El documento habla sobre el liderazgo transformacional y los elementos necesarios para lograr la excelencia y transformar la realidad de una persona u organización. Describe cuatro características clave del liderazgo transformacional: carisma, motivación inspiracional, estimulación intelectual y consideración individual. También destaca que para crear el futuro deseado se debe soñarlo, pensarlo, planearlo y ejecutarlo, y que la transformación comienza por uno mismo a través de la reflexión crítica.

1. Entrega 2
Camino a la excelencia, liderazgo transformacional
Por Ivan F. Rodriguez (10/29/2012)
Mucho se habla y se escribe sobre la situación que prevalece en la economía mundial, las causas
que han llevado al planeta a experimentar una de las más severas crisis financieras de las que la
humanidad tenga memoria desde 1929, y hay también quienes quizá con la mejor intención, se
aventuran a especular sobre el futuro de la economía, algunos basados en datos históricos haciendo
proyecciones y correlaciones entre indicadores o simplemente compartiendo sus opiniones.
Creo que el punto importante es que para lograr el futuro que queremos debemos inventarlo,
debemos crearlo con una visión clara y diferenciada y con la determinación que solo del
convencimiento total y la coherencia entre mente, espíritu y cuerpo, es decir, entre programas
mentales, pensamientos y emociones, puede alcanzarse. La idea en sí misma es insuficiente, la acción
por sí sola es insuficiente. La pasión encausada en la visión incorrecta, será un desperdicio y generara
frustración. El esfuerzo sin la planeación adecuada que garantice la preparación y la asignación de
recursos necesaria, será infértil.
La tabla 1 resume la combinación que eleva la probabilidad de éxito en este interminable
proceso para lograr la excelencia.
Tabla 1 – Variables básicas para transformar la realidad de una persona, empresa, entidad. (Ivan F Rodriguez, 2010)

2. La presencia de los elementos anteriores combinados con liderazgo transformacional generan la
palanca de cambio de un individuo, de una comunidad, de un país. Los estudios sobre liderazgo
reportan consistentemente que la capacidad de liderazgo está directamente vinculada a la realización
del subordinado, de sus comportamientos y de sus reacciones, incluyendo la satisfacción laboral, el
estado de ánimo positivo, el compromiso afectivo con la organización, el crecimiento del volumen de
negocios, la reducción de ausentismo, la mejora del rendimiento laboral, la búsqueda de metas más
desafiantes, el sentido de logro, la perseverancia, una mayor resistencia a la tensión (Gardner &
Schermerhorn, 2004). Por otra parte, las reacciones de los subordinados al liderazgo inepto incluyen la
alta rotación, la simulación, la insubordinación y en caso extremo, el sabotaje (Hughes et al, 1993).
El nivel primario de liderazgo eficaz se refleja en la capacidad de hacer que las cosas se hagan a
través de otros, el siguiente nivel, el máximo nivel, se refleja a través de los subordinados, los cuales
muestran su respeto, su confianza, su lealtad, su cooperación voluntaria y su compromiso al líder. Me
gustaría introducir al amplio acervo de liderazgo, el estilo de liderazgo transformacional, que mas que
un estilo es una forma de vivirlo y ejercerlo. Autores como Bass y Avolio, autoridades en el estudio del
liderazgo en la era moderna, identifican cuatro características básicas de este liderazgo
transformacional:
a) Carisma: El líder demuestra interés por el bienestar de los demás, mantiene la calma en
situaciones de crisis, y formula las decisiones que benefician al grupo en su conjunto, demostrando su
competencia y ganándose el respeto de sus seguidores.
b) Motivación inspiracional: El líder asigna trabajos significativos y desafiantes a sus miembros
de equipo de trabajo.
c) Estimulación intelectual: El líder promover asumir riesgos e impulsa la creatividad de sus
seguidores animando a cuestionar los supuestos, los paradigmas, y a redefinir problemas considerando
alternativas a los métodos existentes.
d) Consideración individual: El líder desarrollar relaciones individualizadas con sus seguidores y
los empodera de tal forma que estos empiezan a desarrollar nuevos comportamientos y habilidades que
eventualmente se traducen en nuevos líderes transformacionales.
Para lograr el futuro que queremos, debemos soñarlo (conexión con lo abstracto), pensarlo
(conexión con lo tangible), planearlo (cerrar el espacio entre lo abstracto y lo tangible, conexión con la
realidad, los recursos, las limitaciones y las acciones para eliminarlas) y ejecutarlo (conexión con las
habilidades de hacer, de mover, de alcanzar). No hay nada nuevo en esta aseveración sin embargo los
ejemplos de fracaso y los múltiples intentos y salidas en falso pueden describir a miles de personas, de
empresas, de instituciones; y lamentablemente nublan el futuro y desalientan la capacidad de cambio.
La transformación empieza por nosotros mismos, realizando una reflexión crítica de nuestros
programas mentales, retándolos para asegurar que producen los pensamientos correctos, asegurando
esto, tendremos asegurada la generación de las emociones necesarias para crear, finalmente, las
conductas y comportamientos que nos lleven al final, el futuro que queremos hoy!