades y en qué se equivocan para poder determinar la forma de ayudarlos. El
docente va dándose cuenta de los procesos que utiliza el niño para aprender y qué capacidades
utilizan para resolver las dificultades que se le presenten y además de los errores que va cometiendo
y cómo éstos les sirven para aprender de ellos, logrando que aprendan. Se debe de evaluar sobre lo
que se hace en el aula, día a día.
• Evaluar en la escuela remite a pensar qué se enseña.
El docente debe de reflexionar y autoevaluar su práctica, lo que requiere sistematización y
entrenamiento. Es importante detenerse a revisar la acción didáctica desarrollada. Al estar evaluando
reflexionamos sobre lo que se hace en el aula, las actividades que se realizan, las acciones de los
niños, sus logros o dificultades, y las acciones que realiza la educadora para promover los
aprendizajes de los pequeños. Al revisar nuestra práctica debemos de tener mente abierta y aceptar
los errores que se estén realizando, para cambiarlos y realizar una adecuada intervención. Además
se debe de ser analítica y responsable, porque es responsabilidad de uno que los niños obtengan un
buen desarrollo.
2. Leer “Desarrollo, aprendizaje y evaluación en la escuela infantil”, entrevista con
Francesco Tonucci. Identificar las ideas del autor en relación a las siguientes cuestiones:
• ¿Sobre qué es necesario evaluar en educación infantil?
R: Sobre el lenguaje y sobre las competencias (como la lectura, la escritura, el razonamiento), así
como también las creativas y las corporales (expresivos, emotivos o motrices) que llevan a cabo los
niños.
• ¿Cuáles podrían ser los riesgos de la evaluación en educación preescolar?
R: los riesgos en la evaluación son el de registrar nuestra atención a unas cuantas formas de lenguaje
y unas cuentas competencias, escogiendo aquellas que se consideran más importantes para la
trayectoria del subestimado.
• ¿Qué orientaciones da el autor para llevar a cabo la evaluación de los aprendizajes
en educación preescolar? R: las evaluaciones deben de ser razonables mediante un modelo de
aquello que debería de ser un modelo infantil a los de 3, a los de 4 y a los de 5 años, pero tal cosa no
es posible, deberíamos rechazar con decisión una valoración del dibujo infantil que diga, por ejemplo,
que el pequeño debe pasar en un cierto periodo de la representación frontal de la figura humana a
una representación de perfil. Es posible valorar la percepción que tiene un niño para así poder evaluar
correctamente sus representaciones graficas.
3. En grupo, planear una reunión con expertos que hablen sobre el tema de evaluación. Los
expertos invitados pueden ser maestras o directivos de educación preescolar. El tema central
será: “La evaluación de las competencias de los niños: implicaciones y retos para las
educadoras”.
Nota: ver anexo Entrevistas.
3. 4. Una vez realizada la reunión con educadoras, en grupo analizar la información obtenida y
debatir sobre los siguientes puntos:
Educadora Educadora Educadora Educadora Programa de
Jessica Margarita Karen Plata Azalia Lozano Educación
Barreda Martínez Preescolar
04
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realizadas. evolución en
el año
escolar.
5. En equipo, comentar los siguientes recuadros y posteriormente, a partir de lo analizado en este
tema, elaborar un cartel que dé cuenta de las implicaciones que tiene para la educadora evaluar en
educación no significay algunas orientaciones para mejorar el proceso de evaluación. bien de un
… esto preescolar que no haya evaluación en el preescolar, pero debe tratarse más
registro de avances de cada alumno, y del grupo total, en los distintos campos formativos.
Para ello, la educadora debe ser capaz de identificar signos de avance, previos a las
respuestas correctas…
[…]
El currículum enfatiza, y con razón, lo que los niños pueden hacer. Pero en realidad dice lo que
“pueden hacer” al final del preescolar. Para ver avances en sus niños las educadoras necesitan
un fino y preciso conocimiento de la evolución psicológica, que les permita identificar
comportamientos que son indicadores de una construcción cognitiva, la cual prepara
adquisiciones posteriores.
4. Ferreiro, Emilia (2005), “El preescolar: entre la evaluación y la comprensión del desarrollo”,
en Cero en conducta, año 20, No. 51, México, pp. 52-53.
La evaluación no significa darle una calificación a cada alumnos, muchas veces se piensa que
porque no hay una calificación, un determinado valor entonces no hay una verdadera evaluación,
pero como se menciona en el recuadro anterior la evaluación en preescolar se trata de conocer los
logros y dificultades que a lo largo del año escolar se presentan en los niños, su evolución en cuanto
a las competencias que se presentan en el Programa de Educación Preescolar 2004. Es importante
darse cuenta no sólo de lo que los niños logran al final del preescolar, sino la manera en que
alcanzaron esos aprendizajes, los procedimientos, actitudes, etc; además de que no todos los niños
alcanzan los mismos aprendizajes por igual, de ahí la importancia se seguir la evolución de cada uno
de los niños durante todo el año escolar.
El desafío para el maestro, en especial en este nivel de la enseñanza, será propiciar espacios y
ambientes de aprendizajes para que los niños conozcan y se aproximen cada vez más al
contexto, ideando los recursos evaluativos para registrar los progresos y desencuentros del
niño con los otros niños o con las cosas con que interactúan y las competencias
contextualizadas que deberán alcanzar los estudiantes a lo largo del año escolar.
… la postura asumida por el docente en el ejercicio de la evaluación en educación inicial
comporta ante todo un compromiso de participación e interacción de permanente reflexión,
interpretación y debate, tanto con los niños como con el resto de los actores educativos y
comunitarios que intervienen en el proceso de enseñanza. Constituye una actividad que surge
como cualidad natural desde el aula. A los efectos del seguimiento y prosecución de los
aprendizajes del niño resulta de importancia recabar evidencias de diversos tipos, empleando
para ello los distintos recursos y técnicas de evaluación acordes al nivel, acción que contribuye
a explicar, comprender e informar lo que ocurre durante el proceso de formación de los niños.
Silva Batatina, María de la Paz (2007), “Evaluación en la educación inicial como proceso constitutivo a
la condición del niños”, en Revista Iberoamericana de Educación, pp. 3 y 7.
Por medio de las actividades que el niño realiza la educadora tiene la oportunidad de evaluar el
avance en las competencias de cada alumno. Es importante que la educadora propicie espacios y
ambientes de aprendizaje porque esto ayuda tanto a ella como al niño, a ella para poder realizar una
evaluación de sus alumnos, y al alumno a tener más contacto con el entorno que le rodea.
La evaluación no es un proceso sencillo y requiere que el maestro realice un proceso de reflexión, y
un compromiso con los alumnos y con los demás maestros y otros actores del jardín de niños.
Como ayuda para poder conocer el avance de los alumnos, es muy importante la recopilación de
recursos, de evidencias que como su nombre lo dice “evidencien” los logros y dificultades de los
alumnos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.