La otitis media aguda se caracteriza por fiebre, irritabilidad, llanto y dificultad para dormir. El diagnóstico se realiza mediante otoscopía que muestra opacidad y pérdida del triángulo timpánico. Se trata generalmente con analgésicos como paracetamol o ibuprofeno y antibióticos como amoxicilina por 10 días. La profilaxis incluye evitar el tabaquismo pasivo y vacunar contra neumococo y haemophilus.