La sala de psicomotricidad es importante en la educación infantil temprana porque el desarrollo motor, afectivo e intelectual están interconectados. Proporciona un espacio para que los niños desarrollen habilidades propias de su edad a través del juego simbólico e instrumental. Debe tener un ambiente acogedor con luz ajustable, comodidad y espacio para el movimiento, así como una variedad de materiales blandos, texturas y tamaños para estimular el aprendizaje.