NERVIO OLFATORIO. PARES CRANEALES. SISTEMA NERVIOSO
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1. La alimentación como factor determinante en la artrosis de rodilla en
adultos mayores y sus soluciones preventivas
Todo profesional de salud debe fomentar la promoción y prevención de la
misma, a fin de evitar futuras posibles enfermedades y mantener
informada a la población. Esto se debe tener en cuenta sobretodo en los
adultos mayores, ya que su organismo está más deteriorado y sufren una
mayor cantidad de dolencias. Por ello, necesitan estar mejor informados y
practicar una cultura de autocuidado. Este deterioro puede conducir a la
aparición de distintas enfermedades físicas y, dentro de las más comunes,
está la artrosis de rodilla. Esta es un desgaste progresivo del cartílago de
las articulaciones que genera dolor durante la actividad física,
incapacidad variable para caminar y permanecer de pie, así como la
deformidad de rodilla. A continuación, se presentará cómo es que los
hábitos alimenticios son determinantes de la evolución de esta
enfermedad y algunas soluciones preventivas a la misma.
La alimentación, así como la edad, son factores determinantes en la salud.
Esto significa que si el adulto mayor tiene desórdenes alimenticios será
propenso a padecer de artrosis de rodilla. En primer lugar, como
trastorno de alimentación se encuentra la obesidad. Una persona obesa
puede darse cuenta de que sufre osteoartritis cuando sus rodillas
empiezan a deformarse. Este problema es muy grave debido a que cada
kilogramo de sobrepeso, significa tres kilogramos de presión en cada
rodilla. Por esto, el avance de la enfermedad es más veloz. En Segundo
lugar, se encuentra la desnutrición. Esto se observa en crujidos al
moverse, así como al dolor. Debido a la languidez de los ancianos con
desnutrición, ellos tienen dificultad para mantenerse de pie y carecen de
fuerza para moverse, porque sus músculos entran en desuso y se atrofian,
lo que debilita la zona rotular. En tercer lugar, se encuentra el déficit de
nutrientes como las vitaminas, el calico y el cinc. Esto causa
debilitamiento en el sistema óseo del paciente. Existen dos tipos como el
congénito en el que el organismo no asimila correctamente los nutrientes,
y el no congénito es en el que por malos hábitos alimenticios su cuerpo no
los asimila.
Con base en estos problemas mencionados se proponen posibles
soluciones para mejorar la calidad de vida del enfermo, ya que, como
otros males del sistema locomotor, su tratamiento es no curative.
Primero, se recomienda aumentar las actividades cardiovasculares. Una
de ellas puede ser las caminatas que, siendo actividades de no mucha
exigencia física, pueden ayudar en el fortalecimiento de la articulación. La
natación, de igual forma que la anterior, que evita la sobrecarga de las
articulaciones y hace más efectivo el tratamiento. También, se
recomienda mejorar los hábitos alimenticios. El anciano debe llevar una
dieta equilibrada, rica en nutrientes. Asímismo, debe complementarla con
suplementos vitamínicos de cinc y de calico. Por último, se recomienda
2. cambiar los hábitos posturales. En reposo, el adulto mayor que padece de
artrosis de rodilla procurará dormir en una cama plana y no sentarse en
asientos hundidos. En movimiento, debe hacer uso de bastón, y de
zapatos con suela gruesa que amortiguen el impacto del pie con el piso.
En síntesis, los desórdenes alimenticios como la obesidad, desnutrición y
el déficit de vitaminas, causantes de múltiples enfermedades, dentro de
llas la artrosis de rodilla serán bien llevados al tener buenos hábitos
alimenticios. Al poner en práctica las soluciones planteadas en párrafos
anteriores, traerá como consecuencia una mejor convivencia con la
enfermedad.