3. Absceso pancreático
Se considera absceso pancreático a toda colección de pus bien localizada,
ubicada en la región pancreática o peripancreática.
Es considerado como una complicación infrecuente que se presenta durante la
evolución tardía de una pancreatitis aguda o crónica, después de una cirugía
o post-traumática.
El absceso se desarrolla como consecuencia de la infección del tejido
pancreático necrosado en la mayoría de los casos.
Aparece en 3 - 4% de las pancreatitis agudas y es la complicación más grave
con una mortalidad del 40%.
4. Fisiopatología
Durante la pancreatitis el epiplon menor se llena de las secreciones
pancreáticas, de fragmentos de tejido, necrótico y de trasudado, todo lo cual
constituye un medio fértil para la infección subsiguiente. A continuación el
proceso séptico puede extenderse a los espacios subfrénicos, especialmente
en el lado izquierdo.
La mayoría de abscesos provienen de la licuefacción progresiva de la necrosis
pancreática y tejido peripancreático, pero algunos provienen de infecciones
de fluidos peripancreáticos o colecciones de algún lugar de la cavidad
peritoneal. Se incluye también los abscesos hallados después de una
debridación quirúrgica así como después del drenaje insuficiente de una
necrosis pancreática.
5. Presentación Clínica
La mayoría de pacientes presenta 2 a 4 semanas después del comienzo de los
síntomas, deterioro del estado general, fiebre alta, dolor, masa palpable y
leucocitosis.
La muerte tardía es generalmente resultado de sepsis.
Un 85% de los pacientes presenta fiebre mayor de 38°C, un 80% padecen de
dolor creciente, hasta un 33% presenta una lesión palpable y en casi un 100%
de casos se observa una leucocitosis mayor de 10,000 cel/mm3 . Los pacientes
aparecen tóxicos, con taquicardia, escalofríos e hipotensión.
Estos hallazgos también pueden verse en un episodio de pancreatitis severa sin
infección por lo tanto, no siempre son confiables y es necesario recurrir a
otros métodos para arribar a un diagnóstico preciso.
Los abscesos no sólo se localizan en el área pancreática o peripancreática, sino
que estos pueden desarrollarse en cualquier lugar de la cavidad abdominal e
incluso en la pelvis, por lo que cuando el diagnóstico es sospechoso debe
realizarse estudios por imágenes del abdomen y de la cavidad pélvica.
6. Diagnóstico
Las pruebas hematológicas no son de gran ayuda diagnostica por ser muy inespecíficas. En
prácticamente todos los casos se observa leucocitosis mayor de 10,000 cel/mm3 con marcada
desviación izquierda. Los hemocultivos no siempre son positivos y si lo son tampoco son
específicos del sitio de infección. Los niveles de amilasa sérica a menudo no aumentan después
de la declinación inicial, estos tienden a mantenerse e incluso a continuar decreciendo.
Los métodos diagnósticos por imágenes desempeñan un papel muy importante en el diagnóstico
de esta patología, pues no sólo detectan la lesión, precisando características de ubicación,
tamaño y relación con otros órganos, sino que mediante observación directa permiten llevar a
cabo una aspiración percutánea dirigida para documentar la presencia de infección PA.
Estudios por imágenes como la Ultrasonografía (US), la Tomografía Computarizada CrQ y la
Resonancia Magnética (RM) son de gran valor diagnóstico.
La Tomografía Computarizada es el procedimiento diagnóstico que más se ha utilizado y se
sigue utilizando, habiendo logrado mejorar la morbilidad y mortalidad de pacientes portadores
de absceso pancreático al permitir un diagnóstico temprano y al mostrar detalles anatómicos
que optimizan el tratamiento quirúrgico.
7. Diagnóstico
La TC muestra al absceso como una colección líquida de baja densidad y puede revelar edema pancreático,
liquido dentro del páncreas o burbujas de gas en el lecho pancreático . La presencia de gas en región
pancreática y/o peripancreática en un paciente con pancreatitis aguda necrotizante debe ser considerada
como evidencia de absceso hasta no demostrar lo contrario.
La TC con un bolo rápido de inyección de contraste, tiene gran aceptación pues da información
considerando la extensión de tejido necrótico que aparece como áreas hipoperfundidas.
Es importante tener presente la presencia de colecciones necróticas sub-agudas, en estos casos la
resonancia magnética supera a la TC y US pues tiene una sensibilidad y especificidad que bordea el 100% .
Sin embargo, ninguno de estos procedimientos nos ayuda a diferenciar un absceso de una colección líquida
no infectada o un área de hemorragia antigua, por lo que ante la sospecha de un absceso se deberá realizar
un aspirado percutáneo con aguja fina bajo control ecográfico o tomográfico, y someter dicha muestra a un
extendido, Gram y cultivos en medios aerobios y anaerobios lo que permitirá un diagnóstico precoz.
La bacteriología del absceso predominan los coliformes, de tal modo que E.coli y Klebsiella representan
entre 35% y 50%. Las Pseudomonas 8-10% de los casos. En igual porcentaje se aíslan los enterococos y otras
especies estreptocócicas. El aislamiento de anaerobios es infrecuente y la incidencia de cultivos negativos
es relativamente baja (2- 10%). De otro lado hay elevada incidencia de infección polimicrobiana (30-55%), lo
que sugiere que la bilis contaminada, más que la ruta hematógena es lo que provoca el sembrado
bacteriano en el páncreas.
8.
9. Tratamiento
Una vez precisado el diagnóstico de absceso, el tratamiento, además de una
cobertura antibiótica amplia y de tratar con efectividad las complicaciones
asociadas (hemorragia, insuficiencia renal y hepática, etc),debe estar
encaminado, a drenar el absceso, sea mediante un drenaje externo o un
debridamiento quirúrgico con remoción de material purulento y construcción
de un adecuado drenaje.
El drenaje interno no está indicado en el tratamiento de absceso, éste solo
debe intentarse en caso de pseudoquiste pancreático no complicado.
Las complicaciones; después de una aspiración son infrecuentes (6%) e
incluyen: hemorragia, superinfección de colecciones previamente estériles y
pancreatitis necrotizante severa.
11. PSEUDOQUISTE PANCREATICO
Un pseudoquiste pancreático es una colección de jugo pancreático, limitada
por una pared no epitelizada, como consecuencia de una pancreatitis aguda,
trauma pancreático o pancreatitis crónica.
Pseudoquiste infectado es sinónimo de absceso
12. Fisiopatología
La presencia de éstos se ha reportado en aproximadamente 10% de pacientes
después de una pancreatitis aguda alcohólica .
El pseudoquiste se desarrolla como resultado de la digestión de líquido rico en
enzimas, sangre y detritus; la reacción inflamatoria estimulada induce al
desarrollo de la pared, que toma de cuatro a seis semanas para que se
desarrolle, madure y adelgace.
13. Tratamiento
El tratamiento óptimo depende de la precisión del diagnóstico, un
pseudoquiste puede ser manejado de distintas maneras:
1. Observación
2. Drenaje
Resección
14. Bibliografía
Revista de Gastroenterología del Perú - Volumen 17, Suplemento Nº1 1997.
Dra. Magdolena Astete.
Sanfey H, et al. Pseudocyst of the páncreas, a review of 97 cases. The
American Surgeon. 1994 ;Sept: 661-668.