2. Introducción.
Acompañada de unos hábitos de vida saludables, la alimentación cumple un papel
determinante en el estado de nuestra salud. La dieta es un agente clave en la prevención
de determinados trastornos y/o enfermedades.
En las estanterías de los supermercados, infinidad de productos tales como cereales ricos
en fibra y vitaminas, leche con omega-3, yogures enriquecidos en calcio… Pero, ¿qué
convierte realmente a un alimento en funcional?
3. ¿Qué son?
Según la Fundación del Consejo Internacional de
Información Alimentaria, son alimentos o
componentes en la dieta que pueden aportar un
beneficio para la salud más allá de la nutrición
básica, aquellos cuyo consumo, por sus
propiedades nutritivas, contribuye a mantener o
mejorar nuestro estado de salud.
4. Los alimentos funcionales ejercen su actividad en múltiples sistemas, especialmente el
gastrointestinal, cardiovascular e inmunológico. Se comportan como potenciadores del
desarrollo y la diferenciación, moduladores del metabolismo de nutrientes, la expresión
génica, el estrés oxidativo y la esfera psíquica.
Un alimento funcional puede serlo para toda la población o sólo para un grupo
específico. Abarcan macronutrientes con efectos fisiológicos concretos (almidón, ácidos
grasos omega 3, etc.) y micronutrientes esenciales con ingestas funcionales
necesariamente superiores a las recomendaciones dietéticas diarias.
5. Importancia de la nutrición
El concepto actual de nutrición está evolucionando. La
nutrición adecuada, entendida como suficiente, dirigida a
evitar déficits, ha dejado de ser la meta en las sociedades
desarrolladas.
La nutrición adquiere un nuevo enfoque terapéutico y
preventivo; participa en la promoción de la salud y es ya
considerada como factor de protección ante una larga serie
de circunstancias patológicas.
6. Historia
De los alimentos funcionales se comenzó a hablar en
Japón hace aproximadamente 20 años. Actualmente se
engloban bajo el nombre de FOSHU (Alimentos para Uso
Dietético Especial) y el gobierno japonés construye
alegaciones sanitarias encaminadas a mejorar con su
consumo la salud de la población.
En los Estados Unidos aparecieron una década después,
con la peculiaridad de que, para ser considerado
alimentos funcionales el alimento debe estar siempre
«modificado» de alguna forma.
7. Clasificación de alimentos funcionales
Alimentos o bebidas naturales.
Alimentos o bebidas a los que se le añade un componente.
Alimentos o bebidas a los que se le reduce o elimina un componente.
Alimentos en los que se les ha modificado la biodisponibilidad de algún componente.
8. Objetivo de alimentos funcionales
•Incrementa la concentración de uno de sus componentes naturales. Es lo
que se conoce como fortificación.
•Adiciona un componente que normalmente no está presente.
•Sustituye un componente natural por otro con efectos beneficiosos. Por
ejemplo, reemplazo de macronutrientes como las grasas.
•Incrementa la biodisponibilidad o la estabilidad de un componente con
efectos favorables.
•Reduce o elimina un componente alimenticio causante de un trastorno o
enfermedad, como la lactosa o el gluten.
9. Propiedades de alimentos funcionales
Gastrointestinales
Antioxidantes
Metabolismo
Los probióticos, los
prebióticos y los alimentos
ricos en fibra alimentaria
mejoran la flora y el
peristaltismo.
Contribuyen a evitar la acción
nociva de los radicales libres
(producidos por el tabaco, la
contaminación, el estrés) sobre
nuestro organismo.
Ayudan a controlar el nivel
de azúcar en sangre, el
colesterol y los triglicéridos.
Embarazo
Psicológicas
Alimentos con hierro, calcio,
ácidos grasos tales como
omega-3 u omega-6 y con
vitaminas como la B9.
En este apartado se
encuentran alimentos con
sustancias excitantes tales
como la cafeína o teína.
10. Ejemplos de alimentos funcionales
•Huevos enriquecidos con ácidos grasos omega-3.
•Cereales fortificados con fibra alimentaria, vitaminas como la B9 y minerales.
•Zumos enriquecidos con vitaminas y minerales.
•Leche y yogures fermentados con cultivos probióticos.
•Margarinas con fitoesteroles (benecol).
11. Efectos benéficos
Efectos favorables sobre el perfil
lipídico.
Pescado
Aceite de oliva
Legumbres
Avena
Frutos secos
Efectos antioxidantes
Ajo
Arándanos
Limón
Tomate
Efecto antiinflamatorio
Avena
Té verde
Soya
Efecto antimicrobiano
Ajo
Arándanos
Frambuesa
Té verde
Efecto antiestrogénico
Anís
Soya
Hinojo
12. ¿A quiénes son dirigidos los alimentos
funcionales?
Individuos con necesidades especiales, como embarazadas, mujeres posmenopáusicas, mujeres en edad
fértil, niños en período de crecimiento rápido y personas de edad avanzada,
Personas que siguen una dieta inadecuada o poco saludable, como los niños que consumen grandes
cantidades de refrescos, bollería y golosinas; mujeres adolescentes que siguen dietas muy restrictivas
para bajar peso; individuos que se saltan comidas; deportistas que realizan ejercicio físico muy intenso;
personas mayores con problemas de masticación, etc.
Individuos con tratamientos farmacológicos que interfieren en la absorción de nutrientes o con ingesta
frecuente de laxantes.
Personas que presentan enfermedades digestivas o renales crónicas, como enfermedad de Crohn,
celiaquía, intolerancia a la lactosa, mala absorción de grasas, síndrome de intestino corto, etc.
13. Inclusión de los alimentos funcionales en la
dieta habitual.
Existe evidencia científica donde la correlación de la dieta y la nutrición son factores
muy importantes en la promoción y el mantenimiento de una buena salud durante
todo el ciclo vital de las personas.
En este contexto, los alimentos funcionales no deben sustituirse a ningún alimento
natural, sino que deben incorporarse a nuestros aportes sobre la base de una dieta
equlibrada y variada, complementada con la práctica habitual de ejercicio físico
gratificante.
14.
15. Conclusión.
El concepto de alimentos funcionales emerge como uno de los primeros pasos en el
camino hacia la nutrición óptima y personalizada, enfocada a la promoción integral de la
salud y a la reducción del riesgo de ciertas enfermedades. Bajo la perspectiva de la Unión
Europea, un alimento funcional debe seguir siendo tal alimento y, por tanto, ejercer sus
acciones funcionales en las cantidades habitualmente consumidas en una dieta
convencional.
La dieta mediterránea proporciona de forma tradicional, como base de la alimentación,
numerosos y variados AF: frutas, verduras, legumbres, hortalizas, pescados, lácteos
fermentados, aceite de oliva virgen y en cantidades moderadas, frutos secos y vino. No
debe olvidarse que la dieta en su conjunto ha de constituir el objetivo prioritario
Notas del editor
A los alimentos funcionales se les agregan componentes biológicamente activos como fibra alimentaria o dietética, azúcares de baja energía, ácidos grasos insaturados, aminoácidos, vitaminas y minerales, fitoesteroles, antioxidantes, bacterias ácido-lácticas (probióticos), fructo-oligosacáridos (prebióticos) o sustancias excitantes y tranquilizantes.
Los componentes que hacen que un alimento sea calificado como funcional han estado siempre presentes en la naturaleza. La fibra alimentaria se encuentra de forma natural en verduras o fruta fresca; los ácidos grasos insaturados, en los frutos secos; los aminoácidos, en huevos, carne y pescado; etc.