La caña de azúcar puede ser una alternativa para la nutrición animal durante los meses de invierno cuando disminuye la producción de pasto. Con 100 hectáreas de caña de azúcar se puede alimentar a 100 terneros con 10 kilos de caña por día durante 100 días. Además, la caña de azúcar proporciona energía y puede suplementarse con proteínas para ganancias de peso de hasta 300 gramos por día. La caña de azúcar plantada junto con mandioca puede producir hasta 15.000 kilos de carne por hectárea al
CODIGO DE ETICA PARA EL PROFESIONAL DE LA CONTABILIDAD IFAC (4).pdf
Caña de azúcar, alternativa para la nutrición animal
1. OTRA ALTERNATIVA
PARA LA NUTRICION ANIMAL
Plantando en los primeros meses de primavera, y cultivándola
con las técnicas adecuadas, es posible tener una producción de
unas 100 toneladas de caña por hectárea para el mes de junio. La
misma implica poder alimentar con una ración de 10 kilos
diarios a no menos de 100 terneros durante 100 días,
suplementando así la falta de pastura a partir de dicho mes.
De acuerdo a investigaciones realizadas en algunas chacras experimentales de
la ciudad de Corrientes, Argentina, diez kilos de caña de azúcar
adecuadamente picada y preparada (una ración) permiten disponer de 4 kilos
de celulosa por día, más 6 kilos de jugo, que con un contenido mínimo del
10% de sacarosa aportan no menos de 600 gramos de azúcares por ración, que
el ganado asimila convirtiéndolo en carne.
Esto constituye un aporte de energía fácilmente aprovechable si se proteiniza
la misma mediante el agregado de urea (60 gramos cada 10 kilos),
alcanzándose por este medio ganancias de peso de hasta 300 gramos por día
como mínimo garantizado.
Aquellos productores con posibilidades de manejo de corral del ganado
pueden agregar harina de sorgo, maíz, arroz o mandioca desecada y molida,
más 100 gramos de soja inactivada, o follaje de mandioca ensilado, con lo
cual el incremento de peso (según las mezclas) alcanzará ganancias de 700 a
1.500 gramos por día.
CAÑA DE AZUCAR Y MANDIOCA
Si se planta con la caña de azúcar, simultáneamente, mandioca (variedad
blanca), se podrá disponer de una fuente accesoria de almidón y proteínas (de
las ramas y follaje) que le permitirán producir no menos de un kilo y medio de
carne por día, lo cual implica una producción de 15.000 kilos de carne por
hectárea de caña de azúcar y mandioca por año.
CAÑA DE AZUCAR Y PASTURA
Obviamente, la implantación de pasturas no resuelve la crisis invernal que
provoca la falta de forraje como consecuencia de las heladas. En este contexto
hay dos posibilidades de encarar el negocio: Hacer pasturas de invierno donde
es posible, o encarar la cosecha del pasto en forma de rollo o silo, para
conservar la calidad alimenticia del forraje.
Esto tiene un costo extra que no soporta la ganadería regional, con promedios
inferiores a un kilo de incremento diario de peso en el ganado.
Como contrapartida, las investigaciones que se están realizando en la chacra
experimental del centro de investigaciones nematológicas de Corrientes,
2. Argentina, demuestran que las plantaciones de caña de azúcar para forraje han
sido literalmente inmunes a la acción de las heladas. La 100 toneladas de caña
logradas durante el año están disponibles. Solo las hojas, en el cañaveral
maduro, han sido levemente afectadas por el frío, que les dejó su marca para
quien quiera verlas.
En este contexto, están moliendo ahora caña de azúcar, actividad con la que
muchos productores (incluyendo criadores de cerdos) están saliendo del
apuro, por lo menos evitando una mortandad, que sería dramática. Vale la
pena reflexionar sobre estos hechos. No pueden descartarse las posibilidades
que ofrece el mejoramiento de las pasturas naturales.
Una parcela con panícea (Gatton panic paniculatum) es una buena inversión
para mantener elevados rendimientos de producción de carne y altos índices
reproductivos en el rodeo. Pero el problema de las heladas en invierno
también le afecta seriamente. Esta situación puede ser compensada con
ventajas por la caña de azúcar para forraje.
La desventaja económica, que limita las posibilidades de una pastura natural
mejorada, con una panícea como el Gatton panic, está dada por el volumen de
pastos por hectárea que produce.
Es cierto que se puede pasar de 30 a 300 kilos de producción de carne por
hectárea y por año, pero la carga máxima del pastoreo no puede superar el
nivel de una vaca por hectárea, sin violar normas elementales de seguridad
operativa.
VENTAJAS DE LA CAÑA DE AZUCAR
Con una hectárea de caña se pueden alimentar 100 vacas durante 100 días. La
caña molida es un sustituto del pasto natural, capaz de proveer un volumen de
ración especialmente apta para ser balanceada con granos o subproductos
granarios.
Con tres hectáreas de caña de azúcar para forraje se pueden engordar 100
vacas por año. Vale decir, con una carga específica equivalente a 30 vacas por
hectárea.
Un manejo adecuado de pastura mejorada y "apoyo" del potrero con la
provisión de caña de azúcar molida, como ración de sostén, provee una salida
económica para el productor, en términos de la relación costo-beneficio.
Concretamente, con una hectárea de caña de azúcar es posible alcanzar
rendimientos mínimos de 3.000 kilos de carne por hectárea y por año.
Con la panícea (Gatton panic) pueden alcanzarse fácilmente los 300 kilos por
hectárea y por año, con un costo sensiblemente inferior. Con un adecuado
enfoque del manejo ganadero se puede lograr una gran mejoría de la
productividad y rentabilidad en el negocio de la producción de carne.
El agregado de caña de azúcar molida constituye un margen de seguridad que
por sí sola no puede proveer ninguna pastura. La caña de azúcar para forraje
es un cultivo que aporta niveles de energía significativos, con volúmenes de
forraje por hectárea que son imposibles de lograr con una pastura natural.
Una combinación armónica de ambas posibilidades permitirá superar los
10.000 kilos de carne por hectárea/año, y asegurar una económica manera de
incrementar la producción anual de terneros, manteniendo las vacas a campo
natural. Esto es posible por la naturaleza del forraje que provee la caña de
azúcar molida.
3. Fisiológicamente, la incorporación de un 60% de jugos con el 15% de
azúcares equivale, cada 10 kilos de caña molida (volumen básico de una
ración), a la provisión de 6 kilos de jugos con el 15% de azúcar. Esto es en
término energético igual a 900 gramos de azúcares totales cada 10 kilos de
caña.
Esa cantidad de azúcares permite potenciar la ración con hidratos de carbono
provenientes de cualquier grano molido, o subproducto de molienda, y, lo que
es más, complementar la ración con proteína de origen vegetal. En ese caso el
"volumen" de celulosa que contiene el azúcar actúa como sustrato natural para
la potenciación de la fermentación ruminal, logrando así una transformación
de los hidratos de carbono aportados por los granos o subproductos que supera
largamente en un 40% la conversión natural de grano o carne.
Comparando los costos relativos, en función de la capacidad de conversión
del forraje a carne, que brinda la ración suplementada de caña de azúcar
molida, el productor ganadero se encontrará con una nueva posibilidad cierta:
superar económicamente la barrera de los mil kilos de carne por hectárea y
por año. La clave del negocio está en la carga del ganado por hectárea que
puede soportar el cultivo.
Esto es una función derivada del volumen de forraje capaz de producir por
hectárea y por año. En otro enfoque del manejo ganadero, el aprovechamiento
de ambas posibilidades radica en la facilidad de poder "suplementar" las
pasturas naturales (mejoradas o no) con una ración extra, de bajo costo, que
permite potenciar la carga animal por hectárea de las pasturas naturales
(cultivadas o no), eliminando fundamentalmente el bache alimenticio que se
produce como consecuencia de las heladas y/o el bajo rendimiento de
volúmenes de los pastizales en invierno.
CONFERENCIA SOBRE CAÑA DE AZUCAR COMO FORRAJE
El próximo 21 de noviembre se realizará una conferencia sobre caña de azúcar
como forraje en la producción intensiva de carne. La misma será desarrollada
por el Prof. Ing. Agr. Manuel Vassallo. Más informaciones a los teléfonos
210.736 y 490864.
Ing. Arg. Manuel A. Vassallo