GUIA DE CIRCUNFERENCIA Y ELIPSE UNDÉCIMO 2024.pdf
Maianrdi actividad2
1. MAIANRDI MARIA JOSE
Actividad de acreditación 2:
EL PASO POR LA ESCUELA. EXPERIENCIAS FORMADORAS PARA LOS
DOCENTES o
“EL ALUMNO QUE FUI. EXPERENCIA FORMADORA PARA LOS DOCENTES”
(elegir uno como titulo)
La profesión docente es de gran importancia pues nos hace protagonistas en la
formación de nuevos ciudadanos, que requieren de todo nuestro apoyo y vocación de
servicio para convertirse en personas de bien. Pero esta vocación es
permanentemente puesta a prueba por las dificultades del día a día, la incomprensión
de diversos sectores que nos ven como culpables de los problemas del sector o
nuestras propias tribulaciones y dudas sobre el por qué nos hicimos maestros. En esta
nota les presentamos unas interesantes y oportunas reflexiones que nos ayudarán a
reencontrarnos con aquel impulso que inicialmente nos condujo a ejercer el
profesorado, las cuales fueron producto de una biografía escolar citada por un
docente. Este relato sobre la trayectoria escolar de una persona hace grandes aportes
a su formación como docente, ya que como menciona Alliaud (2003), preguntarse por
aquello que aprendimos sin darnos cuenta implica reconocer su existencia y su
influencia en nuestras prácticas docentes. Da lugar a que cada entrevistado
reconstruya, relate y actué una historia.
UN CAMINO HACIA LA DOCENCIA
Cuando un adolescente termina su paso por la escuela secundaria tiene que tomar
una importante decisión en su vida, seguir una profesión. Periodo tan importante en el
que, en medio de la juventud y de las ganas de abrirse paso en la vida, toma una de
las opciones que lo acompañaran por el resto de sus días y que marcaran el espíritu
de su rutina diaria.
Mirando hacia atrás seguramente surge el interrogante ¿Cómo lo logre?, ¿Cómo
llegue a elegir esta profesión?, siendo estos los puntos de partida para lograr
entender este largo recorrido hacia la docencia. Para ello recurrimos a la experiencia
vivida por Yamila, docente de 4° año, de la asignatura Biología.
El trayecto de formación docente es entendido como un proceso que se inicia muchos
antes del comienzo en la institución formadora, comienza en el periodo vivido en la
escuela, como alumnos, surgiendo así la biografía escolar, la cual es muy
enriquecedora para entender la práctica profesional. Ésta, como dice Alliaud (2004),
no es simplemente el recuerdo de un maestro o profesor especialmente valorado de la
propia escolaridad. Es mucho más que eso, es todo lo que los docentes aprendieron
en la misma institución (escolar) a la que regresan o de la que nunca se han ido,
aunque posicionados ahora en el lugar del que le toca enseñar.
Son distintos los caminos transitados por los docentes para llegar de nuevo a la
escuela y es acá donde los términos familia, vocación, comodidad, oportunidades,
2. salario entran en juego, abriendo el abanico de posibilidades que son el motor para
iniciar este largo camino. Yamila nos dice al respecto: “No fue mi primera elección la
docencia […]. El gusto por la docencia fue surgiendo mientras estudiaba, y luego en la
tarea diaria. La función docente como función social me atrapó”. “En mi familia no hay
un familiar que se dedique a la docencia”.
El paso por los distintos establecimientos educativos deja huellas, las cuales tienen un
alto impacto sobre nuestra práctica profesional. “En mi paso por la escuela recuerdo a
varios profesores, los cuales dejaron en su huella. Profesores que me mostraron como
ser docente, y sobre todo también como no ser docente”.
Estas experiencias vividas son formativas, distintos autores indican que interiorizan
modelos de enseñanza: adquieren saberes y reglas de acción “Utilizo estrategias […]
que han utilizado los docentes conmigo, […] tomo en cuenta la cuestión emocional de
la enseñanza, recuerdo que sentía en el momento en que los docentes actuaban de
una manera u otra, y también analizo cual es la estrategia que ellos usaron y que
hasta hoy en día recuerdo los conocimientos dictados”, pautas de comportamiento “La
profesora de Lengua, una mujer mayor, recuerdo sus intentos de lograr un buen
comportamiento en el aula. Sus reglas y pautas de comportamiento. Sentarse bien,
hacer silencio cuando es necesario, respetar al docente, levantar la mano para hablar”,
construyen esquemas sobre la vida escolar, se forman creencias firmes y perdurables,
imágenes sobre los docentes y su trabajo. “Lo que más me marco de varios profes es
ver la pasión con la que enseñan, su entrega y sus ganas por lograr que los
estudiantes logremos el conocimiento”.
La escuela que llevamos dentro como una marca de nuestra infancia revela aquello
que hemos aprendido como estudiantes y que ponemos en juego, aunque
posicionados ahora en el lugar del que le toca enseñar. Concretamente, nos referimos
a lo que los maestros hemos aprendido “en situación”, en todos los años que fuimos
estudiantes y que opera en nuestras representaciones como “negativos fotográficos”
que muchas veces “revelamos” a la hora de enseñar.
El paso por la escuela nos hace partícipes de una cierta cultura escolar. Somos
“formateados” por ella. Somos portadores de modelos, concepciones y
representaciones acerca de los procesos escolares, las escuelas, los docentes y su
trabajo. Recuperar estos saberes, desnaturalizarlos, ponerlos en palabras, significarlos
y darles sentido nos ha permitido recorrer los primeros pasos de la formación docente.
Para poder pensarse como docente es necesario revisar y significar nuestras
experiencias como estudiantes. Desocultar aquellas experiencias escolares, aquellos
sentimientos que acompañaron nuestro paso por la escuela, narrar lo que uno vivió,
revisar la forma en que transcurrió su escolaridad, implica una construcción en el
proceso de subjetivación, una reflexión y reconstrucción que permitirá comprender
mejor nuestras prácticas docentes y, en cierto sentido, proyectarlas en el futuro para
poder así, transformarlas.