La muerte de Franco en 1975 marcó el comienzo de la transición a la democracia en España. Juan Carlos I fue proclamado rey y concedió una amnistía a los presos políticos. Adolfo Suárez fue nombrado primer ministro y supervisó la legalización de partidos y sindicatos políticos, así como las primeras elecciones democráticas en 1977. Finalmente, la Constitución española de 1978 fue aprobada por referéndum el 6 de diciembre, estableciendo formalmente un sistema democrático.