1. Criptosporidiosis
Criptosporidiosis
Micrografía que muestra la criptosporidiosis. El Cryptosporidium son los
cuerpos pequeños y redondos en la superficie del epitelio. Tinción
H&E. Biopsia decolon.
Clasificación y recursos externos
CIE-10 A07.2
CIE-9 007.4
DiseasesDB 3221
MedlinePlus 000617
eMedicine med/484
Orphanet 1549
2. Aviso médico
La criptosporidiosis es una enfermedad oportunista causada por
el parásito Cryptosporidium, presente en algunas comidas o en agua contaminada. El primer
caso reportado se presentó en 1972, y a partir de entonces es uno de los patógenos a nivel de
vía entérica más comunes en el mundo (además de la Giardiosis). En 1993, en la ciudad
de Milwaukee, Wisconsin, Estados Unidos; se presentó un brote de infección
por Cryptosporidium que afectó a gran parte de la población.
Índice
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1 Agente patógeno
2 Epidemiología
3 Inmunología
4 Signos y síntomas
5 Diagnóstico
6 Tratamiento
7 Prevención
8 Referencias
Agente patógeno[editar]
El Cryptosporidium es un patógeno de carácter intracelular perteneciente al reino protista,
subreino protozoo, filoapicomplexa y grupo alveolara. Alrededor de 20 especies de este
agente son reconocidos actualmente. La especie de Cryptosporidium más común en humanos
es C. parvum (que cuenta con dos genotipos, el tipo 1 es el humano y el tipo 2 es el bovino),
aunque en pacientes inmunosuprimidos se han hallado C. hominis, C. muris, C. felis y C.
meleagridis. El parásito es de tipo monoxenes (es decir, capazde desarrollar todas sus
etapas del ciclo de vida en un solo hospedador) y posee un ciclo de vida bastante complejo.
Epidemiología[editar]
La infección es autolimitada en personas inmunocompetentes pero potencialmente letal en
pacientes inmunosuprimidos. Del 1 al 3 por ciento de los habitantes de países en vía de
desarrollo excretan ooquistes deCryptosporidium en heces fecales. En promedio, el 2,2 por
ciento de los habitantes de países tercermundistas que tienen enfermedades diarreicas
poseen Criptosporidiosis. El 7% de los niños habitantes de países industrializados (como
Estados Unidos y Canadá) que sufren de diarrea padecen Criptosporidiosis, mientras que el
12 por ciento de los infantes habitantes de países en vía de desarrollo que tienen ataques
diarreicos poseen infección por Cryptosporidium.
Con respecto a los pacientes con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) y diarrea
al mismo tiempo; el 12% pacientes con dichas condiciones (siendo habitantes de países
industrializados) poseen Criptosporidiosis, mientras que el 24% de los pacientes con las
condiciones anteriormente mencionadas (siendo habitantes de países en vía de desarrollo)
poseen infección por dicho agente pátógeno.
3. Los factores de riesgo para Criptosporidiosis son: Habitantes del hogar de uno o más
enfermos de infección por Cryptosporidium, parejas sexuales del paciente enfermo,
trabajadores de la salud, personal de guarderías, usuarios de piscinas públicas y viajeros de
zonas no endémicas que llegan a zonas endémicas
La infección se puede trasmitir por vía sexual anal u oral (contacto orofecal), por nadar en
aguas contaminadas con heces humanas, por consumir ostras en mal estado, por consumir
agua contaminada y/o por haber tenido contacto con fómites (fuentes de contagio inanimados)
como el agua contaminada y el vómito de un paciente con dicha infección.
Inmunología[editar]
En la defensa de la infección por Cryptosporidium es importante tanto la inmunidad celular
como la humoral. La invasión de células epiteliales in vitro conCryptosporidium otorga como
resultado la producción de citoquinas proinflamatorias, importante en la defensa temprana en
dicha infección. Las células epiteliales infectadas por cryptosporidium producen péptidos
antimicrobianos (como las beta-defensinas) y/o prostaglandina E2 con el fin de evitar una
invasión parasitaria. Diversos estudios han demostrado la importancia del IFN-γ en la defensa
del hospedero, puesto que un déficit en dicha citoquina en ratones knock-out y en humanos
provoca una mayor susceptibilidad a sufrir de Criptosporidiosis.
La resistencia adquirida a dicho parásito depende de los linfocitos T con receptores para
células T α/β, y adicionalmente se ha comprobado un papel protector en el linfocito T CD4+. Al
parecer, los linfocitos T CD8 y los linfocitos γ/κ son poco importantes en la defensa del
huésped. En infecciones agudas y en pacientes convalecientes se han encontrado niveles
elevados de IgA, IgG, IgM e IgE en suero plasmático. Los mecanismos por los cuales las
células del epitelio gastrointestinal provocan la respuesta inmunológica no son muy bien
comprendidos.
Signos y síntomas[editar]
Aunque la infección puede ser asintomática, en la mayoría de pacientes con Criptosporidiosis
presentan diarrea acuosa con presencia de moco. Es raro encontrar en heces fecales la
presencia de sangre o leucocitos. La duración de los signos y síntomas de dicha enfermedad
dependen en gran parte del estado inmunológico del paciente. En un paciente
inmunocompetente, la enfermedad tiene una duración media de 7 a 10 días, mientras que en
un paciente inmunosuprimido la enfermedad (dependiendo del conteo de linfocitos T CD4+)
puede presentarse de manera asintomática o sufrir los síntomas por el resto de su vida.
Los signos y síntomas que presenta normalmente las personas inmunocompetentes
son: diarrea acuosa con presencia de moco, fiebre, náuseas, vómito, dolor abdominal
(calambre) y pérdida de peso; mientras que los pacientes inmunosuprimidos son fiebre, dolor
en el cuadrante superior derecho del abdomen, vómito, pérdida de hasta el 10% del peso
corporal, ictericia y malabsorción severa. En el brote de Cryptosporidium de 1993, el número
máximo de deposicíones por día fueron de 12 y la duración media de la enfermedad fue de 12
días.
Las formas de presentación clínica de la Criptosporidiosis en personas inmunocompetentes
son: Portador asintomático, diarrea aguda y diarrea persistente (por aproximadamente un par
de semanas); mientras que en pacientes inmunosuprimidos las diferentes formas de
presentación clínica son: Enfermedad asintomática, enfermedad transitoria, enfermedad
crónica y enfermedad fulminante. La siguiente tabla muestra el conteo de linfocitos T CD4+ en
personas inmunosuprimidas y la presentación clínica que comúnmente presentan:
4. Conteo de linfocitos T CD4+ Presentación clínica
> 200/mm3
Enfermedad asintomática
< 100/mm3
Enfermedad crónica
< 50/mm3
Enfermedad fulminante
La Criptosporidiosis extraintestinal se ha reportado en pacientes inmunosuprimidos, y los
lugares más frecuentes de aparición de Cryptosporidium son: Conducto biliar, pulmones,
estómago y páncreas. Dichos sitios son probablemente extensiones de la infección primaria.
La verdadera frecuencia de Criptosporidiosis extraintestinal no se ha podido determinar,
puesto que las pruebas diagnósticas para detectar Cryptosporidium a nivel extraintestinal
requieren de métodos invasivos. Al presentarse síntomas de enfermedad biliar durante el
transcurso de la enfermedad hay un número menor de linfocitos T CD4+ en el conteo. Aunque
la Criptosporidiosis biliar contribuye a la naturaleza crónica de la infección y por supuesto
aumenta la morbilidad en pacientes con VIH, al parecer no se presenta un aumento de la
mortalidad de los mismos.
Diagnóstico[editar]
Se debe tener en cuenta el diagnóstico de Criptosporidiosis en pacientes que presentan
diarrea aguda o persistente, especialmente en personas inmunosuprimidas (sea por SIDA o
por otra causa). El diagnóstico definitivo requiere de la observación microscópica del parásito
a nivel de tejidos o fluidos corporales, aunque los métodos clínicos, endoscópicos,
inmunológicos y moleculares todos toman un papel en el diagnóstico. Actualmente se realiza
un exámente de tinción ácidoresistente modificada para determinar la presencia
de Cryptosporidium en la muestra. La sensibilidad y especificidad de dicha prueba ha
mejorado gracias a los métodos inmunológicos, como el ensayo de inmunofluorescencia
directa y el ensayo inmunoenzimático (ELISA). La pueba de la reacción en cadena de la
polimerasa (PCR) está disponible para detectar Cryptosporidium a nivel investigativo. Los
trabajadores de la salud deben de tener en cuenta que los exámenes de rutina para hallar
parásitos (ova plus parasite) no detectan Criptosporidiosis, por lo que es recomendable
ordenarse una prueba específica para Cryptosporidium. Las pruebas serológicas de
Cryptosporidium no son de gran utilidad, puesto que muchas personas sanas poseen
anticuerpos para dicho parásito.
Al haber sospecha de enfermedad biliar, la mejor prueba de diagnóstico inicial es
la ecografía por ultrasonido, mediante el cual se puede detectar el engrosamiento del
conducto biliar y/o la dilatación de la vesícula biliar. Si la sospecha de enfermedad biliar
continúa a pesar de que la ecografía por ultrasonido arroja resultados normales, lo ideal es
ordenar al paciente una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (usada en pacientes
con el VIH-1) puesto que posee mayor sensibilidad. El patrón angiográfico más común (en el
50-60% de los pacientes) es la estenosis papilar asociada a colangitis esclerosante
intrahepática. Otros patrones angiográficos son estenosis papilar sola, colangitis esclerosante
sin estenosis papilar y estenosis largas de los conductos biliares extrahepáticos. La ecografía
endoscópica es útil en la detección de estenosis papilar y superior a la ecografía
5. transabdominal, y se usa para descartar otras condiciones como cálculos, compresión o
cáncer. La biopsia hepática percutánea, aunque usada comúnmente, no es importante para el
diagnóstico.
Tratamiento[editar]
No existe en la actualidad tratamiento eficaz contra la Criptosporidiosis. No hay ningún agente
antimicrobiano ni quimioterapéutico que sea lo suficientemente eficaz para erradicar al
organismo de forma fiable. Sin embargo, hay agentes que parecen suprimir la infección. En
pacientes con VIH, el uso de la terapia antirretroviral de alta actividad puede resolver los
síntomas de la Criptosporidosis. Algunos nucleósidos antivirales tienen un efecto directo en el
crecimiento de Cryptosporidium in vitro. Puesto que el curso clínico de la enfermedad depende
en gran medida el estado inmunológico del paciente, las opciones de tratamiento pueden
variar. Por lo general los pacientes inmunosuprimidos de carácter asintomático no necesitan
un tratamiento específico. La administración al paciente de electrólitos y fluidos por vía
parenteral u oral permite recuperar el estado hídrico tras los sucesos continuos de diarrea. En
niños, la espiramicina puede acortar la duración de la excreción de ooquistes y diarrea,
aunque los datos presentados presentan conflicto. En pacientes con SIDA se usa la terapia
antirretroviral de alta actividad, y si con lo anterior los síntomas no mejoran, el tratamiento
estándar sería una combinación de dicha terapia con la administración conjunta de un
antidiarreo y un antimicrobiano. La paromomicina y la azitromicina y la nitazoxanida son
comúnmente usados, aunque dichos medicamentos son moderadamente efectivos. En
pacientes con inmunodeficiencias debe descartarse la presencia de otros agentes patógenos.
El mejor tratamiento para la Criptosporidiosis biliar en pacientes con SIDA es la terapia
antirretroviral de alta actividad. Aunque dicho tratamiento resuelve la infección, no es posible
erradicar al organismo del cuerpo. En caso de no resolver la infección, se usan vías
endoscópicas (como la esfinterectomía endoscópica) que aunque no se prolonga la
supervivencia, otorga una mejor calidad de vida en pacientes con estenosis papilar y colangitis
esclerosante o simplemente estenosis papilar. Los pacientes con solamente colangitis
esclerosante (extrahepática o intrahepática) tienen pocas opciones a nivel terapéutico
específico. Los fármacos antiparasitarios no suelen ser efectivos contra la Criptosporidiosis
biliar en pacientes con SIDA y colangiopatía.
Prevención[editar]
Como la infección por Cryptosporydium se da exclusivamente por la ingesta de ooquistes, las
medidas de control apuntan a reducir o prevenir la transmisión de ooquistes. Los ooquistes
son muy resistentes a una gama de presiones ambientales y a la mayoría de desinfectantes y
antisépticos. La filtración de agua no remueve todos los quistes de Cryptosporidium, por lo que
lo ideal es que las plantas de tratamiento de agua realicen una revisión microscópica de rutina.
Las personas inmunosuprimidas deben evitar tener contacto con agua no potable (lagos y
arroyos) y animales jóvenes. En los hospitales y centros de salud, los pacientes infectados
deben de evitar tener contacto con las fuentes de infección y además aislarse de los demás
pacientes. Para prevenir una posible infección por agua de dudosa potabilidad, lo
recomendable es hervir el agua antes de su consumo.