1. UNSL-Curso de Posgrado Virtual
Especialización en uso el de las TIC
Módulo V: Diseños de Ambientes Virtuales
Profesora: Pedro Willging
Unidad 1 Actividad 2
Alumna: Monserrat Liliana
-2010-
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2. Unidad 1
ACTIVIDAD INDIVIDUAL
Actividad 2: Luego de analizar la información sobre modelos instruccionales, sitúese en su caso personal, y
elabore un documento con las reflexiones a las siguientes preguntas.
1) ¿Cuál cree Ud. que es la fase del modelo más difícil de implementar en un ambiente virtual? ¿Por qué?
Defina a que modelo de diseño instruccional se está refiriendo.
2) Comparando los cursos presenciales con los desarrollados en un ambiente virtual: ¿En cuál modalidad
considera que es más importante respetar todas las instancias del diseño instruccional? Explique su
respuesta.
“El diseño instruccional que se proponga para la EaD por Internet es un diseño que debe ser
pensado tanto para capacitación como para educación formal de adultos y tratar de capturar los
conceptos de relevancia y autonomía, flexibilidad, uso de la experiencia, respeto, e interacción
social que la andragogía resalta como principios fundamentales en la educación de adultos.”
(Scagnoli, 2009). Varios son los modelos de diseño de currículo existentes, entre ellos (I) ADDIE,
(II) ASSURE y (III) Allessi & Trollip.
En cuanto a qué fase del algún modelo sería la más difícil de implementar, hoy por hoy no
sé si la palabra es difícil, entiéndase como poco probable de que suceda. Con tantas posibilidades
que nos ofrece lo tecnológico, el proceso de enseñanza/aprendizaje se puede desarrollar de manera
favorable y eficaz. Por ejemplo, en el Modelo Allessi &
Trollip, las cuatro fases (Presentación, Interacción, Aplicación,
Evaluación) que se presentan son claras, concretas y no muy
complejas para que el estudiante las pueda lleva a cabo.
Lo que sí veo es que en el modelo ADDIE (el más popular),
las primeras etapas (análisis, diseño, y desarrollo) requieren de
mucha organización, trabajo y planificación previa (pensar en
la audiencia, objetivos, la infraestructura, etc.) para que luego
en la implementación se pueda poner en práctica todo lo desarrollado e ir haciendo así lo ajustes
necesarios (evaluación). En mi caso particular, no tengo experiencia en el diseño y/o
implementación de cursos en forma virtual, lo bueno es continuar aprendiendo y poder comenzar a
trabajar dentro de un grupo para poder realizar los primeros en este tema. La práctica hace la
diferencia.
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3. Con respecto al segundo interrogante planteado, creo que en ambos casos (cursos
presenciales o los desarrollados en un ambiente virtual) se debe respetar todas las instancias de un
diseño instruccional. Tomemos por ejemplo el modelo ADDIE, siempre que comenzamos a diseñar
un curso ya sea de capacitación o como parte de una educación formal es necesario tener en cuenta
la audiencia con la que vamos a trabajar en dicho curso. No es lo mismo un adolescente, que un
adulto y dentro de este último grupo también hay diferencias de edad e intereses.
Además, es importante tener claro cuáles son los objetivos y los contenidos a desarrollar a lo
largo de un curso. En el caso de una asignatura dentro de una carrera, también, se debe apuntar a
tareas de articulación vertical y horizontal con las demás asignaturas (Ejemplo: Lengua Inglesa I
tiene que asegurar una metodología de trabajo que establezca relaciones horizontales y verticales
con otras asignaturas como Gramática Inglesa I y II, Fonética Inglesa I y II y Lengua Inglesa II).
Esto en cuanto al análisis, el diseño también está presente en ambos tipos de cursos (presenciales,
semipresenciales o virtuales). Acá es donde se pone en marcha la creatividad, es decir cómo vamos
a enseñar todo eso que planificamos previamente en diversas reuniones.
Y no nos olvidemos del desarrollo, momento donde se elaboran los documentos y se
consideran los recursos y equipo de trabajo, para luego pasar a la implementación (poner en práctica
todo) y la evaluación fundamental para poder mejorar todo lo relacionado a un curso. Esta se puede
realizar en progreso (mientras se está aplicando el curso) y/o al final; en ambos casos a través de
encuestas, entrevistas con los estudiantes, mediciones de acuerdo al número de alumnos que
comenzaron y terminaron el curso, entre otras.
Sin embargo, en entornos virtuales, lo técnico (tanto en los requisitos que deben cumplir los
que quieran tomar una clase, como las posibles limitaciones que surjan en el transcurso del mismo)
es una de la posibles diferencias, ya que un curso dictado en forma presencial no tendría este
problema. Y tampoco lo del presupuesto, la inversión inicial para el dictado de un curso en línea,
implica costos elevados que como bien sabemos luego se amortizan con el tiempo (Scagnoli, 2005).
Monserrat, Liliana
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