El documento contrasta las perspectivas convencionales y alternativas de la salud pública. La salud pública convencional ve a la población como un objeto a intervenir, mientras que la salud pública alternativa requiere ver a los individuos y colectivos como sujetos que crean su propia salud en el diario vivir y construyen instituciones para promoverla, prevenirla y atenderla. También argumenta que ver a la población solo como objeto no es lo más efectivo para erradicar enfermedades, sino que es mejor tratar a la p